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Villarrica Traverse

26 bytes añadidos, 19:35 8 feb 2015
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El inconveniente de subir en la tarde es que requiere pernoctar en la zona del centro de Ski. En el primer tramo de la ruta hay poca agua, lo que hace inconveniente acampar entre tramo y tramo.
Notar que el una versión más corta del Villarrica Traverse también puede iniciarse desde el Fundo Porvenir, ruta descrita en el trekking del a [[Volcán QuetrupillánLaguna Azul]].
==Descripción de la ruta==
===Centro de ski - Chinay===
[[Imagen:Villarrica_Traverse_1.jpg|thumb|300px|right|Mapa tramo Centro de ski - Chinay. Imagen: [http://www.travelaid.cl/esp/excursiones/caminatas/caminatas.htm Hans Liechti, Travelaid] ]]
El Sendero Challupén – Chinay parte en la última curva 200 metros antes del centro de esquí. Hay un gran letrero informativo con mapa. Nos encontramos encima del límite del bosque con un paisaje bastante árido, pero con espectaculares vistas al volcán humeante. Después de unos 10 minutos atravesamos una amplia quebrada, el “Zanjón Correntoso”. La lava resquebrajada, de color casi negro, data de la última erupción del Villarrica en el año 1984. Veinte minutos más tarde alcanzamos el “Zanjón Molco” que desemboca en el lago Villarrica justo a mitad del camino entre Pucón y el pueblo de Villarrica. Luego el sendero comienza a subir poco a poco hasta llegar a una cota de 1.550 msnm que será mantenida durante la siguiente media hora. Esta zona de escoriales de lava casi estériles es la parte más alta del recorrido.
Por fin entramos en un coironal, el característico pasto largo de altura, y el sendero desciende hacia unos bosquecillos de lenga que alcanzamos unos 30 minutos después. Por efecto del clima de altura y de lo pedregoso del suelo, la lenga crece achaparrada. Poco después el sendero baja a una quebrada más profunda, el “Zanjón Voipir”. Normalmente tiene agua de deshielo, que viene de un impresionante glaciar colgante, pero por la cantidad de ceniza que trae es muy turbia y no es recomendable para beber.Al dejar atrás el Zanjón Voipir, el sendero vuelve a entrar al bosque que, a medida que descendemos en altura, se hace más tupido. Aparecen las primeras araucarias, todavía pequeñas, para luego dar espacio a grandes y añosos ejemplares. Después de lo rocoso de la primera parte del recorrido es agradable caminar sobre tierra y escuchar los sonidos del bosque.Un poco más adelante hay una bifurcación señalizada con un letrero de madera tallado que anuncia “A Villarrica”. El sendero Challupén sigue por la izquierda y pronto baja al fondo de otra gran quebrada, el “Zanjón Pino Huacho”. Una flecha indica “Agua 30 mts” a la derecha, donde en el paredón de la quebrada brota una vertiente. Es la única oportunidad de encontrar agua potable segura en el primer tramo. Hay espacio para armar una carpa en caso de emergencia.La senda sube en forma pronunciada para salir del zanjón y entra otra vez al bosque. Se distingue varios senderos alternativos en esta zona, pero son menos notorios que el principal. La gente de los poblados cercanos sube en otoño para recolectar piñones, el fruto de las araucarias. Unos 30 minutos después de dejar el Pino Huacho llegamos a otra bifurcación señalizada, ahora a Lican Ray. Inmediatamente después llegamos al Zanjón Challupén, más ancho que los anteriores. En la erupción del 1971 pasó por aquí un aluvión de barro, piedras y nieve derretida que llegó hasta el Lago Calafquén.El sendero baja al fondo de la quebrada y la atraviesa en forma diagonal hacia arriba. La salida no es tan fácil de encontrar, hay que seguir en el lecho por unos 500 metros hasta que se ve en el lado sur unas rocas de lava más oscura donde está la siguiente estaca (la Nº 38). La senda pasa por encima por unos 200 metros hacia el volcán hasta girar en 180 grados y subir escalando la pared para llegar otra vez al bosque. Un poco más adelante están los llamados “Laguitos de Challupén”, dos pequeñas lagunas de entre 10 y 15 metros de diámetro. Se trata de agua estancada sin afluente visible, no recomendable para beber. Es un buen lugar para un picnic y en caso de necesidad habría espacio para armar una carpa. El sendero sube suavemente dentro de un frondoso bosque para cruzar 30 minutos más tarde un pequeño valle con un arroyo saltando entre las piedras. En su ribera sur hay sitios planos para armar carpas, aunque no hay lugares con sombra. Desde el centro de esquí son entre 4 a 6 horas de caminata.
