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Diferencia entre revisiones de «Paso Balboa»

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*Esta ruta pasa por zona de huemules, ser respetuoso con ellos.
 
*Esta ruta pasa por zona de huemules, ser respetuoso con ellos.
 
==Galería de fotos==
 
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File:paso balboa (8).jpeg|Silla sobreviviente del accidente aéreo.
 
Archivo:Cascada_Rio_Balboa.jpg|Cascada del Río Balboa.
 
Archivo:Paso balboa (3).jpeg|Vista de los mallines del Paso Balboa al iniciar travesía sobre el límite de la vegetación.
 
Archivo:Campotraviesa.jpg|Duras condiciones de campotraviesa a través de la vegetación.
 
Archivo:Cerro_Campana.jpg| Cerro Campana.
 
Archivo:Laguna_Campana.jpg| Laguna Campana.
 
Archivo:Sendero_Valle_Balboa.jpg|Sendero a lo largo del valle Balboa.
 
File:libro balboa.jpg|Extracto de libro de Grosee, pag. 153 libro.  En rojo mención de la meseta pantanosa que es parte de la ruta.  Para leer historia completa ver el anexo.
 
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==Anexo: Extracto crónica de Grossen==
 
==Anexo: Extracto crónica de Grossen==
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Martínez y Delgado llegaron de vuelta Con los caballos al mediodía mientras que Díaz y Aguilar regresan recién al anochecer pues estuvieron toda la tarde abriendo la senda. Ahora ya no podremos continuar con caballos y decidimos enviarlos de vuelta a la choza de Balboa, en vez de dejarlos en libertad aquí. No estamos seguros que podrían encontrar solo el úqmino de regreso. Encargamos a Díaz. Martínez y Aguilar que se preocupen de llevarlos pues son los que mejor manejan estos animales. Deberán partir temprano a la 6 AM. si todo resulta bien, podrían llegar al rancho de Balboa al atardecer. Bajo la guía de Delgado que ya conoce esta región, partimos todos los demás hacia el valle. La ruta que seguimos está a unos 7(Y) mts. a lo largo de una ladera bastante empinada. Vemos que desciende abruptamente hacia el rio, cuyo ruido resuena hasta arriba, indudablemente por aquí habria ciertas dificultades para la contrucción dc un camino, aunque seria exagerado hablar de imposibilidad técnica. Todo dependería de lo que cueste y haya disponible para invertir en la obra. Es fácil apreciar que habría que mover mucha tierra, si la ruta pasara por aqul. Después de varias horas subiendo y bajando cerros llegamos a una meseta pantanosa que queda a unos 7 kms. más. Calculo que podríamos llegar a la primera población del valle; pero por la configuración del terreno seguramente nos demoraremos algunos días más, No alcanzamos a llegar al campamento cuando sc desata una tormenta, Hay que reforzar las carpas para asegurarlas contra el fuerte viento, seguido de lluvia torrencial. Entre tanto, Delgado se ha puesto a preparar una sopa de arvejas; el fogón se encuentra bajo una lona colocada oblicuamente para resguardarlo de la lluvia. pero la tormenta lo arranca y lanza contra unos matorrales; también la olla cae al suelo y las arvejas se escabullen, rodando. Sorprendo a Delgado tratando de recogerlas. A pesar de todos los impedimentos, de alguna manera consigue terminar los preparativos y nos sirve sopa de arvejas esa noche. Guardo silencio. La persistente lluvia nos Obliga a permanecer inactivo otro día más; no hay nada que hacer. Los arrieros tampoco pueden regresar con este tiempo infernal, de modo que no queda Otra cosa que seguir esperando. Y la lluvia continúa toda la noche. Recién al amanecer la naturaleza se aquieta afuera; me llama la atención el absoluto silencio que se producc a continuación. En cuanto aclara un poco, abro la carpa y me encuentro con un verdadero paisaje invernal aunque estamos en plena época de verano, La nieve ha caído hasta la altura del Paso cordillerano. Se ha acumulado sobre los árboles y grandes motas blancas siguen cayendo. Para mi todo tiene un aspecto navideño. pero como estamos en el hemisferio sur y en verano, la nieve no perdurará, pronto comienza a desaparecer en forma tan inesperada como se produjo. Una leve y cálida brisa del oeste acelera su derretimiento. A pesar del mal tiempo nuestros arrieros re. gresana las 2 PM.; vicncn empapados. Perdieron el dia de ayer por la lluvia. Aunque continuaba lloviendo esta mañana abajo en el valle. prcfirie. ron regresar, exponiéndose a la lluvia antes de pasar otro dia inactivos en la choza dc Balboa. Pensaron también que si seguían esperando. podrian tener problemas con el aumento del caudal de los rios. Me siento aliviado de comprobar que a pesar de todo han llegado bienyque los caballos fueron entregados_ Al atardecer se reinicia la lluvia, que luego continúa toda la noche y también durante cl día siguiente. El paisaje invernal se ha transformado de nuevo cn estival. pues todos los árboles han perdido la nieve que aún retenían. Lo que nos molesta. es la lluvia que nos