Cambios

Desde la barrera de acceso al hotel (km 0 -m384m) son 80 metros de caminata hasta el estacionamiento del hotel. En el mismo estacionamiento, existe un cartel que indica "canchas", subiendo unas escaleras, a la derecha según el sentido de marcha. Tras subir las escaleras, se llega a un camino ancho. Girar a la izquierda, y en breve se pasará junto a dos canchas de tenis abandonadas e invadidas de hierba. Se pasa por una zona de tupida vegetación, hasta llegar a un pequeño estero (km 0,6 - 440m), que a fines de verano podría estar seco. Atención aquí, porque la tentación es avanzar por el lecho del estero, pero no. Se debe cruzar y encontrar el sendero que existe en la ribera opuesta. El sendero remonta algunos metros la ladera y continua paralelo al estero, en dirección Noroeste. En breve, se llegará al bosque quemado. Es un triste paisaje: hectáreas y hectáreas de troncos negros, de lo que solía ser un bosque de peumos, boldos, quillayes y litres. A la fecha de esta visita (septiembre de 2017) se observaban brotes al pie de algunos troncos, pero la recuperación tomará tiempo. El sendero es bastante claro. En el km 2,1 (646m) se baja para cruzar el estero por segunda vez. En este punto comienza el ascenso más pronunciado al Cerro El Mauco. Tras veinte minutos, la huella se interna por un sector de vegetación densa, menos afectada por el incendio, en dirección Noreste. A los 820, la huella da un codo, y se cambia el rumbo hacia el Noroeste. Desde acá ya se aprecia el valle de Curacaví y los primeros atisbos de la Cordillera de Los Andes. Tras un ascenso importante, se pasará por un [[Glosario#T|traverse]] casi plano, después del cual se inicia el ascenso por el filo. Se pasará por una pequeña silla de montar, y justo después, en el km 4,0 habrá una bifurcación de senderos. Tomar la izquierda (marcado con un [[Glosario#S|snupie]]). Se sigue por el filo y se llegará a una segunda pequeña silla de montar. El filo se transforma en una ladera de poca pendiente, que remata en una meseta llamativamente plana (km 5,3 - 1285m). Se pasará una cerca y luego se llegará a una pradera con un puñado de árboles de gran tamaño, buen lugar para descansar. Después de esta pradera, la situación es algo confusa, pues el sendero se desdibuja. Se debe seguir derecho hacia el Norte, no girar a la derecha como sugieren los árboles y algunas huellas animales. Desde aquí a la cumbre, la huella se pierde con frecuencia, pero no es mayor problema, pues la cumbre es muy claramente visible, y el incendio despejó el terreno de obstáculos vegetales. El cono somital, de bastante pendiente, se enfrenta por el Suroeste, o por la izquierda según se ve desde la pradera. No existe ninguna dificultad ni ningún tramo expuesto, como alguien podría temer desde la distancia. En la cumbre existe una bandera de Chile. Hay buena vista a Los Andes y al Valle de Casablanca.