Valle del Río Chacabuco
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Descripción General
Una hermosa caminata que transcurre por el Valle del Río Chacabuco, con pendientes moderadas, y magníficas panorámicas del río y su entorno.
La mayor parte del recorrido transcurre por senderos bastante demarcados, aunque el tramo intermedio presenta algunos trayectos donde el poco uso de la senda la torna confusa, por lo que puede ser recomendable el uso de GPS. Hay buenas posibilidades de avistamiento de fauna, especialmente guanacos y cóndores.
Época adecuada
Se puede realizar en cualquier época, aunque es posible que en deshielos exista alguna dificultad mayor para cruzar los arroyos.
Acceso
En vehículo propio
Desde Cocrane avanzar hacia el norte por la carretera austral, ruta 7, ripio en buen estado. Unos pocos kilómetros después del cruce hacia el Parque Patagónica, se encuentra el Puente Chacabuco. Casi de inmediato, después de cruzar el puente, hay una entrada a mano derecha: debe seguirse por ella hasta una explotación de ripio: es el inicio de la ruta.
En transporte público y autostop
Desde Cocrane se puede tomar un bus rumbo Coyahique, el único horario establecido es a las 7 a.m. Se debe descender pasado el puente Chacabuco y desde allí caminar hasta el inicio de la ruta, tomando el desvío a mano derecha que lleva a una explotación de ripio.
Descripción de la ruta
Se toma el camino vehicular que comienza a descender rumbo a una cantera donde se extrae ripio, a la que se llega en cerca de dos kilómetros. Continuando por la vía se debe vadear un arroyo grande, inmediatamente después del sitio de extracción del material. El vado es sencillo aunque requiere mojarse los pies. Se prosigue por el camino que termina poco después en la casa de un poblador. Cuando se realizó la ruta el único habitante de la vivienda no se encontraba allí, por lo que se dio un rodeo para no ingresar a su casa, cruzando detrás de los galpones por un gran prado, hasta reencontrar la vía vehicular.
Se empieza ahora un nuevo ascenso, siempre siguiendo el amplio trazado. En el track figuran cien metros de atajo por el que se recortó el recorrido, pero si no se tiene GPS conviene seguir la vía, ya que abundan los senderos secundarios y se puede llegar a confusión. Terminando la subida se encuentra una bifurcación donde se debe doblar a la derecha, tomando ahora una senda cuya amplitud sugiere que debió ser apta para vehículos, pero actualmente se nota solamente usada por animales. Se desciende ahora algo más de medio kilómetro, hasta llegar a un portón de alambre que debe cruzarse. Del otro lado del alambrado aparece un nuevo vado de un arroyo un poco más pequeño que el anterior; pasado el cual hay que subir a la pradera del frente y cruzarla hasta interceptar una senda perfectamente demarcada que se toma a mano derecha.
En aproximadamente medio kilómetro el sendero llega a otro pequeño cauce, mucho menor que los anteriores. Doblando a la izquierda unos cien metros, fue posible encontrar un paso de este arroyo sin mojarse los pies, aunque lógicamente eso dependerá de la época en que se realice la ruta. Tras este nuevo cruce hay que ignorar varios senderos a mano izquierda y buscar uno hacia el frente, que asciende a una pequeña meseta, continuando su recorrido paralelo al río Chacabuco que ahora se observa abriéndose en amplias extensiones.
Tras cerca de medio kilómetro de avance viene un corto ascenso a otra meseta, por la cual se continúan cerca de trescientos metros antes de descender acercándose ahora a la ribera del río. La ruta continúa por un tramo muy hermoso, durante cerca de dos kilómetros bajo el bosque, muy cerca de la orilla del cauce y con bonitas panorámicas del Chacabuco. El sendero es totalmente claro y no existen desvíos ni dudas en este tramo del recorrido.
El avance por el bosque se ve interrumpido por una pequeña pradera, después de la cual se reingresa a la arboleda. Unos doscientos metros después del tramo abierto se llega a un sector donde un brazo de río forma unos magníficos pozones, con una temperatura excelente para el baño, ya que el agua retenida es mucho menos fría que las heladas corrientes patagónicas.
Pasando los pozos el sendero se aleja un poco del río que comienza a encajonarse. Después de unos seiscientos metros bajo el bosque, cruzando un alambrado y dos pequeños cursos de agua, la senda vuelve a acercarse por unos instantes al Chacabuco, con una hermosa visión del cajón que se forma. Rápidamente se aleja del cauce y solo mucho después se regresará a sus orillas.
