Laguna Trensillas y Cueva de la Mujer
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Descripción General
Una ruta muy interesante y variada que transcurre dentro del magnífico entorno del Parque Nacional Cajas, aunque no forma parte de los recorridos oficiales del mismo. Se inicia bordeando la gran laguna La Luspa, para dejar súbitamente el sendero principal que conduce a Mangococha y emprender una corta pero vertical subida hasta la poco conocida Laguna Trensillas. Se continúa ascendiendo pasando por un curioso agujero denominado “La Cueva de la Mujer”, y finalmente se llega a un estupendo mirador de uno de los muchos valles repletos de lagunas que conforman esta zona. Para el retorno se plantea un recorrido que termina de rodear completamente la gran Luspa.
El sendero es bastante claro y bien señalizado en los tramos que comparte con las rutas establecidas por el Parque Nacional; en el desvío a la laguna y la cueva la senda presenta tramos difusos pero en general es fácil de encontrar; el ascenso al mirador no tiene sendero establecido pero tampoco tiene obstáculos de consideración.
Está ruta se puede combinar con Luspa - Mangococha, Tres Cruces - Luspa o con el Circuito Lagunas Mayores.
Época adecuada
Acceso
En vehículo propio
Desde la ciudad de Cuenca, capital de la Provincia del Azuay, se toma la vía con destino Guayaquil. A media hora se ingresa al Parque Nacional Cajas, se continua por la vía principal hasta el Segundo Control de dicho Parque. Una vez se cruza este segundo control, se avanza menos de un kilómetro, hasta ver a mano derecha un restaurante campestre, ( primera casa después del control a ese costado), sitio donde se puede dejar el vehículo.
La entrada a la senda esta justamente frente a dicho restaurante, del otro lado de la vía.
En transporte público y autostop
Desde Cuenca salen frecuentemente buses con destino Guayaquil que cruzan por él Parque Nacional Cajas. Se debe bajar del bus en una media hora o 40 minutos de recorrido, justo en la primera casa a mano derecha después de cruzar el segundo control de ingreso, Control Huagraruma (en este caso la salida del parque). La entrada al camino se ubica cruzando la vía, en frente de esta casa.
Para hacer dedo hacia allí puede salirse de Cuenca en bus urbano hacia Sayausi, periferia de la ciudad, desde donde no resulta muy difícil encontrar alguien rumbo Guayaquil que pueda acercar hasta el comienzo de la ruta.
Descripción de la ruta
Se toma el sendero cruzando casi inmediatamente un pequeño puente de madera sobre una quebrada, para comenzar un ascenso por un camino pedregoso bastante claro. Existen un par de bifurcaciones en la subida, pero siempre vuelven a confluir pocos metros después, de modo que puede tomarse el ramal que se prefiera. Tras unos 15 minutos de ascenso se llega a una curva donde se tiene la primera panorámica de la Laguna La Luspa.
Allí termina la subida y el camino sigue en un suave descenso bordeando el cerro. Unos metros más adelante, se observa un claro de verde césped que interrumpe el pajonal. Debe buscarse un cruce de la cerca que se tiene a mano derecha, para bajar en diagonal por el cesped hacia el río que desciende de la laguna, buscando llegar a él más o menos arriba de un lugar donde el agua se bifurca en dos brazos que se observan desde arriba. En esta parte no hay sendero definido.
Tras descender cruzando algunos pantanos se debe pasar a la otra orilla del río y buscar un sendero que sube paralelo al agua al comienzo, para ir poco a poco alejándose a mano derecha hasta confluir con un camino bastante claro, que viene bordeando la laguna por su margen derecha pero unos pocos metros arriba de su orilla. Se sigue el contorno de la Luspa hasta la piedra más grande de esta orilla, prácticamente la última de las rocas al lado del agua, (ver foto). La senda principal comienza a subir suavemente apartándose de la gran laguna, unos doscientos metros después de la piedra se debe estar atento a un desvío casi imperceptible, que deja el sendero mayor y, doblando a la derecha, inicia un ascenso bastante vertical de la ladera. Para quien no tenga GPS y no encuentre el desvío, debe buscar cualquier senda de subida a mano derecha, cuando encuentre el primer arroyito que viene bajando a ese costado: hay varios senderos secundarios, lo importante es subir remontando el agua.
