Nevado Juncal
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Descripción general
Su fiero e imponente aspecto, albo e impenetrable, lo convierte en una de las montañas más hermosas y a la vez técnicamente más complejas de Los Andes Centrales. Pocos cerros, y en especial aquellos que están ubicados en Los Andes Centrales chilenos, presentan una ladera Norte tan nevada, glaciada y empinada como el Nevado Juncal. Glaciólogos de diversas partes del mundo han llegado hasta aquí para investigarlo en detalle.
Geológicamente hablando es una montaña antigua en relación a la edad promedio de Los Andes Centrales, lo que se evidencia en los filosos cortes producidos por la intensa erosión a la que están expuestas sus paredes.
- Nota del Editor: Si bien históricamente el Juncal había sido considerado un seismil, hoy está claro que no alcanza esa cota.
Época adecuada
Diciembre a marzo. Ideal es fines de diciembre o principios de enero, cuando los días son más largos y se ha derretido la mayor parte de la nieve invernal sin que se hayan formado aún demasiados penitentes.
Acceso
Tomando la ciudad de Los Andes como punto de partida, dirigirse a la frontera por el camino internacional General San Martín (Ruta 60). Diez kilómetros antes de llegar al centro invernal Portillo se encuentra el Cajón del Juncal, al que se ingresa a través de un camino de tierra que parte del lado derecho del camino en dirección Sur, antes de iniciar el ascenso hacia Portillo y justo después de un caserío. Este camino puede ser transitable en vehículo de tracción simple pero es cruzado por un río que en ocasiones permite sólo el paso de vehículos 4x4. El camino lleva hasta el sector de Los Hornos de la Yesera, que se caracteriza porque hay un par de casas de piedra abandonadas junto a una pequeña vega, desde donde se goza de una increíble vista del Nevado Juncal y del Alto Los Leones. Aquí se acaba el camino para vehículo, debiéndose continuar la aproximación a pie hasta la lengua del glaciar.
La huella que continúa se dirige a un puente de madera para cruzar el río, desde donde prosigue con una pendiente muy suave hasta el sector La Chépica y luego a un sector de morrenas, donde el camino está cortado por el Estero Monos de Agua. Dependiendo de la época, este río puede llegar a ser bastante grande por lo que se recomienda cruzarlo a primera hora en la mañana. Un poco más adelante se encuentra una pirca al lado del camino donde es aconsejable instalar el CAp (waypoints no registrados). Este lugar tiene vista completa al Nevado Juncal y los cerros aledaños, y es un buen lugar para familiarizarse con la ruta.
Desde este punto se prosigue la marcha en dirección al Juncal siguiendo la huella, la que eventualmente se pierde en las morrenas y en el hielo sucio, aledaños al Glaciar Juncal Norte. Una vez que ésta se pierde se debe encontrar la forma de llegar al centro del glaciar donde está la zona más plana y segura que permite un desplazamiento más fluido, para lo cual se debe subir por la izquierda de la gran morrena, teniendo cuidado con la caída de material desde la ladera que limita la morrena.
El largo de la lengua es de unos tres a cuatro kilómetros. Cuando ya se está cerca de los seracs es necesario salir lo más rápido posible, acercándose a la orilla izquierda y cuidando de no exponerse a las caídas de hielo que pueden desprenderse desde éstos. El CB (3370 m) se instala a un costado de los seracs, bajo unos farellones, y se puede llegar subiendo unos 100 metros por una quebrada que baja por la ladera Este del cerro.
Descripción de la ruta
Desde el CB se asciende por un acarreo de pendiente moderada para llegar al sector donde se establece el C1 a 3880 m. Una vez en el C1 hay que recorrer con la vista el sector de Flechas Verdes, que es el farellón de roca situado bajo la base del glaciar que corre paralelo al Glaciar Juncal Norte. Las flechas marcan una ruta de ascenso, pero existen al menos otras dos más que son posibles según sean las condiciones climáticas y la época del año, por lo que se recomienda observar bien para determinar cuál es la que en ese momento ofrece más seguridad. Incluso es recomendable explorarlas todas a fin de decidir con el mejor criterio por cual de ellas ascender. Justo antes del farellón existe un nevero duro y empinado que demanda el uso de crampones, el que sólo se cruza hasta la mitad ya que desde allí es posible remontar hacia la roca. El sector es bastante expuesto por lo que hay que tener especial cuidado.