Luego, la senda sube en forma pronunciada para salir del zanjón y entra otra vez al bosque. Se distingue varios senderos alternativos en esta zona, pero son menos notorios que el principal. La gente de los poblados cercanos sube en otoño para recolectar piñones, el fruto de las araucarias. Unos 30 minutos después de dejar el Pino Huacho llegamos a otra bifurcación señalizada, ahora a Lican Ray. Inmediatamente después llegamos al Zanjón Challupén, más ancho que los anteriores. En la erupción del 1971 pasó por aquí un aluvión de barro, piedras y nieve derretida que llegó hasta el Lago Calafquén.El sendero baja al fondo de la quebrada y la atraviesa en forma diagonal hacia arriba. La salida no es tan fácil de encontrar, hay que seguir en el lecho por unos 500 metros hasta que se ve en el lado sur unas rocas de lava más oscura donde está la siguiente estaca (la Nº 38). La senda pasa por encima por unos 200 metros hacia el volcán hasta girar en 180 grados y subir escalando la pared para llegar otra vez al bosque. Un poco más adelante están los llamados “Laguitos de Challupén”, dos pequeñas lagunas de entre 10 y 15 metros de diámetro. Se trata de agua estancada sin afluente visible, no recomendable para beber. Es un buen lugar para un picnic y en caso de necesidad habría espacio para armar una carpa. El sendero sube suavemente dentro de un frondoso bosque para cruzar 30 minutos más tarde un pequeño valle con un arroyo saltando entre las piedras. En su ribera sur hay sitios planos para armar carpas, aunque no hay lugares con sombra. Desde el centro de esquí son entre 4 a 6 horas de caminata. [[Imagen:Volcan_Villarrica_desde_subida_en_Chinay.jpg|thumb|300px|leftright|Volcan Villarrica desde subida en Chinay. Imagen: [http://www.travelaid.cl/esp/excursiones/caminatas/caminatas.htm Hans Liechti, Travelaid] ]]La ruta sigue durante 15 minutos por el bosque hasta llegar al Estero Ñilfe, señalizado con un letrero de madera. Con la vista libre hacia el sur se distingue el volcán doble Choshuenco/Mocho. Algunas guías de trekking recomiendan este lugar para armar carpa, pero parece que sólo hay agua en la tarde, con los deshielos. Pasado el Estero Ñilfe comienza el “Valle del Fuego”, una amplia zona de actividad volcánica reciente. Destacan los campos de “lava cordada” que se produjo por lo plano del terreno y la densidad del magma al enfriarse, los pliegues parecen raíces o cuerdas torcidas. En los escoriales no siempre es fácil ver el sendero, en partes dudosas hay que fijarse en piedras puestas unas encima de otras (pircas) que indican la ruta. El sendero sigue en suave subida hasta llegar 45-60 minutos después del Estero Ñilfe a un portezuelo entre un cráter secundario del Villarrica y cerros menores hacia el sur. Desde aquí hay una primera vista del [[volcán Lanín ]] que está en la frontera con Argentina, con sus 3.747 metros el más alto de toda la zona. Ahora viene un largo tramo en bajada siguiendo el cauce seco de varios afluentes que se juntan en el ancho y profundo “Zanjón de Coñaripe”. Por aquí pasó durante la erupción de 1964 el violento aluvión que destruyó parte del poblado del mismo nombre matando a 20 de sus habitantes. El sendero alcanza el borde oriental del zanjón justo donde desemboca una pequeña quebrada que hay que seguir hacia arriba. Aquí no se ve muy claramente la ruta, pero luego