Lago Meliquina

Ascenso a un maravilloso lago enmarcado por hermosos glaciares, lugar poco visitado y escondido, pero de no tan difícil acceso.

Partiendo del Valle del Río Leones por un sendero de arrieros bastante marcado, se asciende siguiendo el curso del Río Meliquina aguas arriba, hasta su nacimiento en el Lago que lleva el mismo nombre. Una senda más o menos clara la mayoría del trayecto, con un corto tramo final no muy bien definido, pero de escasa dificultad.

Durante todo el trayecto se tienen magníficas panorámicas de los gigantescos cerros vecinos coronados generalmente con glaciares, y hermosas vistas de los valles de los ríos Leones, Claro y Meliquina.

Desde Octubre a Abril, en invierno habrá nieve

En vehículo propio

Desde Coyhaique se debe tomar la Ruta 7 más conocida como Carretera Austral en dirección al sur. Son 258 km. hasta el desvío que se interna al oeste por el valle de Leones, y 222k desde el aeropuerto de Balmaceda. Durante el trayecto se ven impresionantes paisajes propios de la Región de Aysén como el Cerro Castillo, Valle de Ibáñez, el selvático valle del Murta, lago General Carrera, Puerto Tranquilo con sus Cavernas de Mármol. La Carretera Austral se encuentra pavimentada hasta poco después de Villa Cerro Castillo. El resto del camino es de ripio, en general en buen estado, y se puede recorrer con cualquier tipo de vehículo.

Si se parte desde Puerto Tranquilo son solamente 30 km. hacia el sur, y desde Puerto Bertrand son 68 km. hacia el norte.

En transporte público y autostop

Se camina desde la puerta hacia el cerro, sin sendero definido, hasta llegar al cerco donde a mano derecha se encuentra el paso para acceder al sendero. Unos metros después de cruzar el alambrado se encuentra una amplia senda que comienza a subir por entre matorrales espinosos y vegetación arbustiva; hay varios senderos paralelos que suelen confluir, conviene buscar siempre el más marcado pues tiene menos vegetación obstruyendo el paso.

Trescientos metros después del inicio del ascenso hay una bifurcación: se siguió el ramal derecho, aunque es posible que el izquierdo también sirva. A medida que se sube aparecen hermosas panorámicas del Valle del Río Leones y su afluente el Claro. El sendero sigue muy claro, ascendiendo en una pendiente moderada.

Aproximadamente al kilómetro 1.5 desde el inicio se llega a una zona de pastizales donde la senda se torna confusa. Se debe estar muy atentos a un punto donde se gira a la derecha, pasado el cual reaparece el trazado claro; en caso de perder el camino debe buscarse hacia ese costado.

Cuatrocientos metros después se cruza un portón, continuando el ascenso por casi un kilómetro hasta ingresar a un bosque de pinos mezclados con lenga. Viene un corto descenso por el bosque hasta llegar a otro portón caído, tras el cual se debe elegir la senda de la derecha, continuando por ella unos pocos metros para girar después, (desvío no muy notorio), a la izquierda. Si se llega a la orilla del río es mejor regresar un poco y buscar el sendero adecuado; la senda por el río también sirve pero suele estar bastante inundada.

Se avanza otro corto tramo bajo bosque hasta cruzar un pequeño arroyo y salir a una pradera frente a un viejo refugio. En este lugar el sendero continúa recto por unos trescientos metros, pasada esta distancia se debe ignorar la senda que sigue de frente y girar a la derecha, cruzando una pequeña planicie para continuar por un sendero muy claro. Poco después se llega a una bifurcación que conviene seguir a la izquierda.

La senda es bastante definida y avanza entre parches de bosque alternados con otros abiertos de vegetación arbustiva. Poco a poco se va acercando al río para continuar entonces bastante cerca de él durante más de un kilómetro. Se cruzan algunos tramos pantanosos que es posible evitar por pequeños senderos secundarios, sin alejarse mucho del principal.

Tras más de tres kilómetros desde el puesto la senda comienza a subir alejándose del río y continúa faldeando el cerro; el trazado del sendero sigue siendo claro a nivel del piso, pero hay numerosas ramas que incómodan el paso. Unos 600 metros después del río, se sale a un sector un poco más abierto, con algo de pasto; a continuación se cruza un par de arroyos pedregosos muy pequeños. Unos metros después se debe dejar el sendero principal y doblar a la derecha.

En este punto no hay ninguna señal especifica, sin embargo no es muy importante que el desvío sea en el sitio exacto ya que a partir de este momento no existe una senda muy definida. Si se llega a observar el descenso del río a lo lejos a mano derecha, ya se pasó del sitio de desvíar: es mejor que regrese unos doscientos metros antes de bajar, pues el descenso más adelante lleva directo a una compleja zona pantanosa.

El track muestra la bajada por un sendero de vacas que facilita el paso, pero hay diversas sendas, ninguna bien marcada, ya que numerosos troncos caídos las interrumpen. Debe buscarse llegar cerca a la orilla del río, donde se vuelve a encontrar un sendero más notorio que prosigue hasta salir del bosque, (waypoint sal bqe) en un tramo bastante embarrado.

Allí la senda continúa río arriba unos doscientos metros. Al empezar a alejarse del cauce existe un desvío a mano derecha, menos notorio que la senda principal, pero que conviene seguir. Esta acción, (de desviar a la derecha por sendas menos obvias que la principal), se repite dos veces más en los siguientes 100 metros, ambas ocasiones cruzando un pequeño curso de agua. Tras estos desvíos se llega a un sendero muy claro que vuelve a acercarse al río pero ahora varios metros arriba de su orilla.

Vienen trescientos metros de ascenso cómodo y con excelentes vistas del río y los glaciares. A la espalda se observan también buenas panorámicas de los glaciares del costado Norte en el Valle de Leones. Pasado este trayecto la senda comienza a desvanecerse y se debe estar muy atento para no perderla.

Aparecen muchos esbozos de senderos que generalmente desaparecen unos metros después. Los siguientes metros el track, (que se tomó al regreso), no es muy preciso pues en varias ocasiones se perdio el tenue sendero. Sin embargo esta difusa senda facilita mucho el paso pues está prácticamente libre de obstáculos y fijándose con cuidado es posible seguirla, (así se realizó en el trayecto de ida).

Poco antes de llegar se observa por primera vez el sublime espectáculo del Lago Meliquina enmarcado por sus imponentes glaciares. La ruta continúa hasta la orilla Sureste del lago, donde se halla la única playa y una pequeña terraza que es el único lugar despejado que podría usarse si se desea acampar.

Tiempo Esperado

Unas ocho horas ida y vuelta

• Ejemplo 1
• Ejemplo 2

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