Puerto Bonito - Puerto Patriada
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Descripción General
Época adecuada
Acceso
En vehículo propio
En transporte público y autostop
Descripción de la ruta
Una vez en Bahía Las Percas hay que continuar por toda la playa hasta el final de ella; allí un pequeño sendero se interna en la vegetación, señalizado por un cartel que indica ," Monasterio 20 minutos ".
Se sigue esta senda y pocos metros más adelante se encuentran dos letreros que indican no acampar ni hacer fuego. En este punto el trazado de la senda se torna confuso, debe buscarse seguir en medio de los dos letreros, teniendo cuidado de no tomar otra senda más grande que va a la izquierda.
Buscando con atención se puede distinguir una pequeña senda que sigue por el bosque, no muy lejos de la orilla del lago; por este senderito se sigue hasta encontrar el curso de un arroyo pedregoso, que casi nunca lleva agua. Hay que atravesar el arroyo en la dirección que se venía, algunas señales de piedra ayudan a no perder la dirección adecuada. Es muy importante encontrar la senda al otro lado del arroyo, aunque sigue siendo pequeña, se nota perfectamente.
Se prosigue bajo el bosque en un suave faldeo de ascenso; aunque con buena observación es fácil distinguir el trazado del sendero, debe tenerse cuidado de no perderlo: hay pequeños tramos obstruidos por ramas o plantas espinosas, tramos que deben rodearse con atención para regresar a la ruta correcta.
Unos setecientos metros después del arroyo seco, se llega a una parte donde varios troncos caídos ocultan la continuación del camino. Se debe buscar un esbozo de senda rodeando los troncos, subiendo por la derecha, hasta volver a encontrar la ruta aproximadamente cien metros después. Tras otros cien metros vuelve a existir un punto confuso, donde el sendero debe buscarse a la derecha nuevamente, pasando bajo una gran roca que queda arriba a la izquierda.
Antes de otros cien metros se llega a un portón de alambre que debe cruzarse. Al otro lado la senda continúa la subida, cada vez con más ramas y obstáculos; aún así se puede distinguir claramente el surco de la ruta original. Trescientos metros más adelante del portón, de nuevo árboles caídos confunden el paso: hay que rodear por la izquierda, pero arriba buscar la continuación a mano derecha, bastante cerca de las rocas que se ven a ese costado.
Cíen metros después términa la subida y comienzan a verse en medio de la vegetación panorámicas del lago y el cerro Pirque a mano derecha. Empieza un pedregoso descenso en faldeo, siempre siguiendo el surco que marca el antiguo paso de arrieros, tratando de no perderlo a pesar de los numerosos obstáculos que frecuentemente obligan a desviar de su trazado: abundan las ramas, los troncos caídos, la rosa mosqueta y los espinos.
Finalmente, aproximadamente dos kilómetros después de pasar el portón de alambre, se llega a la planicie donde se encuentran las construcciones. Hay que rodear las casas doblando hacia la izquierda, por un sendero más o menos claro, que va bordeando el alambrado y siguiendo el curso de una manguera. Llegando a un pequeño tanque de agua se deja el alambrado y el sendero de la manguera, y se continúa rodeando varias construcciones, pasando al lado de una pequeña antena satelital. En este punto no hay sendero, pero manteniendo la dirección Oeste, (paralelo al lago), pronto se intercepta una senda amplia que dobla a la derecha.
Por esta amplia senda se llega a otra, de uso vehicular, la cual debe tomarse a mano izquierda. Viene cerca de kilómetro y medio que transcurre por esa vía, que tiene algunos desvíos en los que siempre debe seguirse el camino principal a la izquierda. A veces se transita bajo reductos de bosque, aunque la mayor parte va por la pradera, bastante alejado de la orillas del lago.
Transcurrida esa distancia se llega a un amplio puente sobre el arroyo Marcelo. Apenas se cruza el puente hay que dejar el camino vehicular y buscar un tenue sendero que sube hacia un alambrado que es visible unos metros arriba, a la izquierda. Se debe pasar el alambre y del otro lado tomar hacia la derecha por un sendero pequeño pero claro.
Se avanza en suaves descensos y ascensos, por una zona con vegetación arbustiva, que viene recuperándose de un incendio algunos años atrás. La senda es siempre clara, casi paralela al alambrado; existe un desvío a la izquierda qué debe ignorarse. Al cabo de casi dos kilómetros de avance se llega a un punto donde el sendero principal se ve muy obstruido por troncos, mientras que a la izquierda sube un sendero menor. Conviene tomar este último que antes de cien metros cruza un pequeño arroyo.
Comienza un ascenso por esta senda un poco estrecha, que aproximadamente doscientos metros más adelante sale de nuevo a otra mayor. Sigue la subida ignorando nuevamente desvíos menores a la izquierda y, al cabo de unos trescientos metros más, termina el ascenso desembocando en un sendero mucho más amplio y demarcado.
El nuevo sendero inicia un empinado descenso, que termina unos setecientos metros más tarde, frente a un portón a mano izquierda. Hay que cruzar esta puerta, (dejando la amplia senda que dobla hacia la derecha), tomando un sendero amplio y definido que transcurre ahora muy cerca del lago, paralelo a su orilla. Antes de doscientos metros se cruza una segunda puerta ingresando a una propiedad de la comunidad mapuche, donde existe un camping.
La senda cruza la propiedad pasando cerca de las construcciones y unos trescientos metros después se sale por otro portón. Metros más adelante se cruza el arroyo que viene de los Cinco Saltos, que pueden visitarse con un corto desvío bien señalizado, unos cien metros después del cruce del estero. En verano avanzado o comienzo de otoño, es probable que el arroyo no lleve agua, pero las cascadas siguen teniéndola.
Tiempo Esperado
Permisos / Tarifas
Esta ruta es gratis y no se requiere permiso |
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Recomendaciones
- Ejemplo 1
- Ejemplo 2