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Los indígenas, en especial los incas, son los verdaderos primeros andinistas. Al respecto, se ha encontrado abundante evidencia.
El nombre Andes, ilustra la importancia que los incas daban a las montañas. Deriva de ''anta'' (cobre), pero no alude al metal solamente, el que se encontraba a bastante distancia de la base de la cordillera. Los incas y sus vasallos siempre tuvieron ante los ojos la majestuosa serranía, muy cuando el sol crepuscular broncea sus rocas. ''Antahuara'', los arreboles cobrizos de los aimaras.
El carácter religioso de este montañismo autóctono estuvo claro ya desde los primeros descubrimientos. El italiano Beorchia señala que los Incas consideraban a los cerros nevados como huac;ls esto es, como ''huacas'' o lugares sagrados. En ellos sacrificaban cuyes y llamas, quemaban prendas, chicha, sancu, objetos valiosos y a veces asperjaban el lugar con sangre, que en ocasiones era de los mismos sacerdotes sacada de entre las cejas, o bien de las víctimas. En muy contadas ocasiones ahorcaban además a un ser humano, enterrándolo en la misma cumbre, rodeado de un abundante ajuar funerario. Evelio Echevarría desenterró a una de esas víctimas en el [[Cerro del Toro]], a 6300m. Se trataban de un joven de veinte años, estrangulado. Aún conserva la marca de la soga alrededor del cuello. Sin embargo, de preferencia enterraban una víctima sustitutiva, es decir: una estatuilla de plata antropomorfa, ricamente ataviada. La función religiosa es corroborada por las abundantes crónicas de los frailes españoles del pasado.
Cabe la posibilidad de que la leña fuera en muchos casos llevada a las cumbres por los ''huaqueros'', para poder así habitar en ellas el tiempo suficiente para ubicar una buena huaca. No se sabe.
Cosa similar ocurre con sus nombres. El Acaramachi, coronado por dos puntas, es el “caracol de piedra” y el Chorolque, el “caracol de plata;” el Coylloriti, la “estrella de nieve” y el Illimani, tan sagrado para los incas de antaño, el “halcón fulgurante.” Algunos nombres pueden ser simplemente gráficos o prácticos: Huallatiri, o “peñas cosidas,” Sarasara o “muchas cosechas” (quizás por ser sus nieves promesa de regadío) y Llullaillaco, “agua caliente.” Pero otros se relacionan con dioses y titanes. Tiquimani, el ciclópeo torreón boliviano, es el “halcón de Tiqui,” el dios del trueno (recordado por Thor Heyerdahl en su balsa Kon Tiki). El volcán Tarapacá rememora al héroe andino Thunupa o Taapac que se rebeló contra un déspota y refugió su torturado cuerpo en las entrañas de un volcán.
{{cita|Después de un esfuerzo ininterrumpido de tres horas se alcanzó la elevada meta; nos encontrábamos a escasísimos pasos del cráter, como los primeros seres humanos que habían escalado un volcán en Chile.|Eduardo Poeppig}}
Antes de regresar a Alemania, Poeppig visitó luego las montañas de la provincia de Aconcagua, aportando interesantes observaciones.
Un viajero llamado William Bollaert coleccionaba muestras arqueológicas, antigüedades y animales para el Museo Británico. Este le asignó un dibujante llamado George Smith. Ambos viajaron por el norte y centro de Chile, probablemente durante 1853, y en junio ascendieron el Cerro Tata Jachura (5252m). En 1980 se descubrieron artefactos incas en la cumbre, pero cuando ellos ascendieron todo estaba cubierto de nieve.
Basilio Alvarado es el primer andinista chileno de nombre conocido. En palabras del explorador costero Francisco Vidal Gormaz:
{{cita|En 1868 el anciano Basilio Alvarado, apreciable i emprendedor vecino de la isla Huar, me comunicó que en arios pasados... en su juventud, ascendió con algunos compañeros a la cumbre septentrional del volcán Yate, teniendo que cortar con hacha gradas en el hielo para alcanzar la cima i que divisó desde ella un llano grande que se extiende al Este i una laguna mucho más grande que la de Todos los Santos. Abrigué desde entonces la convicción de que el río Puelo sale de un lago i lo manifesté al dr. Steffen al emprender su espedición, que la dejó confirmada.|Francisco Vidal Gormaz}}
Downton era botánico profesional, enviado a América por un jardín botánico de Londres para buscar orquídeas y helechos. Viajó luego más al sur y llegó al cráter del [[volcán Hornopirén]]. Según el viajero, “el cráter solo alcanza 1611m, Al oriente de él se eleva un picacho de cenizas que mide 60,8m sobre el brocal”.
