Logo Patagonia.png

Cambios

Saltar a: navegación, buscar

Historia del montañismo en Chile

41 bytes añadidos, 23:02 18 feb 2017
Patagonia vertical
==Patagonia vertical==
Respecto al sur, el explorador británico Harold Tilman, himalayista, fue continuador de De Agostini.
 
En el yate ''Mischief'' (“Travesura”) navegó desde el Reino Unido al Estrecho de Magallanes. Solo uno de sus tripulantes era también montañista, por lo que contactó a la Federación de Andinismo de Chile. Le recomendaron el estudiante universitario Jorge Quinteros. Junto a él realizó la primera travesía transversal de los hielos patagónicos. Tomaron 40 días, desde el fiordo Peel hasta el Lago Argentino. Quinteros relató así lo sucedido el día decisivo, el 18 de enero de 1956:
 
{{cita|A las 5:45 partí con Tilman en demanda de la meta anhelada, siguiendo la orilla sur del. ventisquero. Debimos recorrer este día ida y vuelta una gran distancia sobre hielo en el glaciar mismo para atravesar más tarde zonas de rocas, morrenas así como también debió vencerse una espesa vegetación ya en lugares más bajos […] Siendo las 12 vimos finalmente coronados por el éxito nuestros esfuerzos al alcanzar la orilla del Canal de los Témpanos del lado argentino, completando así el cruce del hielo continental de agua a agua.|Jorge Quinteros }}
 
En 1980, el yate en Tilman que navegaba hacia la Antártica desapareció sin que se haya sabido jamás de su suerte.
 
La primera iniciativa patagónica de la Federación se dirigió al Paine. Dos argentinos del Club Andino Bariloche habían perecido en un intento. Diez federados, bajo Eduardo Meyer, escalaron dos cumbres del sistema. La de 2600m la llamaron “Bariloche” en memoria de los caídos, y la Central de 2750m. No pudieron triunfar sobre la principal (3050m).
 
Dos años después arribó una expedición de nueves japoneses al mando de Taoru Tanaka, a la que se integraron nueve federados. Ascendieron el macizo glacial Arenales (3440m), y exploraron varios ventisqueros y valles glaciales. Nueve chilenos se integraron. Como parte de su aprendizaje, la Federación declaró formalmente la importancia de fomentar el andinismo de invierno y las técnicas de esquí de montaña, a objeto de prepararse para los Andes patagónicos,
 
Eric Shipton, otro himalayista británico, penetró por los ventisqueros Onelli y Upsala, ascendiendo en el primero un pico de unos 2500m sobre la divisoria de aguas. Un año después, buscó localizar un volcán activo de la Patagonia, tras noticias de erupciones y hielos manchados de cenizas. Gracias a las fotografías aéreas del Instituto Geográfico Militar, Shipton ubicó el acceso al monte Lautaro. Una vez allí observó
{{cita|una larga línea de picachos, con una vistosa puesta de sol como fondo. A 100m de la cumbre del más alta de ellos, el Lautaro, el hielo del lado norte presentaba una rajadura negra, de la cual escapaba una constante corriente de vapor, que se elevaba verticalmente por unos cientos de metros, para disolverse después con el viento del sur.|Eric Shipton }}
 
Shipton encontró una pequeña partida de cuatro chilenos que perseguían la primera ascensión del monte O'Higgins (2910m). Shipton guardaba sus dudas. En su momento, escribiría que:
 
{{cita|La maciza cordillera del Cerro O'Higgins estaba delicadamente teñida por el oro del crepúsculo y parecía, con sus remotas cumbres y la armadura de sus glaciares colgantes, tan impresionante como cualquier gigante del Himalaya|Eric Shipton}}
 
El jefe notó:
 
{{cita|En los brevísimos momentos de rápida plática los grupos intercambiaron impresiones, el grupo británico se mostró algo escéptico sobre las posibilidades de los universitarios chilenos, ya que la temporada estaba avanzada y el número de días que disponían para realizar la ascensión eran muy pocos.| Eduardo García }}
 
