Cambios

[[Imagen:Cuernos_del_paine.jpg|thumb|300px|right|Cuernos del Paine poco antes de llegar al campamento italiano. Feb. 2002. Imagen: Francisco Reyes]]

La ruta hacia el interior del valle del Francés comienza en el campamento Italiano, desde donde el sendero se dirige hacia el norte bordeando el río del Francés por la ribera este. Luego de salir del bosque ascenderá progresivamente por un terreno rocoso, con muchas piedras marcadas de color naranjo. Luego de 25 minutos puede ver hacia atrás el lago Nordenskjold mientras encuentra una profunda quebrada con un fuerte torrente de agua que cae. El sendero sigue subiendo por una zona bien pedregosa mientras hacia la izquierda es posible apreciar la inmensidad del glaciar del Francés y del Paine Grande. Diez minutos después hay una escarpada subida con unas cuerdas fijas que ayudan a trepar. El sendero continúa por un filo a través de un bosque de lengas A la derecha hay un pequeño bajo y tras él se elevan las paredes de los cuernos del Paine (2.600 m). Luego de una hora de caminata llegará a un gran torrente de agua que desciende, guíese por las marcas naranjas que continúan a mano derecha. El sendero vuelve a ascender de manera pronunciada por una ladera junto al torrente de agua. Desde continuará por un bosque de lengas maravilloso.

Después de 1 hora y veinte minutos desde el campamento Italiano podrá llegar a un lugar abierto y ventoso conocido como el mirador, a 680 metros de altitud, el cual posee una excelente vista a todo el valle. Desde aquí podrá identificar los cerros Hoja (2.200 m), Espada (2.500 m), y Fortaleza (2.681 m) hacia el este, al sur verá los lagos Nordenskjold, Pehoé y Toro más a lo lejos. Este lugar es ideal para detenerse y fotografiar la bella vista alrededor El sendero se vuelve a internar en el bosque, por lo que en condiciones de fuerte viento como ocurre en verano, la caminata se vuelve más protegida. A veces puede escuchar el estruendo de los hielos que caen del Paine Grande. El sendero continúa por la misma cota paralelo al río Francés, en medio de un tupido bosque, lo cual impide tener muchas referencias del paisaje, aunque se divisa desde el río la notable Aleta del Tiburón (1.717 m). Hay marcas naranjas en los árboles y el terreno es apto para caminar tranquilo, se asciende suave, pero constantemente. El sendero sale del bosque hacia una zona abierta de terreno húmedo y mucha turba (área pantanosa). Hay una excelente panorámica al circo de montañas de roca granítica que conforma el valle del Francés. El cerro Hoja está justo a la derecha y deberá guiarse por las marcas naranjas hasta ingresar nuevamente en el bosque.