En el recorrido registrado en el track, la senda sube cerca de doscientos metros y llega a un humedal donde se desdibuja un poco. Se debe buscar la continuación cruzando el humedal en diagonal, siguiendo la dirección en que se venía. El ascenso prosigue doscientos metros más, girando un poco a la izquierda para cruzar primero un pequeño curso de agua, y finalmente pasar otro mayor, que es el desagüe de la Laguna Trensillas. El cruce no tiene ninguna dificultad y, salvo crecientes excepcionales, no requiere mojarse los pies.
Tras el paso del arroyo se sigue subiendo aguas arriba de él, observando algunas pequeñas pero bonitas cascadas que trae el desagüe en su descenso. Hacia atrás se observa una excelente panorámica de La Luspa, y al fondo Togliacocha. Un poco después el recorrido se desvío ligeramente a la izquierda del arroyo, aunque existen sendas que siguen casi al lado del agua. De cualquier manera, aproximadamente cuatrocientos metros después de pasar el estero, siempre subiendo, se llega a la laguna Trensillas.
Para continuar la presente ruta debe buscarse justo el punto de desagüe, allí se presenta una bifurcación: a la derecha el sendero sigue bordeando la laguna, mientras a la izquierda inicia un ascenso en faldeo, también siguiendo el contorno de la orilla pero ganando altura. Conviene por tanto seguir el ramal de la izquierda que va ascendiendo suavemente, mientras se observa cada vez una panorámica mejor de la Trensillas.
Tras cerca de un kilómetro de avance, la senda deja atrás la laguna y sigue ascendiendo siempre hacia la izquierda. El terreno hasta entonces era principalmente pastizales, pero ahora comienza un tramo con suelo bastante húmedo, lo que desdibuja bastante el sendero. Hay distintos ramales: el track registra un ascenso buscando el terreno más seco, siempre hacia la izquierda, acercándose a la pared rocosa de ese costado. Aunque la senda no sea totalmente clara, no hay mayores obstáculos y el único inconveniente es la humedad del suelo.
A medida que se gana altura se comienza a observar en la pared rocosa un gran agujero redondo: es la llamada “Cueva de la Mujer”, una cavidad de buen tamaño que se alcanza casi terminando el ascenso, unos cuatrocientos metros después de dejar atrás la laguna. Hay un pequeño desvío hacia la cueva y un abrupto ascenso permite ingresar a ella.
Para continuar la ruta no es necesario volver a descender: es posible tomar un pequeño senderito que sale de la cueva y sigue subiendo. En cerca de cien metros se llega a una pequeña pero hermosa lagunilla que debe sobrepasarse por su costado izquierdo; casi de inmediato se alcanza una segunda lagunilla que ahora se pasa por su lado derecho. A esta altura el ascenso prácticamente ha concluido y se sigue por un amplio portezuelo, hasta encontrar rápidamente una tercera lagunilla: el desagüe de esta última ya baja hacia el siguiente valle.
Para culminar la presente ruta hay que pasar el desagüe de esta última laguna, tan solo un diminuto hilo de agua. Un pequeño sendero comienza a subir nuevamente, ahora por la ladera rocosa del cerro que se tenía a la izquierda. Nuevamente hay varias opciones: se eligió la más cómoda y con mejor posibilidad de buena panorámica, buscando un sendero pedregoso que se ve desde lejos, hacia el extremo derecho del cerro.