La expedición, no obstante, tuvo pleno éxito. Shipton se lanzó de lleno a explorar la Patagonia. Sus expediciones fueron:
*1960-1: con Eduardo García, Ceodomir Marangunic y Jack Ewer. Travesía de norte a sur de Campos de Hielo Sur, desde el Canal Baker y glaciar Jorge Montt hasta el glaciar Upsala, ascendiendo los cerros Don Bosco (2500m, así llamado por De Agostini) y Murallón (2810m).
*1963: con Claudio Cortés, el argentino Peter Bruchhausen, y el compatriota John Earle, exploración completa del glaciar Francés y ascensión de dos grandes macizos fueguinos, Boye (2300m) y Francés (2250m).
La última empresa de Shipton antes de fallecer fue la ascensión del monte volcánico Burney (1750m), al tercer intento, el 10 de marzo de 1973, junto a tres chilenos.
 
Entre el 24 de noviembre y el 31 de diciembre de 1962, García Marangunic y seis militares bajo el teniente coronel Florián Silva, atravesaron transversalmente Campos de Hielo Sur, desde el fiordo Exmouth al Lago Eléctrico, en Argentina. Regresando por la misma vía.
En Aysén, un grupo universitario encabezado por Osvaldo Latorre efectuó las primeras ascensiones de los cerros [[Cerro Castillo|Castillo]] (2675m), y Puntudo (2500m), en enero de 1966. La Torre Norte del Cordón Cochrane (2500m), recibió la primera visita de García, L. Latorre y E. Villalobos el 12 de febrero de 1976.
 
En 1968, había una expedición británica y una chilena buscando el Cuerno, y una italiana que anhelaba el Escudo.
 
{{cita| Al llegar al lugar donde habían vivaqueado los ingleses [quienes venían de conseguir la primera del Fortaleza] sintieron un terrible grito que los hizo salir corriendo. El grupo británico se había devuelto de su intento al Cuerno por el mal tiempo y en el descenso se deslizó una laja fracturando el tobillo de la esposa del jefe. Colaboraron en bajarla al lugar del vivac, resolviendo que dos de los nuestros descendieran ayudando a los ingleses, mientras los otros dos efectuarían una ascensión de exploración al día siguiente, pero el mal tiempo los forzó a descender […] El 31 de enero amaneció mejor y se determinó hacer un intento de asalto a la cumbre, el que iba concretándose en verdadero a medida que se ascendía y el tiempo mejoraba paulatinamente […] Los andinistas enfrentaron el problema máximo de la ascensión de la siguiente manera: dos cordadas, una formada por Oyarzún y Latarre, rápida y en buen estado físico, y la segunda más lenta integrada por García y Aguilera, las que independientemente comenzaron a subir por la misma ruta. A las 5:30 de la tarde más o menos y enfrentando la parte más difícil de la pared, el jefe propone descender dado lo avanzado de la hora y las dificultades que quedan por vencer. Expone que la cumbre será alcanzada tarde o bien, se arriesga un vivac en la pared […] El resto se resiste y dada la dificultad extrema que se enfrenta en ese instante, se resuelve realizar un último intento de pasarla. La pasada es vencida al fin; se coloca una cuerda fija, para economía de tiempo no se recupera ningún clavo y las cordadas no hacen ya relevo de puntero, pues el tiempo apremia. Las dificultades se suceden y casi debajo de la cumbre hay todavía una pasada colgando al vacío, que se supera con dos clavos y una cuña de madera, con un pequeño [[Glosario#e|extraplomo]]. Luego se suceden algunas pasadas de mediana dificultad, para seguir con las clásicas rocas fáciles en las inmediaciones de la cumbre. Eran las 6:30 más o menos cuando el grupo de andinistas alcanza la cumbre| Eduardo García}}
 
Eduardo Parvex y Gastón Oyarzún lograron después el segundo ascenso del Fortaleza.
 
