Cambios

Desde el camping Los Perros salga por el sendero que continúa el circuito, cruce el río por la pasarela y tome a la izquierda hacia el Paso. La ruta está muy bien marcada en los árboles a medida que el sendero sube. Comienza en un sector pantanoso con bastante barro que se prolongará durante la próxima hora de caminata, no es un sector muy grato para caminar; sin embargo, hay algunos sectores abiertos con excelente vista a ambos lados del valle, hacia abajo Los Perros y hacia arriba El Paso.

Luego de una hora y media, a 760 m. se acercará al río Paso, el cual debe cruzar guiándose por las marcas naranjas en un sector más estrecho, tenga cuidado de no cruzar por otro lado. El sendero continúa subiendo al otro lado del río, ya no hay más barro ni zonas pantanosas, el terreno es pedregoso, hay muchas rocas y el sector está expuesto a fuerte viento. Marcas naranjas señalizan el camino a medida que se sube progresivamente. Dependiendo de la época y del nivel de precipitaciones en este sector ya se pueden encontrar zonas nevadas. Toda esta ascensión es por un terreno rocoso que puede estar cubierto completamente de nieve, convirtiendo este sector en un paisaje de media montaña.

A los 1200 metros de altitud dejará de ascender y alcanzará el Paso John Garner, luego de 1 hora y media del cruce del río. En este lugar cruza al macizo de la cordillera del Paine hacia el sector occidental del parque. Desde aquí puede contemplar la inmensidad del Campo de Hielo Sur y la lengua del Glaciar Grey, siendo una de las vistas más espectaculares del Parque Nacional Torres del Paine. Existen varas naranjas que sirven para guiar el camino cuando hay mal tiempo. El descenso se realiza por una morrena con toda la amplitud del paisaje hacia abajo. Es posible apreciar cómo el glaciar ha retrocedido en los últimos años, la antigua “isla” o nunatak, en realidad ahora es una península y aparece una segunda “isla” que antes no existía. Luego de descender 20 minutos y llegar 950 m. aparece la línea de vegetación con las primeras lengas pequeñas y achaparradas por la fuerza del viento. Al internarse en el bosque es posible divisar el glaciar entre las ramas. El descenso es abrupto y difícil, el terreno es bien empinado y puede ser más complicado de recorrer si es que ha llovido o nevado. Para muchos este es el tramo más cansador de todo el circuito.