Pantallas curvas mejores

Las pantallas curvas crean una experiencia con menos distracciones

La forma cóncava de la pantalla permite que la luz que se refleja sobre ella rebote en otras direcciones, lo que disminuye en gran cantidad los reflejos incomodos que vengan de las fuentes de luz del hogar, como bombillos y ventanas. Esto ayuda a que los negros y demás colores sean mucho más puros y no se contaminen con la luz ambiente, lo que tiene como resultado que la imagen sea mucho más. Además la curvatura también puede obstruir una fuente de luz lateral (una ventana, por ejemplo), lo que disminuye el ‘lavado’ o la disminución de intensidad de color que hace que bajemos la cortina para poder ver bien la imagen.
Estas ventajas ópticas son similares a las que ofrecen los móviles curvos y flexible. Hay que agregar que los OLED permiten un color más fiel y calibrado por transmitir el color directamente desde el diodo, lo que mejora el contraste y el brillo de las pantallas.
Pero en los televisores hay otra ventaja. En las pantallas planas el mejor punto para sentarse es en todo el centro, frente al televisor. Esto es así por dos razones. La primera es que quien se sienta a los lados ve una distorsión trapezoida. La segunda es que, como la luz emitida por el televisor no es uniforme, la imagen se ve un poco más oscura hacia el extremo de la pantalla que esté más lejos del usuario.
Con las pantallas curvas la distorsión es mucho más leve, y esto ayuda a que la imagen no tenga la perdida de color que se produce en las pantallas planas. La visión lateral mejora mucho y deja que las personas que se sientan a los lados puedan disfrutar el contenido como quien está sentado al frente. Así mismo, quien está centrado aprovecha más el ángulo de visión de la imagen que al verla en un televisor de pantalla plana.

Es mejor, pero no es el cine
Durante la entrevista con Soneira le preguntamos que si estas pantallas sí podían brindar una experiencia similar al cine. El expertonos planteó una situación común: el usuario promedio está sentado a 2,4 metros de la pantalla. Una pantalla estándar (55 o 65 pulgadas) tiene más o menos un largo de 1,4 metros. A la distancia en la que se sienta el usuario sólo está aprovechando 28 grados de los 180 que los seres humanos tenemos de ángulo de visión, mientras que "las pantallas grandes de los cines, IMAX por ejemplo, dan ángulos de visión más amplios, que hacen que sean visualmente más inmersivas". Por esta razón la experiencia no es igual que ir a cine.
Otros de los problemas menores ocurre por perspectiva. En las pantallas planas hay una distorsión trapezoidal que se ve en la pantalla, y que se nota más si hay algún tipo de línea vertical u horizontal que resalte más la distorsión de perspectiva. Así mismo las pantallas curvas generan una distorsión óptica de cojín. Estas hacen que las esquinas de la imagen se vean un poco más estiradas, y el centro como si estuviera hundido.
En los televisores que estudió el dr. Soneira la distorsión es de apenas un 1,5% y solo se nota en espacios bien iluminados con líneas de referencia que hagan notar la curvatura. En espacios oscuros esta distorsión casi no se nota. "Pero la imagen que uno ve aparece perfectamente recta porque el cerebro la corrige [la distorsión]" nos dice el experto en pantallas.
Lastimosamente volvemos a caer en el problema que teníamos en los móviles. La producción de dispositivos con pantallas curvas es muy escasa, por su reciente nacimiento. Esto hace que los costos sean mucho más elevados, y eso probablemente será así hasta dentro de de tres a cinco años. Los que hay en el mercado valen en promedio 8.500 dólares, y hasta que la producción se haga en grandes cantidades no bajarán mucho de precio.
Si está pensando en pasarse a UHD es preferible comprar una de las pantallas actuales, con la opción que se dejen actualizar fácilmente a los estándares para transmisión masiva que van a llegar pronto. Cuando la tecnología sea más asequible y el contenido sea mucho más amplio, podrá sacarle todo el provecho a las ventajas de la pantalla curva.

mira que precios