Sendero Las Mariposas
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Descripción General
Época adecuada
Acceso
En vehículo propio
En transporte público y autostop
Descripción de la ruta
El sendero comienza en un letrero indicativo, después de las cabañas del Parque Gualquivilo. Inicialmente es una amplia senda que transcurre paralela al Canal del Melado, unos metros arriba de él; aproximadamente trescientos metros después del inicio, la senda se estrecha y se acerca más a la orilla del canal.
Tras un corto tramo empieza el ascenso, al comienzo un poco brusco y empinado, continuando luego en un faldeo bastante suave que va ganando altura mientras se observan las primeras panorámicas del Valle del Río Melado. Aunque la senda es estrecha, está bien demarcada y hay frecuentes señales de piedra que confirman la dirección adecuada.
Acercándose al kilómetro de recorrido se cruza la Quebrada El Damasco, señalizada con un letrero. Cuando se realizó la ruta, (comienzo de otoño), la quebrada estaba seca, aunque se sabe que en invierno y primavera tiene un caudal medio; sin embargo, salvó en crecientes, no parece que sea necesario mojarse los pies al cruzarla. Al otro lado del cauce un letrero indica la continuación del sendero Las Mariposas, que comienza a ascender paralelo a la quebrada, bastante cerca de ella.
Unos metros después del letrero se encuentra la unión con el sendero de descenso: no es muy notorio y resulta fácil seguir por la senda de subida sin percibir siquiera la bifurcación. Antes de medio kilómetro de subida paralela a la quebrada, se desciende a cruzar nuevamente su curso. En la otra orilla el sendero se desdibuja un poco, de modo que se debe estar atento a las señales de piedra.
Continúa la subida cerca al cauce de la Damasco, observándose ya la zona donde se encajona. Aproximadamente doscientos metros después del último cruce, hay un tramo ligeramente expuesto que desciende hacia la quebrada; al superarlo la senda se pierde por unos instantes: debe buscarse bajando un poco, hasta observarse la siguiente señal indicando la continuación de la ruta, trepando un poco para retomar el ascenso paralelo al curso de agua.
Se suben cerca de doscientos metros más hasta cruzar la quebrada por tercera y última vez, ya acercándose a las grandes paredes que la encajonan. En este punto se observa claramente la presencia de algunas cascadas cuando el cauce lleva agua. Inmediatamente después del cruce una clara señal indica una piedra tras la cual debe buscarse la continuación de la ruta: es un sendero pedregoso y muy empinado, cuyo inicio no es muy obvio, pero a medida que se asciende se convierte en una senda bastante notoria.
Aproximadamente tras otros doscientos metros de ascenso, se llega a un letrero indicando la Cueva del Indio: anque abundan las formaciones rocosas de diversas formas y tamaño, no se encontró nada que se pareciera a una cueva. El ascenso prosigue bastante empinado, con terreno pedregoso y resbaloso, debiendo tenerse atención para no perder el sendero que por instantes se desdibuja, y dónde ya prácticamente no existen señales.
Es importante estar pendiente de un letrero a mano derecha que indica la ruta de regreso: su posición, en un punto donde la senda gira 180 grados, hace que sea fácil pasar de largo sin observarlo, más aún cuando existe una senda que prosigue hacia el frente, (opción mirador).
Regreso
Para volver se debe doblar a la derecha en el lugar donde lo indica el letrero. Vienen otros doscientos metros de ascenso en un tramo con varios pequeños pasos un poco expuestos, que deben cruzarse con cuidado en terreno resbaloso y erosionado. Transcurrida esa distancia termina la subida; del lado contrario se observa un sendero de bajada no tan pedregoso y ligeramente menos inclinado que el último tramo de ascenso.
El trazado de la senda no está tan demarcado en el inicio de la bajada y no existen señales; pero buscando el terreno más cómodo es fácil seguir la dirección adecuada y poco a poco la senda se va definiendo. Se desciende en una fuerte pendiente, pero el terreno es mucho más firme que el de la subida.
Al cabo de unos doscientos metros de descenso se toma un filo que divide los cajones de la Quebrada Damasco con su vecina inmediata hacia el Norte; se sigue por este filo cerca de cien metros en los cuales se puede apreciar una nueva y hermosa panorámica del Río Melado. Después la senda gira a la derecha y comienza a regresar hacia el cajón de la Damasco; aumenta la vegetación y la senda se hace más firme y cómoda. Antes de un kilómetro desde el letrero de retorno, se vuelve a la senda inicial por la que se termina de descender hasta la administración del Parque Gualquivilo.
Opción mirador
Está opción es solo para los más aventureros, dispuestos a encarar un terreno no muy amable, gran parte sin sendero definido, para llegar a un punto con excelente panorámica del entorno.
Para seguir hasta el mirador se debe dejar el letrero de retorno y seguir la senda que se tiene en frente. En unos doscientos metros más el sendero empieza a desdibujarse y va desapareciendo paulatinamente. Se debe proseguir subiendo, buscando el terreno más expedito, siempre hacia el costado izquierdo.
A medida que se gana altura se va llegando a un pequeño curso de agua seco, por el que se puede ascender un corto tramo. Se comienza a ver en lo alto el filo de la arista; cuando el ascenso por el curso de agua se comienza a volver complejo, debe girarse a mano derecha y buscar alcanzar el filo que a ese costado ya no está tan lejos. Una vez se alcanza dicho filo, solo se debe doblar a mano derecha siguiendo por él unos cien metros más, para llegar a un excelente punto panorámico.
Tiempo Esperado
Aunque el recorrido es corto, el terreno es complejo, por tanto puede tardar mas de dos horas. Si se visitael mirador agregar por lo menos una hora.
Permisos / Tarifas
Recomendaciones
- Ejemplo 1
- Ejemplo 2