Valle del Artezón


Playita antes del Segundo vado

Caminata por el Valle del Artezón

Mapa de la ruta

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Cuadro Resumen (editar)
Actividad Trekking
Ubicación Ecuador, Tulcán
Belleza Atractiva
Atractivos Vistas panorámicas, Fuente Termal, Río, Formación Geológica, Páramo
Temperatura Termas Óptimas
Duración 3 horas o menos
Exigencia física 0.1 dopihoras
Sendero Gran parte sin sendero
Señalización Inexistente
Infraestructura Inexistente
Topología Cruce
Desniveles +11, -11
Distancia (k) 0.111
Altitud media 111
Habilidades No requiere
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Descripción General

Una caminata corta y bonita, que recorre parte de los páramos de Chiles por la cuenca de un hermoso río. Se avanza entre frailejones y vegetación de páramo, a veces siguiendo senderos de pescadores y en algunos tramos a campo traviesa sin grandes obstáculos. Se pasa por playas y pozos que invitan al baño en un día de calor. Hay posibilidades de avistamiento de fauna, especialmente venados cola blanca.

Época adecuada

Acceso

En vehículo propio

En transporte público y autostop

Descripción de la ruta

Pasado el cruce de las termas se inicia el ripio, por el cual se debe avanzar apenas un par de kilómetros. Poco antes de la señal que indica el kilómetro 23, (desde Tulcán), se observa a mano izquierda un cartel del programa Socio Bosque. Metros antes del aviso, se encuentra la entrada de la ruta.

Se comienza a bajar por una amplia senda bien demarcada que pronto desemboca en otra aún mayor por la que prosigue el descenso. Tras aproximadamente medio kilómetro de bajada se llega a un portón de alambre que debe cruzarse. A mano derecha del portón una senda pequeña pero clara se interna en la vegetación: es una posible opción, pero no la que figura en el track.

Continuando por el sendero amplio, unos pocos metros después del alambre se observa otro sendero muy notorio a mano derecha: es el que figura en los datos de GPS. La senda se dirige hacia un potrero con un precario refugio; antes de llegar a él hay un nuevo desvío a la derecha, (waypoint bif), que es el señalado en el track. También se puede continuar unos pocos metros bordeando el alambre sin ingresar al potrero, por una senda que al comienzo es más clara pero pronto comienza a enredarse.

A partir de ese instante la ruta es bastante difusa, con un sendero poco usado y con bastante vegetación incomodando el paso. A pesar de ello, observando con atención, siempre se puede distinguir el trazado de la senda a nivel del suelo. Se dan numerosos giros evitando obstáculos, y nunca se llega a un punto donde las plantas obstruyan totalmente el avance. Son frecuentes las bifurcaciones en varios senderitos que generalmente vuelven a confluir; se debe estar atento buscando siempre la opción más definida.

Se avanza entre parches de bosque pequeño y vegetación arbustiva de páramo. Unos trescientos metros después de iniciar el trayecto confuso, se encontró una bifurcación bastante demarcada: se prefirió la senda de la derecha, sin descartar que la posibilidad de la izquierda sea válida. El descenso continúa hacia el río, que en trescientos metros más se observa por primera vez. En ese punto el sendero se ve más claramente y se observa una nueva bifurcación: a la derecha se pueden avanzar unos pocos metros para tener una buena panorámica del río; pero para descender a su orilla y seguir la ruta, se debe tomar el ramal izquierdo.

En unos cien metros se llega a una playita, sitio adecuado para cruzar el cauce, que es bastante amplio y profundo en algunos tramos. Si se desea tomar un buen baño se puede continuar por una estrecha senda que bordea la orilla, hasta un profundo y amplio pozo que se ubica unos 150 metros aguas abajo.

Siguiendo la presente ruta, se debe vadear el río en la pequeña playita pedregosa que se encontró inicialmente. El cruce es sencillo con caudales normales, pero requiere mojarse los pies; en crecientes puede ser un vado complejo. Una vez en la otra orilla hay que trepar sin sendero definido, siguiendo algunos surcos entre la vegetación que posiblemente sean caminos de conejos, pero que facilitan el avance.

