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Cambios
→Descripción de la ruta
Hay que continuar por un sendero pequeño pero claro que va cerca del agua. Siempre siguiendo el borde de la laguna se avanza cerca de medio kilómetro hasta un lugar donde se encuentran algunos botes. A partir de allí hay desaparece la senda, nuevamente se inicia un trayecto de campo traviesa sin ningún tipo de obstáculos. Se debe avanzar ahora hacia el extremo sur de la gran laguna, pero resulta mejor hacerlo apartándose un poco de su orilla y buscando un pequeño filo a la derecha. Desde este filo se pueden apreciar tres hermosas lagunas más, situadas a ese costado.
Llegando al final de la laguna grande, vuelve a verse otra lagunilla más pequeña nuevamente al lado derecho. Finalmente se vuelve a llegar al alumbrado alambrado que ahora resulta un poco complicado para cruzar: debió pasarse arrastrándose por el suelo, literalmente. Justamente a la altura del alambre parece terminar la gran laguna, pero todavía se prolonga unos doscientos metros más, uniéndose a un estrecho cuerpo de agua que la alimenta.
Superada esta etapa se debe buscar llegar a un letrero que se observa claramente en la cima de un promontorio, en frente a mano izquierda. Sigue sin existir senda alguna, ni obstáculos tampoco. Una vez en el letrero de observa a la izquierda un sendero que lleva a otra pequeña pero bonita laguna. Se aconseja acercarse a la laguna y tomar la senda que bordea la roca: aunque es un corto rodeo, evita una zona pantanosa.