obliga a permanecer en el campamento. para pasar el tiempo nos entretenemos con competencias dc tiro al blanco; algunos salen a cazar y otros duermen. A la lluvia siempre sigue el sol. incluso en la es cuestión de tener paciencia. A las 7 de la mañana del dia siguiente estamos listos para partir. La carga se reparte entre todos ya que su peso es considerable. Martinez se extralimita en Su afán por ser servicial e insiste en que le den más cosas para transportarlas. Tendré que observario. Como ya conocemos el bosque por cl cual sc llega al valle, escogemos ahora otra ruta a lo largo dc una cadena montañosa. que Balboa nos mencionó. Lentamente avanzamos a través de la franja boscosa que queda entre el paso y las montañas rocosas. Una vez que llegamos a la parte superior de éstas, nos encontramos con una superficie bastante plana: con el viento que nos empuja desde atrás, podemos caminar más rápido durante algunas horas. en dirección hacia el valle. A nuestra izquierda se elevan las cimas de la Cordillera Castillo y a la derecha se extiende el angosto valle del Arroyo Portezuelo. Hacia las I I AM. llegamosal lugar dondequedaron nuestros bultos transportados por los caballos hasta ahi; a partir de este momento estaremos incursionando en territorio desconocido. El bosque está bastante ralo y asi no cuesta seguir por el. Martínez sufre un pequeño accidente, se resbala y tuerce un pie. Con ello, el ritmo de nuestra marcha se va constreñido, pero ya no falta mucho para llegar al valle. Ilay indicios que así lo indican. En una pequeña colina, vemos las primeras señales de la mano del hombre, pues hay un corral con algunas vacas y terneros. Y sor. presivamcnte, cl valle Ibáñez se extiende ante nuestra vista y aparece más allá una pequeña fin. ca. Parados cn una roca sobresaliente podernos reconocer muy bien el cerco y las casas. El rio que está ahora directamente frente a nosotros, hace grandes recovecos al avanzar hacia su semty»cadura. Son las 6 PM. cuando llegamos al valle. Ladridos de perro anuncian nuestro arribo. Poco después estamos ante la casa del colono Antureo, que sale con su familia, nos miran llenos de asombro. Les explicamos como hemos venido hasta aquí. Nos invita a pasar con Torrealba a servimos un mate. A nuestros acompañantes les ofrece medio cordero para que se preparen un asado. Pronto ubicamos un buen lugar para acampar en la cercania_ Por estas partes hay leña seca para el fuego y asi no Lardamos de sentirnos como en casa. Se podria decir que hemos llegado a la meta de nuestra peregrinación. Lo que todavía nos queda por delante hasta el Lago General Carrera es territorio conocido y que se presta para la futura construcción de un ruta caminera. No tendremos que preocuparnos nuevamente de obtener caballos Algunos de nuestro grurn tendrán que regresara buscar parte de los bultos que dejamos cn un lugar de la senda en el que. Antureo nos facilitará los caballos para esta tarca y con eso todo será más fácil, pues un trecho de la senda es perfectamente para animales de carga. En realidad merecemos un descanso y por no nos provx»nemos nada especial para este día. Es decir, parte del tiempo libre habrá que dedicarlo al lavado y arreglo de la ropa. Comenzamos deleitándonos con varios litros de leche fresca para el desayuno. A la hora de almuerzo nos sirven una apetitosa cazuela a la chilena y el postre lo vamos a buscar afuera. Comemos frutillas silvestres hasta saciamos; crecen en abundancia cn esta región. Después seguimos el restin con calafates maduros, fruta de la cual se dice que quien la haya comido una Vez, tendrá que regresar siempre de nuevo a la Patagonia. iEn buena hora! Creo que los pobladores de esta región no saben apreciar lo que la naturaleza les brinda. por ejemplo, las frutillas que crecen solitas, o también los calafates. De ambas frutas se podría obtener una excelente mermelada siempre que la fruta se ponga a cocer con suficiente azúcar. parece que las mujeres de los colonos no conocen esta posibilidad, o bien. no se quieren dar el trabajo. La gente se alimenta aquí casi exclusivamente de carne y mate. Sólo los colonos que están radicados desde hace tiempo, cuentan con leche fresca y quesos que fabrican durante cl pe• riodo de abundante producción lechera y que les alcanza para todo el año. Se come relativamente poco pan. Los que tienen huerta, también dispnen de verduras y papas. Un hijito del colono, de unos diez años, no se separa de nosotros en el campamento. Nuestra llegada debe haberlo impresionado mucho. Su apariencia es la de un pequeño gaucho argentino. El pelo muy negro que adorna su cabeza aparentententc io heredó de su madre, cuya ascendencia araucana es obvia. El dueño de casa es un chilote de tomo y lomo, que se ha esforzado mucho por proporcionarle a su familia todo 10 necesario. Parece ser bastante entendido porque su propiedad revela un tesonero trabajo y está en buenas condiciones. "
 