En 1883, Hans Berger se alió con cinco chilenos “ferrocarrileros” para coronar el [[volcán Ollagüe]] (5870m), de abundantes azufreras. Berger dejó un extenso informe científico y además una plancha fotográfica del volcán mismo, la segunda que se conode de una montaña chilena.
El mismo año que Berger, el prusiano Paul Güssfeldt visitó Chile. Era un explorador y alpinista de renombre, que había abierto rutas nuevas en el Mont Blanc. Planeó coronar el Aconcagua, entonces inexplorado y sin medir (Claudio Gay le había dado nada menos que 8610m en 1853), pero tan pronto su guía suizo arribó a Valparaíso declaró sentir nostalgia de su patria y deseos de volver. Como consuelo, varios pasos posibles entre Rancagua y Coquimbo, para estudiar la topografía.
En uno de estos cruces, ascendió el Volcán Maipo (5290m) acompañado de dos arrieros chilenos.
{{cita|El 19 de Enero Güssfeldt partió a las 2:20 de la mañana acompañado por Zamorano (64 años) y por Francisco (30 años). A las 6 alcanzaron el [[Glosario#P|plateau]] al lado oeste del cráter, que tenía varios neveros. Allí les alcanzó el viento con toda su fuerza. Zamorano señaló la cima y dijo: “¡Imposible!” Francisco se acurrucó tras una roca y Zamorano se le juntó. Estimulados a seguir, ascendieron sobre pendientes de no más de 20°... Por un tiempo marcharon bien... Las cumbres vecinas comenzaron a abatirse ante ellos. Al mirar atrás, Güssfeldt vio que Zamorano iba muy retrasado y con Francisco entre ambos; la otra vez que miró, Zamorano se había detenido del todo, lo que no era de extrañar, pues tenía 64 años. El cerro argentino Overo (4765m) estaba al mismo nivel de ellos. Francisco siguió cerro arriba., pero a las 12:30 abandonó del todo. A la 1:30 Güssfeldt, sin dificultades, alcanzó la cumbre. Los picos principales que él vio alrededor le parecieron inaccesibles y comparó su apariencia general con la de un tejado empinadísimo, coronado de formas piramidales.|Cronista británico}}
No se sabe a quién se refería Hoek con el ascenso del San Pablo.
{{cita|Nuestro aposentador nos contó... que traía azufre de un monte vecino del Tacora, del Queñuta, desde unos 5000m de altura. Añadió que este monte este monte estaba ya escalado, pero el Tacora, más alto, todavía no lo estaba por ser muy abrupto.|Henry Hoek}}
El Nevado Queñuta (o del Fraile), de 5.530m, hospeda una leyenda de tesoro inca hundido en su cuerpo. El Leona Tacora fue la meta de Hoek, quien ascendió solo (lo que parece haber sido una costumbre en él); desde la azufrera de Chislluma siguió en mulas hasta al Abra (paso) Vilque y desde ahí, con rapidez, hasta la culminación:
{{cita|A las 7:15 había comenzado la ascensión y a las 11:45 me hallaba en la cima, que según mis cálculos tiene una altura de 6060m. Desde el suelo del cráter penetré en la niebla. Sin embargo la ascensión me había ofrecido hasta entonces bastante perspectiva. Menos mal que no toda la ascensión se hizo en medio de la niebla, pues de lo contrario apenas hubiera podido soportarla. Tuve que poner toda la fuerza de mi voluntad para no volverme, aunque, prescindiendo del cansancio que casi me paralizaba, no sentía el mal de las alturas.
Desde luego he de confesar que cometí un gran error.
Subí demasiado de prisa. Todo el que emprende a solas una ascensión con mal tiempo cae fácilmente en este error; pero en ninguna parte se paga como en alturas de más de 5000m.|Henry Hoek}}
La cima del Tacora es una aguja de piedra pómez, inaccesible por su fragilidad. Posiblemente él nunca piso la cima y, encerrado en la niebla como estaba, nunca se enteró.
{{cita|Hemos hecho una primera ascensión, pero por el momento ello nos resulta absolutamente indiferente. Nunca ascensión alguna nos había agotado a tal punto. Incluso los Pollinger están extenuados. Sobre cien guías suizos, opinan, no habrá más de ocho capaces de semejante ascensión}}
La siguiente etapa fue en le frontera con Chile. “Se veían brillar varias cumbres de )rtuas formas elegantes, el Navarro y Los Gemelos, esta última llamada Cerro Blanco por los arrieros.|Nadine de LugunineLougonine}}Está claro que se referían a las cumbres del macizo Los Gemelos (5115 o 5170m5240m). La del Tiortenorte, sin nombre conocido y que ellos llamaron Cerro Navarro por el portezuelo aledaño fue el siguiente objetivo, “un bastión rocoso de cinco puntas— como si fuese una colosal pata de león.” Es posible que se le hayan aproximado por el valle de Vargas. Llegaron a la nada fácil cumbre el XXX 22 de abril.