En menos de doscientos metros se alcanza está senda que asciende un corto trayecto rodeando algunas grandes rocas. Luego la senda se desdibuja, de modo que se continúo la subida por un esbozo de sendero en medio de una grieta, lo más a la derecha posible. Antes de cuatrocientos metros desde la última laguna, se llega finalmente al filo del cerro. El último tramo desapareció cualquier esbozo de senda, pero no hay obstáculos importantes: se trepó fácilmente por la roca.
Ya en el filo se puede contemplar el valle por el que se ascendió, con las dos lagunillas finales, la laguna Trensillas y al fondo La Luspa. Finalmente se giró a la derecha buscando la punta que obviamente presenta la mejor panorámica: el valle al otro lado, donde destaca una alargada laguna: Sunincocha; acompañada de varias otras más pequeñas: Laguna Cueva Escrita y Llipis Loma, además de otras más pequeñas cuyo nombre se ignora. Sobre los cerros al lado opuesto de este valle, también es posible divisar las lagunas Chanacocha grande y Chanacocha Chica. Y en todo el entorno una sinfonía de cumbres rocosas que conforman un magnífico panorama.
Retorno
Existe la alternativa de regresar rodeando la Luspa, por un sendero sin mucha dificultad. Una vez que se desciende de la Laguna Trensillas y se llega nuevamente a la senda principal, se puede doblar por ella a la derecha siguiéndola un corto tramo. Se debe buscar un poco más abajo de esta senda un sendero más pequeño que al principio va paralelo y luego diverge, manteniéndose a la misma altura mientras el principal va subiendo.
Cerca de doscientos metros después se intercepta el desagüe de la Trensillas. Se debe bajar paralelo al agua por unos pocos metros bastante verticales, hasta encontrar una senda pequeña pero clara, que cruza el pequeño arroyo. Tras cruzarlo la senda prosigue un corto tramo hasta desdibujarse al cruzar un humedal. Allí debe buscarse la continuación cerca de la orilla de la Luspa, por dónde prosigue nuevamente un sendero bastante bien demarcado.
Antes de medio kilómetro desde el desagüe de la Trensillas, se intercepta otro arroyo un poco mayor: el hermoso desagüe de la Laguna Canutillos, que viene bajando en medio de varios saltos subsecuentes. Según la época es posible que este arroyo requiera o no mojarse los pies al cruzarlo.
Una vez en la otra orilla la senda continúa un corto tramo por el borde de la laguna, pero antes de doscientos metros debe buscarse un ramal que inicia un suave ascenso por el costado derecho, alejándose un poco del agua. Este nuevo sendero es muy claro, transcurre entre pastizales remontando un pequeño cerro, para descender hacia un bonito valle con varias pequeñas lagunas y humedales.
Aproximadamente ochocientos metros después del desagüe de la Canutillos se llega a un nuevo arroyo que debe cruzarse: aunque no es muy profundo es bastante ancho y posiblemente sea necesario mojarse los pies exepto en épocas de muy bajo caudal. Al otro lado la senda prosigue bajando por la ribera del cauce, volviendo a acercarse a la orilla de la laguna.
Tras un corto tramo cercano a la Luspa el sendero vuelve a abrirse y, unos cuatrocientos metros después del último arroyo, la senda se pierde un poco al llegar a otro humedal. Debe rodearse la zona inundada por la parte de arriba y al terminar el humedal se observa claramente la reaparición del caminito, trepando una peña que flanquea la laguna.
Son solo unos cien metros de ascenso y otro tanto de posterior descenso para superar la peña y volver a un nuevo tramo inundado que ahora debe cruzarse casi por el medio, observándose al otro lado la continuación de la ruta. En este punto aparecen varias sendas, ninguna muy definida: se debe buscar seguir el contorno de la laguna ascendiendo en diagonal a la derecha. Aproximadamente en quinientos metros se alcanza el sendero principal por el que se inició la ruta, por el cual se continúa hasta la carretera.
Recomendaciones
- Ejemplo 1
- Ejemplo 2