Martínez y Delgado llegaron de vuelta Con los caballos al mediodía mientras que Díaz y Aguilar regresan recién al anochecer pues estuvieron toda la tarde abriendo la senda. Ahora ya no podremos continuar con caballos y decidimos enviarlos de vuelta a la choza de Balboa, en vez de dejarlos en libertad aquí. No estamos seguros que podrían encontrar solo el úqmino de regreso. Encargamos a Díaz. Martínez y Aguilar que se preocupen de llevarlos pues son los que mejor manejan estos animales. Deberán partir temprano a la 6 AM. si todo resulta bien, podrían llegar al rancho de Balboa al atardecer. Bajo la guía de Delgado que ya conoce esta región, partimos todos los demás hacia el valle. La ruta que seguimos está a unos 7(Y) mts. a lo largo de una ladera bastante empinada. Vemos que desciende abruptamente hacia el rio, cuyo ruido resuena hasta arriba, indudablemente por aquí habria ciertas dificultades para la contrucción dc un camino, aunque seria exagerado hablar de imposibilidad técnica. Todo dependería de lo que cueste y haya disponible para invertir en la obra. Es fácil apreciar que habría que mover mucha tierra, si la ruta pasara por aqul. Después de varias horas subiendo y bajando cerros llegamos a una meseta pantanosa que queda a unos 7 kms. más. Calculo que podríamos llegar a la primera población del valle; pero por la configuración del terreno seguramente nos demoraremos algunos días más, No alcanzamos a llegar al campamento cuando sc desata una tormenta, Hay que reforzar las carpas para asegurarlas contra el fuerte viento, seguido de lluvia torrencial. Entre tanto, Delgado se ha puesto a preparar una sopa de arvejas; el fogón se encuentra bajo una lona colocada oblicuamente para resguardarlo de la lluvia. pero la tormenta lo arranca y lanza contra unos matorrales; también la olla cae al suelo y las arvejas se escabullen, rodando. Sorprendo a Delgado tratando de recogerlas. A pesar de todos los impedimentos, de alguna manera consigue terminar los preparativos y nos sirve sopa de arvejas esa noche. Guardo silencio. La persistente lluvia nos Obliga a permanecer inactivo otro día más; no hay nada que hacer. Los arrieros tampoco pueden regresar con este tiempo infernal, de modo que no queda Otra cosa que seguir esperando. Y la lluvia continúa toda la noche. Recién al amanecer la naturaleza se aquieta afuera; me llama la atención el absoluto silencio que se producc a continuación. En cuanto aclara un poco, abro la carpa y me encuentro con un verdadero paisaje invernal aunque estamos en plena época de verano, La nieve ha caído hasta la altura del Paso cordillerano. Se ha acumulado sobre los árboles y grandes motas blancas siguen cayendo. Para mi todo tiene un aspecto navideño. pero como estamos en el hemisferio sur y en verano, la nieve no perdurará, pronto comienza a desaparecer en forma tan inesperada como se produjo. Una leve y cálida brisa del oeste acelera su derretimiento. A pesar del mal tiempo nuestros arrieros re. gresana las 2 PM.; vicncn empapados. Perdieron el dia de ayer por la lluvia. Aunque continuaba lloviendo esta mañana abajo en el valle. prcfirie. ron regresar, exponiéndose a la lluvia antes de pasar otro dia inactivos en la choza dc Balboa. Pensaron también que si seguían esperando. podrian tener problemas con el aumento del caudal de los rios. Me siento aliviado de comprobar que a pesar de todo han llegado bienyque los caballos fueron entregados_ Al atardecer se reinicia la lluvia, que luego continúa toda la noche y también durante cl día siguiente. El paisaje invernal se ha transformado de nuevo cn estival. pues todos los árboles han perdido la nieve que aún retenían. Lo que nos molesta. es la lluvia que nos obliga a permanecer en el campamento. para pasar el tiempo nos entretenemos con competencias dc tiro al blanco; algunos salen a cazar y otros duermen. A la lluvia siempre sigue el sol. incluso en la es cuestión de tener paciencia. A las 7 de la mañana del dia siguiente estamos listos para partir. La carga se reparte entre todos ya que su peso es considerable. Martinez se extralimita en Su afán por ser servicial e insiste en que le den más cosas para transportarlas. Tendré que observario. Como ya conocemos el bosque por cl cual sc llega al valle, escogemos ahora otra ruta a lo largo dc una cadena montañosa. que