{{cita|Un filo estrecho y vertiginoso nos lleva al punto culminante. Nuestros rostros están desfigurados. Los Pollinger tienen la cara violeta. Nos creíamos en la cima de una gigantesca catedral gótica que el rayo y las llamas hubiesen consumido|Nadine de Lugunine}}.
El 24 el grupo partió a vencer la doble corona blanca de los Gemelos. Los [[Glosario#P|penitentes]], cubiertos de nieve fresca, derrotaron al barón, pero lo reemplazó el arriero, un tal Ramón. Ascendiendo por una canaleta, cortando penitentes a golpes de hacha, ganaron altura en dirección al filo cumbrero y fronterizo:
En la puna de Tarapacá G. Núñez y O. Soza ascendieron el 4 de julio de 1906 al cerro Piga, 5050m y el día 11, a una cumbre sin nombre de 5142m situada al norte del cerro Chela. El excelente topógrafo solitario José Espinoza Ponce escaló la cumbre del Tata Jachura, 5241m el 8 de abril de 1907 y la del Columtucsa (o Yarvicoya), 5211m el 19 de noviembre del mismo año. Espinoza entregó un breve informe de su ascenso al Tata Jachura diciendo haber dejado en la cumbre “un lindero de piedras, latas de conservas i una botella con un papel con la fecha del reconocimiento;” el informe terminaba con la sentencia: “Hai puna en la cumbre.”
En la cordillera central, frente a Santiago, Riso Patrón mismo había descubierto, bautizado y ascendido al activo [[volcán Tupungatito]] en los veranos de 1897 y 1901. En la cordillera sureña, el infatigable Espinoza ascendió al [[volcán Tolhuaca]] (2820m), en cuya cumbre acampó entre octubre y noviembre de 1909 para tomar mediciones. Y finalmente, la comisión hizo el primer cruce de los Andes patagónicos al remontar el valle y río Pascua, flanqueando el grupo de los cerros Gemelos O'Higgins, por el norte, hasta el lago San Martín, al sur del paralelo 48°.
En cuanto a posibles ascensos a cumbres fronterizas o chilenas por miembros de la Comisión Argentina de Límites, hasta donde se sabe, solo se registraron los de cerros Curutu, Rincón y a gran altura en el Salín, ya vistos. Es de reconocer, sin embargo, que la historia del andinismo argentino no ha sido estudiada y un análisis de las andanzas de aquella comisión bien pudiera depararnos algunas sorpresas. Pero si se debe mencionar la ascensión del agreste picacho rocoso Quinquild Quinquilíl (2200m), vasallo del [[volcán Lanín]], realizada por el ingeniero Emilio Frey, posiblemente el verano de 1896-7. Frey era ayudante de la Comisión Argentina y es famoso por haber sido un propulsor entusiasta de la villa de montaña de Bariloche y además, uno de los cuatro fundadores del Club Andino Bariloche (1931), decano de los organismos andinos argentinos.
En comparación con los chilenos, los topógrafos argentinos operaban con una enorme desventaja. Cuanto más lejos del nivel del mar, más aumenta el error altitudinal. Compárense alturas de ambas comisiones. Es especialmente vistoso el error del [[monte Aconcagua]].
{| class="wikitable"! Cerro Comisión Comisión Medición Argentina Chilena ! Comisión argentina de terlímites! Comisión chilena de Límites de Límites ceros límites! Altitud moderna|-| Aconcagua | 7130 | 6960 | 6959,7 |-| Mercedario | 6800 | 6670 | 6720|-| Tupungato | 6807 | 6550 | 6567 |-| De la Plata | 6310 | 5850 | 5864 |-| De las Polleras | 6235 | 5910 | 5947|}
Se publicaron siete tomos que cubren metódicamente toda la frontera andina desde el Tacora hasta Tierra del Fuego. Además de los quehaceres de la comisión, se incluye topografía, orografía, accesos, recursos, leyendas y tradiciones, historia de exploraciones y de ascensiones. Aparecen mapas y planchas fotográficas. Buena parte de lo que se sabe de la cordillera se llenó en los 14 años en que la comisión estuvo activa. Los mapas, hasta entonces con sendos espacios en blanco, se llenaron en ese periodo.