Los italianos por su parte enrumbaron al Cerro Escudo (2500m), cumbre que lograron el día 31 de enero de 1968, con 200 clavos y 1100m de cuerdas fijas. Los chilenos quedaron sin rivales para escalar el magnífico Cuerno Principal.
 
En 1969, nueve checos bajo Zdenek Vic se reforzaron con Jaime Sepúlveda y Gastón Oyarzún y el grupo se estableció en el [[trekking Torres del Paine|Valle del Francés]]. Un intento al Cuerno Norte del Paine fracasó, pero tres ganaron la cima de un pico rocoso de 2150m, que bautizaron Cerro Ostrava, su ciudad de origen. Oyarzún, Pavel Klimza y Leos Horka ganaron otra de 2300m, que recibió el nombre más adecuado de Trono Blanco. Ambas montañas pertenecen al Cordón Olguín.
 
Guido Monzino conquistó la Torre Norte del Paine (2250m) y la cúpula de extraña glaciación del Cerro del Paine en enero de 1958. Las autoridades tomaron la extraña decisión de reservar la montaña para su grupo, impidiendo el paso de una expedición argentina.
 
Al mismo tiempo que Monzino Walter Bonatti, Carlo Mauri y Cesare Maestri, junto a varios argentinos, intentaban el prodigioso Cerro Torre (3020m).
En el transcurso de ambas expediciones, se ascendió la cumbre del Cerro Moreno (3249m) del Cordón Mariano Moreno, se atravesó el Cordón Adela y se escaló el Cerro Grande, 2808m. Sin embargo, ambos grupos fueron rechazados por el Torre.
 
Maestri volvió al año después y con el austríaco Toni Egger. Maestri afirmó haber alcanzado la “sobrehumana conquista del Cerro Torre”. Egger, falleció en el descenso, con la máquina fotográfica. La veracidad de la conquista quedó en entredicho. En 1970, Maestri volvió con un compresor de 200 kilogramos para insertar clavos en la pared, y aun así fracasó. Británicos, norteamericanos, japoneses, españoles, argentinos y suizos fracasaron en la increíble montaña. Cada derrota exacerbaba la polémica. En enero de 1974 las “arañas” de la expedición Ferrari lograron al fin vencer su pared oeste.
 
En enero de 1963, una expedición británica y otra italiana se establecieron en la base de las torres del Paine, ambas compitiendo por las torres Sur (2500m) y Central (2450m). Chris Bonnington y Don Whillans, del Reino Unido, vencieron primero en la Central con un claveteo constante. Para demorar a los italianos, el último de la cuerda retiraba los clavos. En el descenso, se cruzaron con sus competidores, quienes llegaron a la cumbre al día siguiente.
 
En la Torre Sur, los papeles se invirtieron. Tanto los Italianos por el noreste como los británicos por el sur fueron detenidos por mal tiempo. Necesitaban solo un buen día, pues ya habían equipado con cuerdas fijas y escaleras de cuerdas las partes inferiores. El 8 de febrero los italianos, hartos de la espera y la tensión, partieron aun con mal tiempo, estimulados por el jefe de expedición, el agresivo Giancarlo Frigieri. El tiempo mejoró.
 
{{cita|Les dije que cinco minutos podían bastar a producir un cambio completo en la situación; decidieron que al día siguiente atacarían, aun con mal tiempo. Esta vez el tiempo, que mejoró alrededor de las 9 a.m, se puso a su favor. A las 13:30 Aste y Taldo vencieron la terrible dificultad de “el hombro”, afrontaron un filo y a las 3 p.m. pudieron lanzar desde la cima un grito victorioso. De los británicos, ninguna traza.
 
