Cambios

Una vez terminado el zig-zag, se cruza el primer curso de agua de la ruta, y el camino comienza su largo avance por el valle en dirección Norte, con pendiente mucho más suave. La ruta se angosta también, y a ratos ofrece la trocha de un sendero típico de montaña.

De ahí en más, el paisaje adquiere un carácter más de tipo rural, con frecuentes áreas pobladas y corrales para el ganado, descendiendo siempre con pendiente suave. Por tramos, el camino se torna en un atractivo empedrado, compuesto por piedras planas y abundante pasto que ha crecido en los intersticios. Es el tipo de trazado que ha hecho al Choro famoso.

Una vez que se llega al cruce del río Koscapa (km 34,8 - 1715m), se repite la necesidad de ascender de vuelta por la ladera, aunque esta vez son más metros, en la llamada Cuesta del Diablo. Al inicio del ascenso, se podrá apreciar en toda su magnitud la altísima cascada escalonada sin vegetación que un rato antes cruzamos en una de sus varias secciones. En medio de la subida, se retomará a ratos el empedrado precolombino.

Se atravesará una bifurcación, habilitada con moderno un refugio techado (km 38,8 - 2001m). Para la derecha se va a Sillutink'ara, mientras que para Chairo debe tomarse la izquierda.