Riso Patrón nunca abandonó su labor científica relacionada con la cordillera. Escribió sobre el naciente ferrocarril trasandino, sobre el futuro embalse del Yeso, y sobre la Antártica, por entonces solo preocupación de unos pocos balleneros. En 1928 publicó el monumental ''Diccionario Jeográfico de Chile'', un compendio de más de 28.000 topónimos georreferenciados. El [[Cerro Riso Patrón]] (5750m), en el río Olivares, así como el cordón patagónico Riso Patrón, honran a este explorador.
El Club Gimnástico Alemán de Valparaíso fue fundado en 1887 por deportistas que eran más que nada andinistas, Emilio Conrads, sobretodo. Sus socios contaban con dos accesos a la cordillera. Uno, por el [[valle del Aconcagua]] y otro, desde Santiago, por el [[valle del Mapocho]] y el [[valle del Maipo]]. Fueron estos alemanes los primeros “excursionistas de la nieve” que conociera el público chileno. Contaban con un arriero excepcional, José Alvarado, de Las Condes, lugar que entonces se alcanzaba desde Santiago rodando en carruajes de tiro.
El Club Gimnástico Alemán de Santiago fue fundado en 1889 por Emilio Conrads, Adolfo Meyer y Otto Rodiger. Era una sección del Deutscher Turnverein, organizado algunos años antes en Valparaíso para practicar gimnasia en la escuela de jahnJahn. El 7 de agosto de 1924, tomó el nombre de Club Alemán de Excursionismo.
Tras ''trekkear'', se pensó en escalar. Una cima de 4713m, vecina al macizo del [[Cerro Plomo]] la denominaron [[Cerro Bismarck]], en homenaje al cumpleaños del Canciller (1/4/1893). Ese mismo año, fueron reforzados por el entusiasta Gustavo Brant, nacido en Limache y recién llegado de realizar sus estudios en Alemania. Brant y compañeros, más ambiciosos ahora, siguieron la ruta abierta por Güssfeldt hasta el cráter del [[volcán Maipo]]. Tan buenos servicios rindió el arriero Alvarado en esta ocasión que los deportistas bautizaron un paso al norte del volcán mismo con su nombre.
Desde 1893, los socios del Gimnástico se estrellaron con la cúpula de hielo del Cerro Plomo y solo en el otoño de 1896, Brant y Rodolfo Lück llegaron a la cumbre. Creían naturalmente pisar terreno inviolado, pero:
Steffen viajaba con una comitiva de acompañantes muy diversos, entre los cuales chilenos, chilotes y alemanes. En una ocasión, participó Paul Krüger quien, a su regreso a Alemania escribió un libro injurioso contra Chile y plagió los mapas que Steffen había levantado con tanto esfuerzo. El macizo glaciado Cerro Steffen, al interior del valle Aysén, recuerda al ilustre explorador.
Los hermanos Augusto y Carlos Rimbach fueron al [[volcán Llaima]] el 2 de abril de 1909. Se le aproximaron desde Curacautín y acamparon en medio de un paisaje idílico:
{{cita|Al borde de un arroyo que baja de un lago situado al pie de la Cordillera Nevada. Nos rodeaba un paisaje sumamente pintoresco. Los coigües i raulíes se vuelven enanos en esta zona i ceden el campo a los piñones (Araucana imbricata)[... ] Las “ c Lunas “ ''chauras'' nos ofrecían la increíble multitud de sus bayas comestibles, un refresco agradabilísimo. Encima de los pinales apareció el esbelto cono del Llaima|Rimbach}}El mayor interés de los RímbachRimbach, aunque más por curiosidad deportiva que científica, era examinar cráteres de volcanes. Es la primera ascensión registrada de este volcán de la Araucanía (existe un vago reporte de K. G. Vollmer en 1819).
Friedrich Reichert, “el padre de los andinistas”, nació en Alemania. En su juventud, conquistó el “Matterhorn ruso”, Ushba (4707m), Fue contratado por el gobierno argentino para investigar los recursos minerales y realizar levantamientos topográficos. No siempre se apreciaba en círculos oficiales y científicos bonaerenses su costumbre de ascender cumbres durante sus misiones, ausentes del programa científico convenido.
Sus primeros cometidos fueron en la puna del noroeste argentino. En la semana santa de 1905, ascendió el [[volcán Socompa]] (6031m), en la frontera con Chile. Ya casi llegaba a la cima misma:
{{cita|Una arremetida hecha para llegar a su corona dentellada por cierto nos llevó por senderos elegidos a las grandes alturas, mas no a la cima. No quise que el andinista diplomático pudiera encontrarse en situaciones desagradables en aquellas alturas olímpicas.|Friedrich Reichert}}
Tanto se aficionó Reichert a la región de los lagos de Chile que adquirió una propiedad junto al lago Cayutué, donde estableció su hogar.
