Cambios

Desde la cumbre del Pochoco, se debe continuar por el filo en dirección al sureste, el que muy pronto adquiere dirección este. A los pocos quince a veinte minutos , en una nueva cumbre secundaria, será visible un punto de despegue de parapentistas , 300 metros hacia la la derecha(S), pero se debe seguir por el filo(para descenso, ver [[Llanos de Javier#Descenso en parapente|la sección respectiva]]). Es una caminata bonita, con el [[valle del Arrayán]] a la izquierda y el río Mapocho a la derecha (incluyendo una excelente vista de la mayor parte de la ruta de [[La Ermita-San Carlos de Apoquindo]] y la [[Ruta del Cóndor]] más hacia el este). Tras 20 minutos desde el Pochoco se alcanza la cumbre del Pochocón (en Pochoco no es en realidad más que un contrafuerte con apenas 20 metros de [[Glosario#P|prominencia]]) donde hay un hito de piedras. Se debe volver a bajar, y ascender la última ladera importante del día, hasta alcanzar la Loma de la Vaca, donde existe un hito de cemento. Es un buen lugar para descansar, bastante más prominente que el Pochoco y por ende con mejor vista a Los Andes (aunque su cumbre se puede evitar siguiendo el sendero que la rodea por el norte). Luego la ruta gira hacia el noreste. La caminata sigue siendo muy suave y escénica, con acantilados hacia nuestra izquierda y el macizo del Plomo (que puede ser espectacular después de una nevada) a la derecha. Tras un otro par de cumbres secundarias, y a una media hora desde la Loma de la Vaca, aparece la gran planicie que es Llanos de Javier, con el distintivo corral de piedra al medio. Durante los meses de invierno y primavera, aparecerá como un gran pastizal, pero en verano y otoño será sólo tierra. Se debe bajar por el filo hasta lo que en esta ruta se ha marcado como "atajo": un sendero apenas visible que se separa del sendero principal y que [[Glosario#T|travesea]] a lo largo de la ladera, evitando subir una nueva cumbre para volver a bajar. La ruta discurre con poca claridad hasta la parta alta de la planicie. Se debe entonces bajar y continuar hasta el corral, compuesto por una antigua muralla rectangular de piedra a medio desmoronar, a 1840 msnm. No hay agua, pero es un buen lugar para descansar. Luego se debe comenzar la vuelta hacia el oeste. El corral es como un vértice en la ruta, que cambia el sentido de avance.