Supimos después que los tres británicos se encontraban en aquel momento en una saliente, a 300m más abajo. Al oír los gritos sus ánimos decayeron y empezaron el descenso. Entretanto Aiazzi, Nusdeo y Casatti, que habían obtenido un óptimo documental filmando las dos escaladas hasta las cumbres mismas, continuaron ascendiendo, reuniéndose a sus compañeros en la cumbre a las 18:30| Giancarlo Frigieri}}
 
Los japoneses hicieron dos cruces de campos de hielo.
 
En 1969, cinco miembros del Club Alpino Rokko Gakuín cruzaron desde Exmouth al paso entre los cordones Mariano Moreno y Riso Patrón, abandonando su equipo en el hielo, incluyendo trineo y carpa. Al arribar a la Estancia Cristiana, tras 61 días cargaban apenas 9 kilos de peso cada uno. Ascendieron de paso el R6 (o cima número 6 del Cordón Riso Patrón).
 
El segundo cruce nipón fue de tres jóvenes de la Universidad de Jochi en 1971:
 
{{cita|Aunque pocas cumbres de la Patagonia sobrepasan los 3000m se puede decir que ésta es hoy una de las regiones más fantásticas que hay, pues tiene su mundialmente famoso perverso clima y sus glaciares que doblan en tamaño los del Karakorum. Otra razón por la que deseábamos hacer nuestra expedición era que concedíamos mucha importancia al ansia por lo desconocido. Y también porque queríamos hacerlo nosotros mismos, sin ayuda de nadie. Aquí no podíamos emplear sherpas y no hay trineos tirados por perros como en Alaska y Groenlandia. La clave del esfuerzo, terminara bien o mal, se contenía en nosotros mismos.|Expedición japonesa a la Patagonia de 1971}}
 
Desde el fiordo Falcón, arrastraron su trineo de 600 kilos y con 29 campamentos llegaron al fiordo Europa, por un altiplano de 100 kms en línea recta. Ya casi sin comida, llegó una lancha de carabineros a recogerlos.
 
Otros nipones treparon también al Paine Norte, que calificaron de “salvajemente difícil” y Cerro Olguín, 2250m (enero 1969). Otro grupo anunció su triunfo en el Cerro Cubo (2920m).
 
Aunque Conway exploró primero el monte Sarmiento, De Agostini lo fotografió e hizo famoso. Saint Loup lo llamó “la montaña más hermosa del mudo”. El mismo Padre Patagonia, ya de 73 años, dirigió la exitosa expedición italiana de 1956, que con infinita paciencia dejó pasar temporal tras temporal, hasta que Carlo Mauri y Clemente Maffei ascendieron la cumbre el 6 de marzo. Sus compañeros, con el jefe Giuseppe Morandini, esperaban abajo, invisibles bajo la espesa niebla fuegina. Maffei describió la cúspide como la ''”piu tremenda e la piu fantástica cima della mía carriera alpina”''.
Hubo muchas otras expediciones al monte. Los japoneses de T. Tuji tuvieron que contentarse con los picos 1480, 1840, y 1860, del extremo oeste del Cordón Navarro. Los norteamericanos de Jack Miller en 1966 ascendieron a los picos Ona (2200m), La Vela, Escondido, Diente de Tiburón y Filo Helado (1800m) y también en el Cordón Navarro, el Ahnikin (1800m), así bautizado por un famoso jefe yagán.
 
Los italianos (Agnolotti) consiguieron al cuarto asedio la cima occidental inescalada del Sarmiento, y se anotaron a su favor el Monte Buckland (o Monte Parva hasta la llegada de FitzRoy).
 
La ''Spedizione Tierra del Fuego 1966'' dirigida por Casimiro Ferrari contaba con los expertos O. Alippi, G. Machetto, O. Pirovano, C. Giudici y sobretodo Carlo Mauri. En el campo base en Bahía Encanto, los temporales y el viento “podían pulverizar el agua” según Mauri. El 6 de febrero comenzaron la escalada en tres cordadas y turnándose en los muros. Con ''provata técnica del sesto grado'', lograron aferrarse al filo sur, que era la clave de la ascensión. De él escribió Mauri:
 
{{cita|Esta difícil y peligrosa travesía será la clave del triunfo. Bajo nosotros, un salto de 1500m. Afortunadamente todo lo expuesto de este pasaje lo ocultaba la niebla que llenaba el vacío.
 