Entre 1914 y 1940, llevó a cabo ocho viajes de exploración y estudio a la Patagonia. Intentó tres veces el [[monte San Valentín]], en 1920, 1939 y 1940, fracasando las tres por mal tiempo. Los viajes restantes se hicieron a diferentes valles pero sin lograr ascensiones de importancia. Junto a Ilse von Rentzell hicieron la primera ascensión del Cerro Los Gemelos (2000m) en la zona del nacimiento del río Turbio.
Reichert publicó un libro de memorias en alemán, y traducido al castellano por el hijo del poeta Rubén Darío.
“¡Qué lástima que la vida es tan corta y la cordillera tan larga!”, decía Reichert. Hay dos Cerro Reichert que lo recuerdan. Uno, de 5470m, cercano al Cerro de las Polleras, así bautizado por el profesor Humberto Barrera. El segundo, de 5350m, pertenece al grupo glaciado al norte del [[monte Aconcagua]] y fue así denominado en 1953 por andinistas argentinos.
Tres hermanos santiaguinos, Antonio, Avelino y Francisco Fuentes Maturana, ascendieron en febrero de 1912 el [[volcán Tinguiririca]], un logro que repetirían tres años más tarde.
El mismo febrero de 1912, dos anglo-chilenos, Heriberto Trewhela y Ridley Temperley, y un ítalo-chileno, Félix Mondini, acometieron el [[Cerro Altar]] por la mina de Los Bronces. El plan era subir el [[cerro La Paloma]], aún no escalado, continuar por la arista y trepar al Altar. Veinte metros bajo la cumbre Trewhela sufrió una hemorragia nasal y se detuvo:
{{cita|Reposaba un momento con la frente apoyada cuando un hurrah de victoria bajó en sonoras ondas de la cima repercutiendo de cuesta en cuesta i avisando a las rocas i los hielos de los valles de Río Blanco, Yerba Loca e Infiernillo que el hombre había trepado la virgen cima del Paloma. Levanté la vista; divisé a Temperley, veinte metros más alto que yo, en cabeza, blandiendo su mano en el aire, con la ajuiciad ajilidad propia de la alegría, celebrando su triunfo. El Altar lo había vencido por cuarta vez pero en cambio hoi se llevaba la gloria alpina de haber escalado los 4970m del Paloma por primera vez|Heriberto Trewhela}}
Justo en el momento en que se concretaban estas hazañas en forma informal, la institucionalidad comenzaba a tomar cuerpo.
==La primera federación==
En 1926, varios miembros del Caupolicán realizaron una travesía hasta la Laguna del Diamante, guiados por el baqueano “Che Vicente”.
Tras varios años de paseos menores en la [[Cordillera de la Costa]], 1924 es un año de cierta resonancia. En la capital, Theodor Malbranc y Hermann Sattler fundaron una institución hermana del Deutscher Ausflug Verein, que pocos años después arrebató a la filial porteña el cetro de la actividad. Es posible que la creación de está haya motivado a su vez una iniciativa igual en Valdivia, obra de K. Bauer, que no prosperó.
En 1926, el geólogo alemán Friedrich Ahlfeld ascendió el [[Guallatire]] (6071m), haciendo notar que éste no estaba en la frontera chileno-boliviana, sino íntegramente en Chile. Ahlfeld fundó el Club Andino Boliviano (1939) y participó en 1928 en la famosa expedición a la Cordillera Real de Bolivia, de Hans Pfann y Carl Troll. En Chile ascendió el Cerro Oka (5310m) Volcán volcán Ollagüe (5874m) y Volcán Irmputuncu volcán Irruputuncu (5168m).
Carl Troll, geógrafo, junto a algunos “muleros” realizaron entre febrero y mayo de 1927 las primeras ascensiones del Arintica (5595m) e Isluga (5530m). El registro es asombrosamente parco. Solo lo hizo porque eran parte de su programa científico.
El andinismo alemán en el norte cierra con dos empresas que tenían por objetivo al [[volcán Parinacota]] (6330m). El ingeniero Josef Prem, y un joven arriero boliviano apellidado Terán, lo ascendieron en diciembre de 1928 y constataron ambos que el cráter tenía un broquel de 300 por 200m, con 100 de profundidad. En el punto culminante del cráter, al norte, Prem dejó su tarjeta.