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→Descripción de la ruta
==Descripción de la ruta==
{{Vado Ñuble en El Roble}}
Inicialmente se debe tomar este amplio sendero, pero en pocos metros, pasados un par de álamos, se observa una senda menor a mano izquierda: se debe doblar por ella para continuar por el Valle del Ñuble, aguas arriba. El sendero está perfectamente marcado, siguiendo el curso del río inicialmente bastante cerca de él, pero apartándose ligeramente a medida que se avanza.
Poco después de un kilómetro hay una bifurcación: se debe tomar a la izquierda, cruzando un pequeño arroyo por un tronco; a continuación hay varias sendas que se abren y luego confluyen, conviene seguir el borde del arroyo por un corto tramo, ya que es el sendero más claro y definido.
Vienen cerca de tres kilómetros entre praderas, parches de bosque y planicies aluviales, en los cuales la senda esta perfectamente demarcada, hasta llegar a un estero no muy grande pero lo suficiente para tener que cruzarlo mojándose los pies.
Cruzado el arroyo se debe continuar a la izquierda, ignorando un desvío muy marcado a la derecha. Viene un corto tramo entre arbustos y se vuelve a ingresar al bosque; antes de los dos kilómetros desde el arroyo se llega a un refugio de arrieros, donde Don "Tano Barbas" es bastante amable con los caminantes.
Tras el refugio el sendero se comienza a apartar del Ñuble, internándose en hermosos bosques; sigue siendo en todo momento una amplia senda, prácticamente sin ninguna posibilidad de extraviarse. Tres kilómetros más adelante se llega al Valle del Río Las Minas, donde hay una bifurcación: debe seguirse a la izquierda la senda más demarcada, que llega en doscientos metros al río, el cual debe vadearse. En épocas de poco caudal el vado es bastante simple, dividido en dos brazos.
Tras cruzar el río la senda tiene un pequeño tramo inundado, por lo cual puede convenir esperar a terreno más seco antes de volver a cambiarse de calzado. Cuatrocientos metros después del vado se llega a una casa habitada. Detrás de la casa hay una amplia huella de tractor, generalmente inundada por el desborde de varios canales de regadío. Se debe buscar seguir esa huella. En otoño, con muy bajos caudales en los ríos y arroyos, se pudo evitar mojarse los pies en ese tramo. Posiblemente en otras épocas sea inevitable meterse al agua.
Unos doscientos metros después de tomar la huella termina el terreno inundado y sigue un amplio sendero muy notorio. En el waypoint frent, hay en el track un giro innecesario que poco después regresa a la huella. Es mejor continuar directo por el sendero, como lo indica el punto demarcado. El sendero va ascendiendo, cruza dos alambrados y se interna en el bosque acercándose un poco al río.
Se avanza en una subida bastante moderada durante más de tres kilómetros desde la vivienda, finalmente se desciende nuevamente al río para volver a cruzarlo. El vado es un poco más profundo que el primero, aunque no muy correntoso en épocas de crecientes puede resultar un poco complicado. En la orilla opuesta hay buenos lugares para campamento si se desea pernoctar, mas adelante hay poco lugar adecuado.
La senda continúa subiendo para cruzar, cuatrocientos metros después, un pequeño afluente del Minas. Este arroyo es el que en realidad viene del Salto, por lo mismo se debe estar muy atentos cien metros después para encontrar a mano derecha un desvío muy poco notorio que es el que lleva a la cascada. El sitio esta marcado con algunas piedras, pero aún así es fácil pasarlo de largo.
Si se continúa en frente en vez de desviar a la derecha, el sendero prosigue durante novecientos metros, para descender luego al Cajón del Minas, en un bonito lugar con pequeños saltos y pozos. Este tramo es bastante claro hasta los últimos metros, en los cuales desaparece un poco el sendero; sin embargo debe buscarse siguiendo arriba del río hasta observar nuevamente nítida la senda que desciende al Cajón del río.
Para ir al Salto no debe continuarse hacia el frente, si no doblar a la derecha subiendo, en el punto señalado con las piedras. Aunque al comienzo no es muy notorio el sendero, pronto se define en un surco claro bajo el bosque. Son quinientos metros de empinado ascenso en zig-zag, para finalmente desembocar en medio de las enormes paredes donde se origina la gran caída de agua.
La senda principal llega justo frente a la cascada aproximadamente a mitad de su caída. Hay numerosos sendetos secundarios que bajan y, aunque no hay uno bien definido, es posible llegar sin mayor dificultad hasta el pozo que recibe el gran chorro de agua.
===Tiempo Esperado===
Unas ocho horas ida y vuelta desde El Roble. Si no se tiene vehículo de doble tracción para llegar al Roble, considerar dos o tres jornadas.
{{Sin permisos}}
==Recomendaciones==