La nieve del filo es inconsistente y frágil. Nos movemos uno a uno con cuidado. El fuerte viento no permite sentarse. Ferrari y Giudici ya están en la cima y después todos gozamos de esa inmensa alegría... nos abrazamos... fijarnos las banderas de Italia y de Chile en una picota y por turno levantamos este símbolo de la victoria.
 
La cima del Buckland es estrecha, y siendo toda de hielo puede caer, deslizarse hacia abajo. No nos permitimos descanso. Las únicas distracciones, conociendo la importancia de los documentos, son la toma de fotos y de una película […] serán los únicos recuerdos visibles que representarán toda la emoción de la escalada, para después […] cuando tengamos que recluirnos en casa por el resto de la vida.| Carlo Mauri }}
En 1979, un yate de alpinistas escoceses ancló en el Seno Hyatt, del Fiordo De Agostini. Penetraron los glaciares hacia el noreste hasta llegar a un paso de 1000m sobre el Seno Brooks. Siete cumbres entre 1200 y casi 2000m de la cuenca del Hyatt y otra al sur del mismo fueron ascendidas. Otro grupo inglés bajo J. Earle escaló desde la Bahía Yendegaia.
 
La expedición más exitosa del extremo austral fue la neozelandesa de 1969-70, reforzada por el Claudio Lucero. Cumplió la segunda ascensión del San Valentín, con Lucero y 3 neozelandeses, el 23 de diciembre. También las primeras a los vecinos Cuerno de Plata (3500m), Fiero (2960m), Pico Sur (3100m), La Torre (2750m), Cristal (2750m), Hyades (3070m), Cono Helado (2300m), Siniolchu (2300m), Turret (o Torrecilla, 2000m) y Aguja Aguda 2400m. Además, la segunda ascensión del Mocho (2500m). Lucero participó además en la del Pico Sur.
 
Posteriores expediciones neozelandesas repitieron ascensos al Aguda y Cono Helado y también escalaron algunas cimas menores del macizo San Lorenzo y otras en el Glaciar Dickson, al norte del Paine. Más importante fue la de 1972, reforzada por Rómulo Tarsetti. Con pésimo tiempo sólo pudo hacer ascensiones a las cumbres “2700”, “2700” y al Cerro Cachet, 2800m.
 
La última gran expedición neozelandesa fue la de la Tierra del Fuego dirigida por S. McAndrews. Sus ocho miembros repitieron el ascenso al monte Darwin y llevaron a cabo las primeras de nueve cumbres sin nombre, bautizando a varias.
 
La primera ascensión chilena del Fitzroy tuvo lugar cuando Gino Cassasa, de 21 años, y el austríaco Walter Bertsch, de 20, treparon la ruta norteamericana en 1980. Cassasa repitió una primera con la Aleta de Tiburón (1800m) y tres compañeros. El Cerro Castillo del Paine (2400m) fue rematado por andinistas de Rengo. En febrero de 1984, Cassasa otra vez y tres compañeros efectuaron dos escalamientos de la Torre Norte del Paine, además de un intento a la torre Central.
 ''Circa'' 1981, cuatro andinistas del nuevo Club Andino de Coyhaique ascendieron el San Valentín. Al descenso, un accidente y congelamiento causaron la muerte Daniel Vidal. Se intentó rescatar el cuerpo con helicópteros, pero las vibraciones de los aparatos provocaban rodados de nieve.  
==La Federación en los tiempos modernos==
En 1971 se realizó un reordenamiento administrativo de la Federación, que se había relajado. Ello favoreció la formación de nuevos clubes y asociaciones.

Menú de navegación