de unos 300 metros el sendero sale por la derecha y se dirige hacia otro portezuelo formado por un cono volcánico abierto hacia un lado y los contrafuertes del mismo Villarrica que se alcanza después de unos 40-50 minutos de subida. La ruta está marcada por una doble hilera de piedras a ambos lados.Siempre por encima del límite del bosque, el sendero vuelve a bajar atravesando tres cañadones menores. En el tercero corre el estero Tralco, la primera oportunidad de abastecerse con agua después de 2½ horas. 15 minutos más tarde entramos al Escorial de Catricheo, un impresionante campo de lava fragmentada y porosa. Otra vez hay que fijarse en las piedras sobrepuestas que marcan el rumbo. Después de 25 minutos llegamos a una solitaria roca no volcánica que se conoce como “Piedra de la Junta”. El sendero sigue por una amplia planicie, parcialmente cubierta con pastos de altura, que cae levemente hacia el sudeste, hacia el valle del río Llancahue. En su borde se ven extensos bosques de araucarias. Después de media hora de suave descenso está el estero Aihue, que corre con mayor caudal que los anteriores en un amplio valle. Es un lugar poco protegido, pero serviría para armar campamento si se está haciendo tarde.Mientras avanzamos hacia al este nos acercamos a límite del bosque. Finalmente el sendero se topa con un grupo de araucarias aisladas. Este sector es conocido como Champulli. Hay que ignorar posibles sendas que bajan usadas por recolectores de piñones.  La ruta correcta, ahora marcada con estacas más frecuentes, gira hacia el noreste, vuelve a subir y se mantiene por encima de los árboles. Bordea el flanco de la montaña y atraviesa, manteniendo la cota, varios cañadones secos que caen em forma abrupta hacia el valle. Después de caminar 30-40 minutos desde Champulli llegamos a una loma donde el sendero por fin entra al bosque de lengas. Viene una larga y empinada bajada en zigzag por más de media hora para llegar al río Pichillancahue, al fondo de un estrecho valle. Sus aguas provienen del glaciar del mismo nombre, por eso su caudal aumenta fuertemente en tardes calurosas. Hay que tener cierto cuidado al vadearlo. Por la ceniza volcánica que trae suele ser turbio, pero gran parte de sus partículas se depositan pronto al dejar en reposo la botella de agua. En su ribera oriental hay buenos lugares para acampar debajo de añosos árboles. Es una opción conveniente para los que quieren seguir con la Travesía del Villarrica. Son entre 4½-6 horas de caminata desde el camping sugerido antes del estero Ñilfe; para llegar al Camping oficial de CONAF en Chinay faltarían 1-1½ horas más.Desde el Pichillancahue el sendero sigue por unos minutos río abajo, luego gira y comienza un corto ascenso para salir del valle. A los 15 minutos empalma con el camino público que va de Coñaripe a Palguín, atravesando el parque nacional. Está en muy mal estado, un buen vehículo doble tracción es fundamental. Siguiendo hacia abajo, se llega en 2 kms al límite del parque, en 6 a las Termas El Rincón y en 24 km al poblado de Coñaripe. No hay transporte público regular. El camino hacia arriba llega en 2 kms (30-45 minutos) al inicio de los sendero Pichillancahue y Los Nevados, poco después al portezuelo donde comienza la bajada hacia Chinay. Son otros 2½ kms para llegar al área de camping CONAF y 4 kms hasta la guardería.
