La última parte de la aventura tiene como destino final al peñón de Santa Agueda, coronado su punto más alto, por la formidable Cruz de los Mares. En la primera parte del ascenso la huella se encuentra en buenas condiciones y claramente demarcada, siendo posible observar a la derecha de la ruta, un cerro cuyas laderas están cubiertas por nieve y material pétreo que da forma a un interesante y magnifico cono de derrubios.
La etapa final de la aventura se inicia en dirección al peñón Santa Agueda, a unos 600 m.s.n.m., punto geográfico sobre el cual se emplaza la Cruz de los Mares y el extremo más austral del continente americano, Cabo Froward. La huella prosigue, siempre en ascenso y con fuerte pendiente, a través de una turba muy húmeda y un suelo pobremente consolidado, siendo posible apreciar especies como romerillo, chaura, michay, matorrales achaparrados, coihue y ciprés de las guaitecas. Ya en las cercanías se podrá observar, sobre un gran promontorio rocoso de origen sedimentario y escarpadas laderas desprovistas de vegetación, la inconfundible silueta de la Cruz de los Mares, símbolo de los valores cristianos y mudo testigo del paso de peregrinos, aventureros y exploradores. El trayecto a la cima que está claramente delimitado y habilitado sobre la turba, se encuentra jalonado por catorce estaciones o pequeñas esculturas de madera con imágenes de Jesús, dispuestas en vitrinas metálicas empotradas que semejan el vía crucis y terminan en la propia cruz de metal que corona el inmaculado y bendito Peñón. Ya en la cima del Peñón, se podrá observar la gran estructura metálica y cavilar profundamente acerca del ingenio y esfuerzo del hombre magallánico, desplegados, bondadosamente en una magnifica y austral obra.
Ya en la cima del Peñón, se podrá observar la gran estructura metálica y cavilar profundamente acerca del ingenio y esfuerzo del hombre magallánico, desplegados, bondadosamente en una magnifica y austral obra. El nombre Cabo Froward fue puesto por el corsario inglés Thomas Cavendish, quien navegó frente a la zona en 1587, paso que debió intentar varias veces por los vientos encontrados que debió soportar al enfrentarlo. De esta experiencia del navegante inglés surgiría el topónimo ''Froward'', es decir, porfiado. Desde el punto de vista geográfico, Cabo Froward, como también parte del morro Santa Agueda, bautizado así por Pedro Sarmiento de Gamboa en 1580, conforma la gran inflexión en el rumbo del estrecho de Magallanes, del noreste-suroeste al noroeste, que señala el término continental de América. Por esta razón, el año 1913 el peñón de Santa Agueda fue elegido por el Gobernador Eclesiástico de Magallanes, Padre Luis Salaberry, para erigir en su cima una gran cruz cristiana, en conmemoración del décimo sexto centenario del Edicto del Emperador Constantino, que permitió el culto cristiano el año 313. Esta gran obra de hierro y nueve metros de altura sería inaugurada, al parecer, el año 1913, y con el paso del tiempo y los fuertes vientos de la zona, finalmente seria derribada. Hacia el año 1943 Monseñor Pedro Giacomini, en aquel entonces Administrador Apostólico de Magallanes, tuvo la iniciativa de su reconstrucción, diseñando una cruz monumental de cemento armado y apropiada para resistir la fuerza eólica. En marzo del año 1944 sería inaugurada y bautizada como la cruz de los Mares, símbolo de la cristiandad y referente para los navegantes del estrecho de Magallanes. Sin embargo, nuevamente la rigurosidad de los elementos, y posiblemente el fuerte sismo que afecto la zona el 1949, debilitó la gran estructura la cual, años más tarde se derrumbaría. No obstante estos embates de la naturaleza, el año 1987 y en el marco de la visita a la región de Magallanes del Papa Juan Pablo II, se iniciaría nuevamente su reconstrucción. La nueva Cruz de los Mares, de estructura férrea y transparente y de 24 metros de altura se inauguró en marzo del año 1987. Ya en la cima del peñón se podrá disfrutar de un merecido descanso y contemplar hermosas vistas panorámicas hacia el estrecho de Magallanes, prácticamente en todas direcciones. A unos 200 metros, hacia el suroeste, dos pequeñas lagunas y, a unos 30 metros hacia el norte, dos promontorios rocosos sobre los cuales, alguna vez estuvieron erguidas antiguas cruces. En este punto se ha finalizado el derrotero y comprendido la infinita riqueza y diversidad natural y cultural de una porción única e inigualable de Chile. la Ruta de Los Confines Cabo Froward.
==Tiempo esperado==