Una vez sobrepasado este tramo se llega hasta la base del glaciar, que está bastante expuesto a la caída de piedras y tiene una pendiente cercana a los 50º en su parte más angosta. Si bien este paso no requiere de mucha técnica, sí es necesario tener algo de experiencia en hielo. Se recomienda además realizar el cruce temprano en la mañana para evitar las horas cercanas al mediodía que son las de mayor riesgo de desprendimiento de material. En esta zona también hay varias rutas, pero está a la vista cual es la más segura.
Una vez arriba del glaciar hay que pasar algunas grietas angostas, por una pendiente suave a moderada. Un poco más alto aparece una enorme rimaya que está a los pies de la canaleta que lleva hacia el C2 ubicado a 4700 m. En caso de que fuera necesario establecer un campamento intermedio existe, una terraza a 4275 m que forma parte de un espolón y que resulta ideal ya que está libre de avalanchas y de caídas de rocas (ver waypoints).
Entre las terrazas mencionadas y el C2 la pendiente es moderada a fuerte pero es un trayecto relativamente fácil donde la mayor precaución que hay que tener es con la caída de rocas. La parte final de la canaleta lleva a un acarreo extraordinariamente suelto de unos 100 metros de largo.
Desde el C2 el ascenso puede ser directo a la cumbre o contemplando un CA a 5354 m como se hizo en este caso. La ruta va bordeando la roca y un glaciar, y al llegar a los 5000 m hay una rimaya que debe bordearse por la izquierda y que indica la mitad de la ruta entre el C2 y el CA. A los 5150 m el glaciar se va haciendo menos inclinado, facilitando la llegada al CA desde donde ya se ve la cumbre.
Para el último tramo hay que salir del glaciar hacia la derecha a fin de llegar al filo cumbrero desde donde el camino se hace directo y donde también aparece una tenue huella que asciende por el filo, entre piedra suelta y nieve.
El descenso se realiza por la misma ruta de ascenso.
Recomendaciones
- Para ascender el Nevado Juncal no se requiere de permisos especiales, pero se debe dar aviso a Carabineros de Guardia Vieja. Indicar en un escrito nómina completa de participantes, nacionalidad, número de pasaporte o cédula de identidad; incluyendo un detalle de la actividad y especificando itinerarios, fechas, ruta y un mapa de la zona. Por ser montaña fronteriza, en el caso de extranjeros se requiere permiso especial otorgado por DIFROL (www.difrol.cl).
- Para los cruces de ríos se recomienda llevar sandalias o zapatillas. El cruce del Estero Monos de Agua se hace saltando a través de unas rocas grandes que están río arriba desde el sendero. En caso de que no sea posible cruzar saltando debido al caudal del río o a las características del equipo humano, se sugiere avanzar aguas arriba hasta donde la profundidad del río es menor y permite un cruce más fácil.
- La ruta que viene después del C1 es una vía empinada que se asciende sobre nieve en las temporadas frías pero que en verano queda descubierta, obligando a realizar una escalada en roca. En esta zona hay posibilidades de encontrarse con grietas y rimayas, y también pueden producirse caídas de piedras desde los farellones.
- La lengua del glaciar no presenta muchos obstáculos y es relativamente fácil de pasar. En primavera, sin embargo, las grietas están cubiertas de nieve, lo que hace muy inseguro transitar por la superficie.
- En la zona de la cumbre el cruce del glaciar está cubierto de nieve todo el año por lo que es indispensable el uso de cuerda, ya que las grietas abundan y son poco visibles.
- Se recomienda contar con equipo y vestuario de alta montaña. Como parte del equipo técnico se recomienda llevar estacas de nieve, cuerdas, arnés, ferretería, equipo para anclaje y rescate en grietas, piolet y crampones.
- Se recomienda, además, contratar mulas para el transporte del equipo. El arriero José Tobar dispone de mulas y caballos durante los meses de verano. La única manera de contactarlo es yendo a su casa al menos una semana antes de la expedición, en las construcciones de la ex-Tenencia Saladillo. Otras opciones son Luis Astudillo, quien trabaja en la zona de la estación Hermanos Clark, y Hugo Montenegro (34-481164).
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