'''Centro de ski - Chinay''': Dos días de entre 5 y 7 horas de caminata.
opuesto al descrito en la ruta)]]
[[Archivo:Volcan Quetrupillan (25).jpg|thumb|300px|right|Extremo norte de Laguna Azul y Volcán Villarrica al fondo. Mirando al oeste, enero de 2015]]
[[Archivo:Volcan Quetrupillan (26).jpg|thumb|300px|right|[[Volcán Lanín]] desde el tramo que bordea la Laguna Azul por el este. Mirando al este, enero de 2015]]
[[Archivo:Volcan Quetrupillan (52).jpg|thumb|300px|right|Extremo sur de Laguna Azul]]
opuesto al descrito en la ruta)]]
[[Archivo:Volcan Quetrupillan (18).jpg|thumb|300px|right|Cruzando un estero, con el [[Volcán Quetrupillán]] de fondo. Enero de 2015]]
 
 
 
El inicio del sendero está bien señalizado, se encuentra unos 50 metros antes de la guardería CONAF. Por una pasarela se atraviesa el estero Chinay y nos acercamos a los cerros del otro lado. Llama la atención que en esta primera parte la senda se encuentra poco cuidada: árboles caídos y ramas crecidas dificultan andar con la mochila cargada y obligan frecuentemente a agacharse. Después de unos 30 minutos el sendero comienza a trepar la ladera en sostenidos zigzags. Tómalo con calma, la subida es muy larga, son cerca de 700 mts que hay que ganar. El bosque es mezclado, hay raulíes, coigües, colihues y muchos notros que en primavera florecen con su rojo fuego. Otros 15 minutos más tarde aparecen las primeras araucarias. Pronto se abren las primeras vistas hacia el valle de Palguín Alto, y al volcán Villarrica y el valle Pichillancahue por el otro lado. Más adelante llegamos a un letrero que indica que hay agua 20 metros más abajo; aunque el acceso no es fácil conviene reabastecerse, ya que la siguiente posibilidad de agua cristalina queda a varias horas de marcha
A las 1½-2 horas de caminata se alcanza el límite de bosque. Todavía crece coirón, el clásico pasto de altura, pero cada vez menos. Ya en terreno más desértico aflora un arroyito ínfimo, pero es agua medio estancada. Luego el sendero se dirige hacia un portezuelo, pero en vez de bajar hay que doblar a la derecha y seguir subiendo; unas pircas y estacas confirman el rumbo. A esta altura suele haber fuertes vientos que dificultan el avance, sobre todo si sopla el llamado “Puelche” que viene en contra desde Argentina. El sendero pasa por la izquierda de la cumbre del Cerro los Pinos para luego seguir por el filo de la Cordillera del Mocho, en continuo sube y baja. Tramos de pedregales se turnan con manchones de lenga achaparrada. Las vistas son grandiosas: Hacia el norte se ven los volcanes Llaima, Tolhuaca y Lonquimay, en frente tenemos el [[volcán Quetrupillán]], y más lejos el majestuoso [[Volcán Lanín]]
A la izquierda se observa el valle del Estero Mocho, muy devastado por incendios forestales. Por aquí hay una entrada alternativa a través de loteo “Paraíso Escondido” que evita la fuerte subida a la Cordillera del Mocho y acorta la primera etapa en una a dos horas, pero no ofrece las vistas y sensaciones del recorrido original. Una media hora después de haber pasado el punto más alto al lado del Cerro los Pinos, el sendero baja cada vez más y entra a un tupido bosque. Finalmente llega a la bifurcación donde se junta con el Sendero Estero Mocho. Desde la guardería Conaf son entre 3 y 4 horas de marcha hasta aquí.
Desde esta unión, el sendero vuelve a subir moderadamente y alcanza el límite del bosque en media hora. Aquí se cruza unos afluentes del estero Mocho, pero en temporada seca están prácticamente sin agua. En unas guías de viaje se recomienda acampar aquí, pero no nos parece un buen lugar. Sin embargo, si quieres incluir la ascensión al Quetrupillán como parte de la Travesía del Villarrica, en este sector te encuentras más cerca para iniciarla.