Balboa nos mencionó. Lentamente avanzamos a través de la franja boscosa que queda entre el paso y las montañas rocosas. Una vez que llegamos a la parte superior de éstas, nos encontramos con una superficie bastante plana: con el viento que nos empuja desde atrás, podemos caminar más rápido durante algunas horas. en dirección hacia el valle. A nuestra izquierda se elevan las cimas de la Cordillera Castillo y a la derecha se extiende el angosto valle del Arroyo Portezuelo. Hacia las I I AM. llegamosal lugar dondequedaron nuestros bultos transportados por los caballos hasta ahi; a partir de este momento estaremos incursionando en territorio desconocido. El bosque está bastante ralo y asi no cuesta seguir por el. Martínez sufre un pequeño accidente, se resbala y tuerce un pie. Con ello, el ritmo de nuestra marcha se va constreñido, pero ya no falta mucho para llegar al valle. Ilay indicios que así lo indican. En una pequeña colina, vemos las primeras señales de la mano del hombre, pues hay un corral con algunas vacas y terneros. Y sor. presivamcnte, cl valle Ibáñez se extiende ante nuestra vista y aparece más allá una pequeña fin. ca. Parados cn una roca sobresaliente podernos reconocer muy bien el cerco y las casas. El rio que está ahora directamente frente a nosotros, hace grandes recovecos al avanzar hacia su semty»cadura. Son las 6 PM. cuando llegamos al valle. Ladridos de perro anuncian nuestro arribo. Poco después estamos ante la casa del colono Antureo, que sale con su familia, nos miran llenos de asombro. Les explicamos como hemos venido hasta aquí. Nos invita a pasar con Torrealba a servimos un mate. A nuestros acompañantes les ofrece medio cordero para que se preparen un asado. Pronto ubicamos un buen lugar para acampar en la cercania_ Por estas partes hay leña seca para el fuego y asi no Lardamos de sentirnos como en casa. Se podria decir que hemos llegado a la meta de nuestra peregrinación. Lo que todavía nos queda por delante hasta el Lago General Carrera es territorio conocido y que se presta para la futura construcción de un ruta caminera. No tendremos que preocuparnos nuevamente de obtener caballos Algunos de nuestro grurn tendrán que regresara buscar parte de los bultos que dejamos cn un lugar de la senda en el que. Antureo nos facilitará los caballos para esta tarca y con eso todo será más fácil, pues un trecho de la senda es perfectamente para animales de carga. En realidad merecemos un descanso y por no nos provx»nemos nada especial para este día. Es decir, parte del tiempo libre habrá que dedicarlo al lavado y arreglo de la ropa. Comenzamos deleitándonos con varios litros de leche fresca para el desayuno. A la hora de almuerzo nos sirven una apetitosa cazuela a la chilena y el postre lo vamos a buscar afuera. Comemos frutillas silvestres hasta saciamos; crecen en abundancia cn esta región. Después seguimos el restin con calafates maduros, fruta de la cual se dice que quien la haya comido una Vez, tendrá que regresar siempre de nuevo a la Patagonia. iEn buena hora! Creo que los pobladores de esta región no saben apreciar lo que la naturaleza les brinda. por ejemplo, las frutillas que crecen solitas, o también los calafates. De ambas frutas se podría obtener una excelente mermelada siempre que la fruta se ponga a cocer con suficiente azúcar. parece que las mujeres de los colonos no conocen esta posibilidad, o bien. no se quieren dar el trabajo. La gente se alimenta aquí casi exclusivamente de carne y mate. Sólo los colonos que están radicados desde hace tiempo, cuentan con leche fresca y quesos que fabrican durante cl pe• riodo de abundante producción lechera y que les alcanza para todo el año. Se come relativamente poco pan. Los que tienen huerta, también dispnen de verduras y papas. Un hijito del colono, de unos diez años, no se separa de nosotros en el campamento. Nuestra llegada debe haberlo impresionado mucho. Su apariencia es la de un pequeño gaucho argentino. El pelo muy negro que adorna su cabeza aparentententc io heredó de su madre, cuya ascendencia araucana es obvia. El dueño de casa es un chilote de tomo y lomo, que se ha esforzado mucho por proporcionarle a su familia todo 10 necesario. Parece ser bastante entendido porque su propiedad revela un tesonero trabajo y está en buenas condiciones. "
 
