Cambios

Poco después de pasar al costado de una pequeña casita enmarcada entre dos gigantescas palmas de cera, la senda comienza un nuevo ascenso de pendiente moderada. Cuando la subida termina y se llega a un sector casi plano, debe cruzarse un portón de alambre a mano izquierda, para reanudar el descenso hacia el caserío del Manzano, que se observa claramente.

Tras cruzar el segundo portón el sendero se desdibuja un tramo muy breve; buscando a mano izquierda se vuelve a encontrar, reanudando el descenso hasta una tercera puerta de alambre, en doscientos metros más. La senda sigue bajando, se cruza un portón más y ahora se debe buscar la continuación hacia el costado derecho. Unos cien metros después vuelve a tornarse confuso el trazado de la ruta: hay que continuar bajando por el potrero buscando una intercepción de alambres que facilita el cruce del siguiente cerco.