 
Después de salir del bosque comienza un largo tramo de poca subida por los faldeos del Quetrupillán, virando en un amplio giro en dirección sur. A la derecha queda una extraña cúpula rocosa --restos de un antiguo volcán. Luego de unos 20 minutos cruzamos un arroyo de agua cristalina, y 15 minutos más tarde llegamos a una junta de otros dos que forman el inicio del río Llancahue que se dirige hacia Coñaripe. Inmediatamente después hay una bifurcación: siguiendo derecho está el Sendero Colonia Benavides que conecta con el camino vehicular Palguín – Coñaripe cerca de las Termas el Rincón. Puede servir de “salida de emergencia” en caso de problemas por mal tiempo. Junto a la bifurcación hay un terreno plano donde acampar si no hay mucho viento.
 
El sendero principal toma aquí una dirección sureste y vuelve a subir. Con buena visibilidad se distingue desde lejos la ruta en los cerros y el paso que tendremos que alcanzar. Después de otra hora de marcha y un ascenso agotador se nota una depresión entre dos montañas, todavía sin poder distinguir la Laguna Azul que se encuentra en ella. El sendero se aleja y sube más, aquí alcanzamos la mayor altura de todo el recorrido. Ahora falta una larga bajada para llegar a la meta. Durante el descenso se pueden distinguir varios cráteres volcánicos y el flujo de la lava que formó el tapón que originó la Laguna Azul (algunos mapas la llaman Laguna Los Patos). Luego de otra hora de marcha, al final bajando en zigzag, llegamos a la orilla, junto al desagüe. En un pequeño bosque de lenga hay espacio para armar la carpa. Si hay mucha gente y los mejores lugares están tomados puedes cruzar el desagüe y caminar por un sendero unos 5-10 minutos hasta que comienza bajar y se acerca a otro arroyo. Por esta ruta es posible bajar hacia el valle de Liquiñe, en pocos kilómetros se convierte en una pista transitable para vehículos todoterreno. De este lado vienen muchos chilenos a pescar o hacer picnic por el día a la Laguna Azul.
A unos 40 a 50 minutos de caminata alcanzamos un portezuelo y se abre una gran planicie de escorial ante nosotros. Sin embargo, el sendero gira en dirección sureste bajando suavemente hacia un ancho zanjón. Por el medio corre un estero. Aunque sus aguas traen bastantes sedimentos servirían para consumo dejándolas reposar un tiempo. Con cada crecida se puede borrar el sendero, pero una hilera de estacas indica el rumbo por el fondo del zanjón hacia la ladera oriental donde ya se distingue una pequeña subida hacia otro portezuelo. Desde arriba es posible ver la Laguna Blanca. En la bajada hay una pequeña vertiente que logra crear una franja de verdor compuesto por sorprendentes plantas en medio de la aridez.
 
La Travesía del Villarrica pasa a medio kilómetro de la Laguna Blanca. No hay ningún letrero indicador, pero se nota un sendero que va hacia ella. Es un desvío que vale la pena. El color lechoso de sus aguas, junto con las formaciones de rocas oscuras en su orilla, crean un escenario único. En lo alto se ve la ladera sur del Quetrupillán, cubierta por extensos glaciares, mientras su lado oeste carece de nieves eternas. Es posible acampar en la laguna Blanca. No es un lugar ideal, pero caminantes que quieren recorrer la excursión en sólo dos días suelen pernoctar aquí.
[[Imagen:Laguna_blanca.jpg|thumb|leftright|300px|Laguna Blanca Imagen: [http://www.travelaid.cl/esp/excursiones/caminatas/caminatas.htm Hans Liechti, Travelaid]]]
Desde Laguna Blanca el sendero se dirige al sur, bordeando el cauce seco de una larga quebrada. A la derecha hay un cono volcánico de fuerte color rojizo. Todo el suelo está cubierto por sedimentos de antiguas erupciones. En los cerros vecinos se ven franjas de rocas, vestigios de antiguas calderas volcánicas. Luego de media hora viramos hacia el este y comenzamos a trepar la ladera, pasando por la derecha de una lengua de lava solidificada. Una vez arriba te das cuenta que has escalado el borde de un gran cráter. Al fondo se ve el Quetrupillán y, por última vez, la Laguna Blanca. En esta parte también desemboca otro sendero que viene desde Rinconada, pero es poco transitado y no muy notorio.
