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→Descripción de la ruta
==Descripción de la ruta==
Se debe bajar y buscar una senda que rodea las lagunas por su costado izquierdo. Inicialmente es fácil encontrar este paso, aunque a medida que se va llegando al final de la segunda laguna el sendero se desdibuja bastante: terminada la laguna se debe girar a la izquierda y comenzar a bajar acercándose a un complejo de lagunillas que se observa a ese costado, (ver foto).
Se pasa teniendo las lagunillas a la derecha, continuando el descenso por esbozos de senda que van por una hondonada. Aunque la ruta no es totalmente clara, se trata de una pradera sin obstáculos y, bajando por el costado izquierdo de la hondonada, antes de un kilómetro se divisa la Laguna La V: un hermoso cuerpo de agua, más grande que las lagunillas pasadas anteriormente. Llegando a La V, hay que buscar un sendero que la bordea teniendo la laguna una vez más al lado derecho.
Tras unos doscientos metros termina La V y la senda vuelve a desdibujarse. Casi de inmediato se debe pasar otra lagunilla muy pequeña, ( pero con agua al final de la temporada seca); tras la cual se gira a la izquierda. Va apareciendo un sendero más demarcado, que tras cien metros de suave ascenso, reanuda la bajada hacia un amplio valle. En frente, en lo alto de los cerros que flanquean el valle por la izquierda, se puede distinguir el trazado de la senda que deberá seguirse, justo cuando esta va llegando al portezuelo.
Continuando la ruta, ahora se debe descender faldeando con el cerro a mano izquierda; la senda es clara en algunos tramos, pero en ocasiones se pierde entre los pastizales. De cualquier manera, aproximadamente medio kilómetro después de La V, aparece a mano derecha la Laguna del Muerto, en una hondonada al fondo del valle. Hay esbozos de senda que bajan hacia ella, pero no es necesario llegar a su orilla: conviene mantener altura, (incluso más de lo que figura en el track), y seguir rumbo a los pinos que se observan arriba de la laguna: nuevamente no hay una senda totalmente clara, pero llegando a los pinares, se encuentra un trazado más demarcado. Desde allí además se puede apreciar una bonita panorámica de la Laguna del Muerto, y detrás de ella la Laguna del Muerto Chica.
Durante el siguiente kilómetro se repite la misma pauta: tramos donde la senda es bastante demarcada, seguidos de otros donde se torna confusa o se pierde entre los pastizales: de cualquier manera se debe ir ascendiendo faldeando el cerro. Cerca de medio kilómetro después de los pinos, el sendero gira a la izquierda y sube por una hondonada por unos doscientos metros, terminados los cuales vuelve a continuar el faldeo en ascenso. Debe estarse muy atento durante este trayecto, para no perder la dirección adecuada. Los últimos quinientos metros de ascenso la senda se torna más clara, para llegar al primer portezuelo de la ruta poco antes de los cuatro kilómetros de recorrido desde el inicio. Llegando se tiene una magnífica panorámica de las dos Lagunas del Muerto, la Represa de Tasqui al fondo y otra lagunilla más cercana a las primeras mencionadas.
Una vez se cruza el portezuelo, el sendero empieza a descender suavemente siguiendo el contorno del cerro que se tiene a mano derecha. El trazado de la senda puede distinguirse a lo lejos si está despejado; sin embargo si hay neblina es posible extraviarse porque existen muchos caminos paralelos y algunos descienden hacia el valle que se tiene a la izquierda. Hacia ese costado se observa bien abajo la vía de acceso a la ruta, en el sector de las últimas viviendas.
Tras unos cuatrocientos metros de bajada se reanuda el ascenso, siempre en faldeo, hacia un portezuelo aparente. Al llegar a el punto más alto el camino gira a la izquierda volviendo a descender, nuevamente faldeando el cerro ese lado. La senda baja bordeando grandes rocas y en unos doscientos metros reanuda la subida, hacia un segundo portezuelo aparente que se alcanza en aproximadamente doscientos metros más.
Al llegar a ese punto debe dejarse el sendero y doblar a mano derecha, subiendo por esbozos de senda a ese costado: hacia arriba se empieza a observar el verdadero portezuelo que se alcanza en solo trescientos metros desde que se dejó el sendero.
Al llegar al portezuelo se encuentra una nueva senda bastante demarcada, (posiblemente venga de la represa de Tarqui, según lo que se observó). En este punto se puede ya apreciar en frente, al fondo, el Cerro Bolarrumi, donde se encuentra la Piedra Movelona; también se ve hacia abajo a la derecha el Valle del Río Mazucay. Comienza otra bajada, inicialmente muy cerca del filo del cerro Mirador, alternando el costado derecho del mismo con el lado izquierdo, y siempre en dirección al Bolarrumi.
Antes de un kilómetro la senda se aleja del filo y comienza a descender por la derecha. El sendero es bastante claro y bien demarcado, aunque exiten numerosos surcos paralelos que al regreso pueden crear confusión,( por esta razón hay un pequeño error en el track que se grabó en el retorno).
Al cabo de casi dos kilómetros desde el último portezuelo, se va llegando a un sector de lagunillas, (sin agua cuando se realizó la ruta a finales de la temporada seca), donde la senda gira a la izquierda, dejando a la espalda el Valle del Mazucay y bordeando la falda del Bolarrumi que ahora se tiene a ese costado. El sendero en este tramo está un poco desdibujado, pero debe avanzarse bordeando el cerro y sin perder altura.
En unos doscientos metros se llega a una amplia planicie que debe cruzarse en dirección la roca que se observa en la foto. Antes de llegar a ella se debería ver a mano derecha una lagunilla estacional, o al menos, si es temporada seca, su contorno. Hay que bajar por el prado que precede a la roca, (extremo inferior derecho de la foto) y allí se reencuentra la senda bien demarcada. Ya se observa hacia el fondo, a la derecha, el filo donde se encuentran varias de las formaciones rocosas que caracterizan el sector; destacando la imponente y llamativa figura llamada “El Cóndor”.
El sendero dobla a la izquierda de la lagunilla y casi de inmediato sale a otra laguna estacional que rodea por ese mismo costado. Antes de doscientos metros más, aparece una nueva laguna un poco mayor, que se rodea ahora por la derecha. Al final de ella viene un pequeño ascenso, para desembocar el la Laguna Yahuarcocha, donde ya aparecen algunos letreros alusivos a la zona.