Se cruza otro pequeño cauce bastante bonito y se sale casi definitivamente del bosque. La ruta que hasta el momento había sido totalmente clara y definida, comienza a tornarse confusa y aparecen senderos de vacas complicando la orientación. Siguiendo el track se continuó por aproximadamente doscientos metros aguas arriba del último arroyo que se cruzó, y luego se inició un empinado ascenso por unas senda erosionada y no muy demarcada, que sube por el filo de una pequeña arista del cerro. Se ascienden aproximadamente cuatrocientos metros hasta interceptar otra senda pequeña pero bien definida, que debe tomarse a mano derecha, continuando el ascenso hacia un portezuelo que se observa a ese costado, y que se alcanza en unos trescientos metros más.
En el portezuelo el sendero dobla a la izquierda rodeando una prominencia rocosa, y comienza a descender hacia una zona de pastizales donde nuevamente resulta muy complicado encontrar el trazado de la senda. En general debe continuarse por el costado izquierdo de la pradera, ascendiendo suavemente, buscando reencontrar la senda que reaparece antes de un kilómetro, al iniciar el descenso hacia una zona anegada que se aprecia claramente.
La senda desciende cerca de medio kilómetro hasta el borde del pantano, que debe cruzarse en una suave diagonal a la izquierda, tratando de salir a la continuación del sendero. Según la época es posible que sea necesario mojarse los pies al cruzar la zona pantanosa.
Al otro lado se empieza a cruzar una pradera donde pronto vuelve a desdibujarse el trazado de la ruta. Nuevamente debe tomarse una diagonal a la izquierda pasando por unas pequeñas lagunas secas y buscando alcanzar una franja verde de árboles que se observa. Llegando a la arboleda se debe seguir bordeándola por unos doscientos metros, hasta que se observa claramente el sendero que ingresa a ella para cruzar un pequeño arroyo. Al otro lado del estero la senda comienza a atravesar otra pradera. Vuelve a existir un corto tramo confuso, pero más adelante reaparece bastante bien demarcada, subiendo paralela a la pared rocosa que se tiene a la derecha, pero no muy cerca de ella.
Tras aproximadamente un kilómetro de pastizales se comienza a ver a la derecha la infraestructura de una gran pasarela que lleva al Parque Patagonia. Minutos más adelante se intercepta una amplia y clara senda que debe tomarse doblando a la izquierda.
El nuevo sendero es amplio y muy bien demarcado, con frecuentes señales indicando la ruta a seguir. Se avanza faldeando el cerro, siguiendo el curso del río, bastante más arriba de su orilla.
Después de aproximadamente medio kilómetro aparece una bifurcación: ambos ramales confluyen, pero si se desea disfrutar de una excelente panorámica del valle del Chacabuco, conviene tomar el sendero de la derecha, que sigue el faldeo por unos seiscientos metros más, siempre por lo alto del río.
Transcurrida esa distancia la senda empieza un corto y suave descenso a la llanura aluvial. Tras bajar cerca de trescientos metros el sendero se acerca a la ribera; doscientos metros más adelante se cruza un arroyo afluente, cruce sencillo, posiblemente sin mojarse los pies.
Ahora la ruta continúa totalmente al lado del cauce, siguiendo una llanura pedregosa donde la senda se desdibuja, pero abundan las señales y únicamente es cuestión de seguir por la ribera aguas arriba. Medio kilómetro más tarde vuelve a verse con claridad el sendero, que continúa por la orilla durante aproximadamente dos kilómetros más, hasta un obvio sitio de campamento abandonado.
Pasado el campamento el sendero comienza un suave ascenso, desde el que se pueden apreciar hermosas panorámicas del trayecto anterior. Durante la primera parte de la subida hay varias bifurcaciones: siempre los ramales confluyen. Al terminar el ascenso aparece una bifurcación más, aunque nuevamente se volverán a juntar ambas sendas, conviene seguir la de la derecha que permite apreciar el río, ahora en un tramo encajonado.
Durante cerca de kilómetro y medio el sendero transcurre bordeando el cajón del Chacabuco, alejándose luego unos pocos metros para confluir con el otro ramal. En la unión de ambas sendas comienza el descenso nuevamente a la llanura aluvial, donde se observa un afluente que vierte sus aguas en el río principal. Son aproximadamente setecientos metros de suave bajada y medio kilómetro plano para llegar al cauce secundario.
En este afluente termina la ruta, pues una pasarela en construcción truncada culmina el sendero. Posiblemente en épocas de bajo caudal se pueda cruzar el río secundario.
Tiempo Esperado
Se aconseja en tres días, uno hasta un campamento al regresar al río después del encajonamiento, segunda jornada ida y regreso hasta el fin de la ruta, y un tercero volviendo al inicio.
Permisos / Tarifas
Esta ruta es gratis y no se requiere permiso |
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Recomendaciones
- Checklist: Aunque sepas perfectamente lo que debes llevar, es preferible chequearlo al empacar. Esta ruta ha sido clasificada como Checklist de equipo tipo 9: mediamontaña no técnica, sin caminata sobre hielo, sin o poca nieve, con acampe.