Seguimos caminando a bastante altura por el faldeo de un cordón montañoso dirigiéndonos hacia el sur-suroeste. Se observan los valles superiores de Liquiñe, cubiertos con densos bosques, y el [[volcán Mocho-Choshuenco ]] al fondo. Luego el sendero gira hacia el este y entramos a territorio Argentino por unos 2 kilómetros (ten cuidado que algunos mapas no muestran aquí el recorrido de forma correcta). En este tramo de suave bajada se cruza dos arroyos de agua cristalina, la mejor de todo el segundo día, antes de volver a trepar otra ladera para llegar al siguiente portezuelo y entrar nuevamente a Chile. Se abre un panorama fantástico hacia el volcán Lanín y los cerros Peinetas y Quinquilil y todo el valle del río Puesco. A nuestros pies se ve una planicie cubierta de pastos salpicados con pozas de agua estancada. El sendero la bordea por su izquierda dirigiéndose al norte hasta acercarse a un barranco. A través de grandes piedras sueltas baja a otra planicie pantanosa para cruzarla en dirección sureste. Bosques de lenga achaparrada crecen en forma aislada en las áreas más secas. Pasamos varios arroyos que desaguan la planicie y dan inicio al río Puesco. Luego la caminata sigue por una loma agreste que separa dos valles. Desde aquí se puede distinguir la Laguna Avutarda en el fondo. Pronto entramos al bosque y el descenso se hace más rápido. Media hora después el sendero sale del bosque y cruza otra zona de mallines que se extiende hasta la orilla de la laguna. Para terminar esta segunda etapa hay que volver a entrar al bosque y bordear la laguna por todo su lado norte. A través del follaje se distingue una playa de arena en su parte este. Para acceder a ella hay que seguir el sendero hasta un claro cubierto de pasto donde restos de fogatas indican el área para acampar. A través de los arbustos se llega hasta la misma laguna, donde también hay que conseguir el agua. Lamentablemente, este lugar también se encuentra con mucha basura. 
La Laguna Avutardas (en algunos mapas es mencionada como “Laguna los Patos”) está rodeada por cerros en tres de sus lados. Tiene mucha vegetación hasta la orilla, salvo el lado del mallín por donde desagua. Su nombre es un vocablo local para dos especies de la familia de gansos –Caiquén y Canquén- que suelen anidar en este humedal.
===Laguna Avutarda – Puesco===
[[Imagen:Laguna_avutardas.jpg|thumb|300px|leftright|Laguna Avutardas Imagen: [http://www.travelaid.cl/esp/excursiones/caminatas/caminatas.htm Hans Liechti, Travelaid]]]
Desde el claro en la Laguna Avutarda el sendero entra al bosque dominado por lengas, ahora no creciendo como arbustos, sino como impresionantes árboles. Pronto se les asocian coigües, canelillos y la quila, entre otras especies. Unos 20 minutos después de partir el sendero cruza un estero de agua cristalina, de mejor calidad que la de la misma laguna. Luego de un pequeño ascenso alcanzamos una llanura pantanosa. Primero la bordea por la izquierda, después el sendero la atraviesa y vuelve a meterse entre los árboles del otro lado del valle. Ahora viene una parte bastante plana por un precioso bosque, llaman la atención los extensos manchones de alstromerias y la gran cantidad de añosos troncos caídos. En este sector suele haber pájaros carpinteros cuyo martilleo se escucha desde lejos.
==Gallería de fotos==
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Archivo:Volcan Quetrupillan (26).jpg|[[Volcán Lanín]] desde el tramo que bordea la Laguna Azul por el este. Mirando al este, enero de 2015Archivo:Volcan Quetrupillan (25).jpg|Extremo norte de Laguna Azul y Volcán Villarrica al fondo. Mirando al oeste, enero de 2015
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