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File:paso balboa (8).jpeg|Silla sobreviviente del accidente aéreo.
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Archivo:Cerro_Campana.jpg| Cerro Campana.
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File:libro balboa.jpg|Extracto de libro de Grosee, pag. 153 libro.  En rojo mención de la meseta pantanosa que es parte de la ruta.  Para leer historia completa ver el anexo.
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{{Trekkings Chile}}
 
{{Trekkings Chile}}

Revisión del 18:21 21 nov 2018

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Los hermosos mallines en el nacimiento del Río Balboa. Fotografías de Tobias Hellwig.
__ Ruta
__ Laguna Campana.


Mapa de la ruta

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Cuadro Resumen (editar)
Actividad Trekking
Ubicación Chile, Coyhaique
Belleza Impresionante
Atractivos Vistas panorámicas, Bosque, Parque Nacional
Duración 4 días
Exigencia física 14.4 dopihoras
Sendero Inexistente
Señalización Inexistente
Infraestructura Inexistente
Topología Cruce
Desniveles +2148, -2223
Distancia (k) 39.6
(*) Distancias consideran cruce completo.
Altitud media 841
Habilidades Cruce de ríos caudalosos, Orientación con GPS o Mapas, Rapel con cuerdas, Asegurar con cuerdas
Primer autor Dmahn
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Descripción General

Libro "Visión Histórica y colonización de la patagonia occidental", de Augusto Grosse, fuente primaria para realizar esta ruta.
Perfil de ruta completa.
Primera vista al iniciar la ruta.
Subiendo por el Valle Balboa.
Alguno de los numerosos cruces del Río Balboa.
Vista del valle Ibañez y la Carretera Austral desde la ruta antes de iniciar el descenso por la ladera de rapeles.
Descenso a campo traviesa.
Descenso final a rapel. La ladera tomada esta encajonada por 2 arroyos secos de fuerte inclinación. Se realizaron 2 largos de rapel de 10m cada uno, asegurando en arboles. Notar las paredes de roca a la izquierda, de alta inclinación y complejidad, y que a la derecha del descenso se ve una ladera que pareciera ser mas segura. Tenerla en consideración como posible ruta alternativa.
Último desafío de la ruta, el carrito por el río Ibañez.

En los años 40' Augusto Grosse, explorador de la Patagonia, buscando un cruce de la Cordillera Castillo para un futuro camino vehicular descubrió y abrió esta ruta, nombrándola con el nombre del último vecino del valle quien dió las pistas para su cruce.