Se trepó a la izquierda de una profunda hondonada creada por un pequeño cauce que desagua en el río. No es muy difícil, pero se gasta bastante energía abriéndose paso entre la vegetación y además debe tenerse bastante cuidado pues hay agujeros ocultos en el suelo. Tras cerca de cien metros de trepada, disminuye la pendiente y se encontró un esbozo de senda que subía en diagonal a la izquierda. Esté pequeño sendero se pierde rápidamente; debiéndose entonces girar tomando ahora una diagonal a la derecha, buscando el terreno más expedito para alcanzar el filo del cerro.

Se avanza de esta manera, sin sendero y con vegetación incomodando el paso, para alcanzar en cerca de doscientos metros más el filo mencionado. Una vez allí aparece un sendero estrecho pero claro, que hay que seguir a mano derecha. Aunque el trazado de la senda es notorio, se trata de un camino poco transitado, de modo que no faltan algunas ramas obstruyendo el avance; conviene estar atento al suelo para no perder el rumbo adecuado.

Antes de medio kilómetro el senderito comienza a desdibujarse, se le puede reencontrar bajando un poco. Se va saliendo a un terreno despejado de vegetación pero bastante pantanoso, donde se rodeó por la izquierda la zona de mayor humedad. La senda se va convirtiendo en un esbozo bastante confuso, hasta que se pierde definitivamente aproximadamente un kilómetro después del cruce del río.

Se continúa sin sendero, buscando ahora acercarse nuevamente al cauce, tomando un filo que va arriba de él. Para avanzar conviene buscar el frailejonal, donde la vegetación es menos agresiva y el terreno más firme. Tras unos trescientos metros siguiendo el filo, se buscó descender hacia la planicie aluvial, donde se observa nuevamente una amplia zona pantanosa; con cuidado y bordeando por la derecha, el pantano permite acercarse a una nueva franja de frailejones, todavía unos cuantos metros arriba del curso de agua.

Siguiendo el trazado paralelo al río se avanzaron cerca de trescientos metros más hasta encontrar una hondonada por la que se descendió finalmente a la orilla del cauce. Si no se tiene GPS, se puede ubicar el sitio de bajada teniendo como punto de referencia un árbol grande casi junto al río, (el único), y en la orilla contraria poco antes de un pino. Alcanzando la ribera se encuentra un esbozo de senda que va paralelo a la orilla: pocos metros después del árbol grande, se sale a una encantadora playita pedregosa: es un sector de pozas donde se puede tomar un baño.

Para terminar la ruta se debe volver a cruzar el río, un par de metros arriba de la playa: el cruce es un poco más fácil que el anterior por qué el cauce aquí es menos profundo, pero de cualquier manera requiere ingresar al agua, salvo caudales inusualmente bajos. Una vez en la ribera opuesta se trepan un par de metros y se encuentra un sendero muy pequeño pero bien demarcado, que comienza a ir aguas arriba, siguiendo el contorno del curso de agua, pocos metros sobre su orilla.

Aunque la senda por momentos queda sepultada entre grandes pastizales, siempre se puede distinguir el surco a nivel nacional del piso; en otros tramos está bastante bien definida: se trata de un sendero poco frecuentado, principalmente usado por pescadores. Tras avanzar cerca de trescientos metros aguas arriba, se debe buscar a mano derecha una senda que da la espalda al río y comienza a ascender la ladera.

Aunque los primeros metros de ascenso la vegetación invade un poco el sendero, pronto se despeja el paso y la ruta prosigue ahora por una senda muy clara. Si el sendero no es perfectamente definido es que se cometió un error, dado que hay varios posibles desvíos a este costado, pero solo uno es el adecuado: lo mejor es buscarlo hasta encontrar el paso que no dejé dudas.

Una vez en la subida correcta se asciende rápidamente entre frailejones y vegetación de páramo. Poco después de un kilómetro desde el último vado, se sale a una amplia senda: el ingreso a las aguas termales del Artezón. Para salir a la carretera se debe doblar a la derecha y en cerca de doscientos metros se encuentra la vía hacia Tufiño y Tulcán; otra opción es doblar a la izquierda y culminar la caminata visitando las termas rústicas mencionadas.

Tiempo Esperado

Dos a Tres horas

Permisos / Tarifas

Gratis-y-sin-permisos.png Esta ruta es gratis y no se requiere permiso

Recomendaciones

  • Ejemplo 1
  • Ejemplo 2

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