A pesar de no haberse realizado el camino por este lado, con el tiempo se formó una huella para llevar animales al mallín que se encuentra en su cima, utilizándose hasta el día de hoy para ello. En los años 80' un avión pequeño de pasajeros se estrelló en una de las paredes de los cerros. Hoy en día el avión sigue ahí, oculto en la maleza. Evidencia de esta historia es que en el puesto del mallín es posible encontrar restos del avión (piezas de fuselaje y una silla de pasajeros) siendo utilizadas por los puesteros.

Esta ruta de trekking emula esta aventura, ascendiendo por el Valle Balboa en la Cordillera Castillo, remontando por las altas cumbres del Parque Nacional Cerro Castillo y descendiendo hacia la Carretera Austral en el valle del río Ibañez.

Advertencia de dificultad de ruta

La ruta se compone de 3 tramos radicalmente distintos en dificultad: el ascenso por el Valle Balboa, el paso por el mallín y las altas cumbres y el descenso hacia el Valle Ibañez. Mientras que el mallín y las altas cumbres no poseen dificultad técnica, para el ascenso del Valle Balboa la ruta cruza al menos 5 veces el río del mismo nombre, requiriendo conocimiento en cruce de ríos. Por otra parte, el tramo para descender al Valle Ibañez tiene largos tramos de campo traviesa por laderas pronunciadas, descenso por maleza y además por paredes de roca, realizándose tramos a rapel.

Por lo anterior el descenso final se recomienda solo para senderistas mas experimentados y con el conocimiento experto en rutas fuera de sendero, y además de NDR. No obstante a lo anterior la ruta hasta este punto es suficientemente interesante y bonita para que se pueda llegar hasta aquí y luego devolverse por el camino realizado de subida.

Época adecuada

Dado que la ruta incluye numerosos cruces de río y atravesar un mallín en que cae nieve durante el invierno, se recomienda hacer este cruce durante el verano o a mas tardar otoño antes de las primeras nevadas (octubre a abril).

Acceso

En vehículo propio

Desde Coihayque tomar la Carretera Austral 7 en dirección sur por 24km hasta la entrada de Valle Simpson y doblar a la derecha hacia Villa Freire (último punto para abastecerse). Pasado el pueblo seguir la señalética hacia Lago Elizalde y llegado al lago continuar por este camino en ruta al Lago Caro por ruta de ripio en buen estado (ruta X-686).

20km pasado el Lago Elizalde se llega a un letrero que indica "Río Paloma y Lago Caro adelante, Rio Mogote a la izquierda". Tomar la salida a la izquierda y continuar por 2km de ripio en mal estado hasta llegar al final del camino, marcado por un puente y una reja cerrada.

Unos 150 metros antes del puente está la casa de los últimos vecinos del valle, donde se recomienda pasar a saludar, pedir información del cruce e incluso pedir dejar el vehículo.

En transporte público y autostop

Existe transporte publico subvencionado desde Coihayque hasta el cruce 2km antes del inicio del sendero. Llamar al fono de contacto para coordinar viaje.

Coihayque- Lago Caro.

  • Martes, Jueves y Sábado: Ida 8:30 hrs, vuelta 13:00.
  • Domingo: 14:30 ida, vuelta 18:30.
  • Fono contacto: +569 81779006.

Nota: Horarios obtenidos de afiche en terminal de buses de Coihayque en feb-18.

También es posible llegar mediante auto-stop pero dada la poca afluencia vehicular pasado lago Elizalde y los numerosos caminos interiores en la ruta puede ser difícil de lograr.

Descripción de la ruta

Para claridad de la ruta se separa en sus 3 tramos mas claros y ya mencionados: El ascenso por el valle Balboa hasta el mallín, terminando en una hermosa laguna de deshielo (bautizada como Laguna Campana en honor al cerro que alimenta sus aguas), la ruta por las altas cumbres del Parque Nacional Cerro Castillo, con la (casi certera) posibilidad de encontrarse con huemules, y finalmente el descenso hacia el Valle Ibañez. Dependiendo del nivel de los senderistas y del tiempo disponible se debe programar debidamente hasta que punto se va a llegar en el viaje.

Ascenso a Laguna Campana

  • Duración: 2 días
  • Distancia: 22.9 km
  • Ascenso: 1402 mts ↑
  • Descenso: 635 mts ↓
  • Desde - Hasta : Última casa del valle - Desvío a Laguna Campana.

Partiendo desde la reja, caminar 2.3km por camino vehicular hasta que se abre una valle a la derecha cruzando un portón y una casa, en dirección sur. Seguir por aquí por sendero bien marcado, siempre en ascenso, subiendo por el valle y manteniendo el río Balboa a vista y a la izquierda. Si se ve gente en la casa o en la ruta, ser respetuoso y pedir permiso para el acceso.

En el km 11 el sendero baja a la rivera del río y en el km 12 ya es necesario cruzar el río a su orilla este, el primero de muchos cruces. Además este punto es un buen lugar de campamento para descansar la primera noche.

2.9km mas adelante se debe cruzar el río por 2º vez, de vuelta a su lado oeste, y 200m mas adelante, en un mallín se debe cruzar nuevamente de vuelta a lado este. En este cruce hay una pequeña isla por el centro del río, la cual se debe seguir hasta el final 50m para finalmente cruzar al otro lado.

El sendero continua subiendo por el valle, pasando por un espectacular salto del río, y 2 cruces de río mas (cruces nº 4 y nº 5). Aquí el sendero se interna en el bosque, y se continua en ascenso, por 3km mas hasta llegar al mallín principal.

El mallín es plano, ancho, y largo, permitiendo avanzar fácilmente por la arena y rocas del río. Unos 1,3 km recorridos se llega a un refugio de arrieros, el cual como se mencionó antes es posible encontrar la silla del accidente aéreo ocurrido en los años 80'.

Finalmente, Unos 1,8 km mas adelante se llega a un notorio arroyo de color gris, bajando desde el cerro. Aguas arriba está la laguna de deshielos del cerro Campana. Se recomienda hacer campamento abajo, mas protegido del viento, y recorrer los 1.44km y 140m de desnivel para a llegar a ella (20 min de ascenso).

Altas cumbres del Parque Nacional Cerro Castillo

  • Duración: 1/2 a 1 día
  • Distancia: 8.4 km
  • Ascenso: 381 mts ↑
  • Descenso: 284 mts ↓
  • Desde/hasta: Desvío a Laguna Campana - Campamento final por cumbres.

Continuando por el mallín por 2,7km se llega finalmente a su extremo sur, donde la existencia de humedales marcan el nacimiento del río Balboa. Mirando hacia la izquierda se ve un portezuelo por el cual se puede continuar, hacia el Valle Ibañez. Ascendiendo por el cerro a campo traviesa por el bosque, se llega a otra pequeña huella la cual se sigue por las alturas de los cerros.

En toda esta ruta es posible encontrarse huemules, viendo el autor de esta ruta 3 de ellos observándonos curiosamente desde la distancia.

Unos 4km por estas huellas, siempre en altura sin entrar al bosque a la derecha se llega a un mirador. Desde aquí se puede tener una panorámica de las alturas y los cerros cercanos.

Este es el punto mas lejano hasta donde se puede llegar solo con conocimientos de trekking y cruzado de ríos. Pasado este punto el nivel técnico de la ruta aumenta drásticamente, recomendándose continuar solo a gente experimentada.

A la izquierda del mirador hay un nuevo río, y unos metros pasados una parte protegida del viento para dejar la carpa y descansar para el duro descenso del día siguiente.

Descenso al Valle Ibañez

  • Duración: 1 día (7-9 horas aprox.)
  • Distancia: 8 km
  • Ascenso: 175 mts ↑
  • Descenso: 1023 mts ↓
  • Desde/hasta: Campamento - Final de la ruta en Carretera Austral.

Partiendo temprano el descenso, nos devolvemos hacia el río y empezamos un descenso a campo traviesa por el bosque, buscando la mejor ladear hasta llegar al valle abajo, 300m de desnivel. En este valle hay un extenso mallín, el cual seguimos hacia la cara oeste.

En este punto ya es posible encontrar huellas de arrieros, e incluso marcas de motosierra en los troncos botados. La ruta que se tomó va siguiendo este sendero en dirección oeste para nuevamente entrar a campo traviesa. Se sospecha que si se seguía este sendero en dirección este era posible seguirlo hasta el valle y el final del sendero, pero lamentablemente no se realizó por perder la huella en la maleza. Se deja constancia de este hecho por si futuras expediciones quieren intentarlo y lograr una ruta mas fácil y segura. Además, en el libro de Grossen está es la última referencia encontrada de la ruta, mencionando una "meseta pantanosa" luego de 7km recorridos por las alturas. Se supone que él tomó la ruta hacia el este.

Al llegar al extremo oeste del mallín se acaba el sendero, debiéndose volver a tomar alturas, ahora a campo traviesa por la dura vegetación patagónica subiendo por un cerro con poca vegetación en dirección sur. Existen numerosas huellas de huemules arriba, por lo que se puede tomar la mejor de ellas para poder recorrer mas rápido.

2km recorridos por el cerro, ya se puede ver abajo el Valle Ibañez y la Carretera Austral, por lo que solo falta bajar. Es critico en este punto moverse por la maleza hacia el este, ya que de descender por este punto la ruta cae a precipicios de roca, imposibilitando el descenso. Seguir la ruta con GPS para encontrar la pendiente tomada por los autores, necesitando solo 2 largos de rapel de 10m c/u. Notar en la imagen adjunta que de haber continuado hacia el este la ruta podría ser un poco mas fácil que la realizada.

Una vez en el valle profundo ya aparecen nuevamente evidencia de vacas y senderos humanos, caminar en dirección sur tomando cada vez mejores senderos hasta encontrar el camino principal que te lleva a un valle mas profundo y con bosque abierto, y finalmente hasta el carrito para cruzar el caudaloso río Ibañez. A pesar de que puede parecer peligroso, este carrito es utilizado regularmente por los vecinos del sector. Para cruzar, el pasajero debe impulsarse con la palanca metálica que está dentro del carro. Una segunda persona puede apoyar desde la torre jalando con el cable. Para mayor seguridad cruzar 1 persona a la vez. Una vez del otro lado hacer autostop para llegar a Cerro Castillo, a 20km de distancia (Pasan suficientes vehículos para poder realizar esto con poca dificultad).

Tiempo Esperado

  • El ascenso hasta la laguna Campana toma alrededor de 2 días, con 1 día extra para bajar de vuelta (3 días total). Si se quiere llegar hasta el final del valle, agregar 1 día extra para ir y volver.
  • En caso de realizar la travesía completa, estimar 1 día extra para llegar hasta el portezuelo mas el descenso por el lado sur (3 a 4 días total). Dado lo complejo de la ruta, la falta de buenos lugares para acampar y la poca agua disponible, se recomienda partir el descenso bien temprano para realizarlo en 1 día largo.

Permisos / Tarifas

Gratis-y-sin-permisos.png Esta ruta es gratis y no se requiere permiso

Contratar Guías

Alejandro Galilea (+569 98844950) Ofrece esta ruta a caballo hasta la zona de altas cumbres, en 3 días.

Recomendaciones

  • Checklist: Aunque sepas perfectamente lo que debes llevar, es preferible chequearlo al empacar. Esta ruta ha sido clasificada como Checklist de equipo tipo 4: ruta de baja altitud, sin nieve ni frío, con acampe.
  • Bajar toda la basura ya que nadie lo hará por ti.
  • Todo el ascenso de la ruta hasta el paso va siguiendo el río Balboa, por lo que no se necesita llevar agua. Pasado este punto el agua escacea por lo que es necesario ser cauteloso. Se marcan en el mapa los arroyos disponibles.
  • Para minimizar el riesgo de incendios forestales evita hacer fogatas.
  • Esta ruta exige el cruce de caudales delicados. Lea las técnicas de cruce de ríos.
  • Esta ruta pasa por habitat de Pumas, por ende es importante seguir las recomendaciones de Conaf.
  • Esta ruta pasa por zona de huemules, ser respetuoso con ellos.

Anexo: Extracto crónica de Grossen

Extracto del libro Visión Histórica y colonización de la patagonia occidental, de Augusto Grosse, páginas 143-155, del cual se obtuvo la idea de esta aventura. Escaneado con reconocimiento óptico de caracteres, por lo que hay errores en la adaptación y se presenta de la mejor forma posible.

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