Parque Nacional Tayrona

En auto

Desde Santa Marta, se debe tomar el camino que conduce a Rioacha. Son 20 kms de camino pavimentado hasta el pequeño pueblo de Calabazo.

Zaino está en el km 31

En transporte público

Desde el mercado de Santa Marta, salen buses con frecuencia hacia Palomino. Son 45 minutos hasta Calabazo, a un costo de $5.000 (US$ 2,5).

En la mitad del pueblo de Calabazo, junto a un gran almacén, nace un camino ancho, en estre tramo apto para vehículo, hacia el norte. Al inicio del camino existe un cartel que indica:

• 1h 30m a la Quebrada Calabazo
• 1h 45m al inicio del Parque Nacional Tayrona
• 2h 30m a Pueblito
• 3h a Playa Brava

3 minutos más adelante, está la casa de una familia donde se cobra la entrada. Entregan recibo y una pulsera que acredita el pago.

Luego el camino sigue bastante ancho, y muy claro, cruzado por numerosísimas hileras de trabajadoras hormigas cargando hojas.

La ruta asciende en su primera parte, y la sombra es sólo parcial. Hay sólo un par de puntos con vista amplia hacia el valle abajo: aprovéchalo para tomar fotos mientras puedas.

Luego, baja la pendiente y el camino se comienza a angostar. Justo tras el inicio del primer descenso claro, se llega a un par de rucas donde venden artesanía. Luego viene el camping Los Naranjos, donde venden jugos, fruta cultivada ahí y algo de comida.

Poco después, viene la bifurcación: a la derecha hacia Pueblito, y izquierda a la más solitaria ruta hacia Playa Brava. Si hay tiempo y ánimo, se recomienda la segunda.

Se debe tomar entonces el sendero angosto de la izquierda. Hay mucho menos gente en este tramo, y es más probable ver algo de fauna (sobretodo monos, xxxxroedor y aves).

La ruta desciende marcadamente. Se pasa junto a un par de enormes hormigueros. El mar solo es visible, y por muy breve lapso, en el tramo final.

Playa Brava es un paraíso tropical, muchísimo meno frecuentado que las playas del este (Cabo San Juan, La Piscina, Arrecifes). Es una explanada de palmeras y pasto, dibujada por decenas de caminos de hormigas cuyo tránsito impide que crezca el pasto. Hay cabañas sobre palafitos directamente junto a la playa. Aunque hay cierto oleaje menor, su nombre es una exageración, y es perfectamente apta para el baño. Se ofrecen comidas y bebidas a aproximadamente el doble del precio normal.

Desde Playa Brava, existe otro sendero que conduce directamente a pueblito. Este nace justo junto a la piscina, y asciende a lo largo de la quebrada. Por momentos, uno se pregunta si acaso no perdió el sendero y está siguiendo un lecho de arroyo seco, pero se debe seguir. Es posiblemente el sendero menos transitado de Tayrona, lo que lo hace más favorable para avistar fauna. Al rato, el sendero deja el lecho del arroyo y comienza el ascenso más directo. Es un tramo bastante más exigente que lo que se ha hecho hasta ahora. Le sigue un tramo relativamente plano, y luego un suave sendero hasta Pueblito.

Pueblito era un poblado de la etnia Tayrona, que colonizó la zona entre 450 D.C. y la llegada de los españoles. Se conservan algunas terrazas y amplios caminos pavimentados con grandes rocas planas.

Desde Pueblito, comienza un peculiar sendero que baja hasta Cabo San Juan: aunque los tres cuartos superiores tiene mucha pendiente, la mayor parte de discurre sobre antiguas rocas especialmente dispuestas, o sobre las caras lisas de grandes rocones que los tayronas simplemente apovechaban. Incluso, llegando a la planicie costera, hay un punto en que parece que el sendero se acaba, cuando lo que en realidad ocurre es que hay que agacharse para pasar por una pequeña abertura en una roca, flanqueda por piedras verticales.

El último sector es plano. Se cruza un estero y luego un prado verde con palmeras.

Cabo San Juan es un camping bastante masivo. Hay numerosos sitios de carpa (también arriendan ahí) y es posible arrendar una hamaca por $20.000 (US$ 10). Hay un restaurante donde ofrecen comidas a cerca de 1,5 veces el precio normal, y bebidas y cervezas a cerca del doble del precio normal.

Desde Cabo San Juan, la ruta bordea la costa en dirección al este. Se parte caminando por el extremo este del camping, cruzando primero un bosquete de palmeras. Luego sigue un tramo de la selva lluviosa que predomina en el parque.

En poco rato se llega a la gran playa de La Piscina. Se trata de una bahía semi-cerrada por un semi-anillo de rocas que rompen el oleaje. No dejes de arrendar máscara ($10.000 la hora con aletas, $5.000 la hora sin) pues es muy fácil ver tortugas de mar, las que se alimentan a no más de 40 metros de la playa. Si eres razonablemente buen nadador, puedes llegar hasta el semi-anillo de rocas, cuya base anida excelentes corales.

Desde La Piscina, el camino sigue a muy poca distancia del mar, por pasarelas y escaleras de madera. A los 5 minutos, se pasa por otra pequeña playita, donde venden jugos ya arepas. Justo al final de esta playita, hay otro restaurante, y en este punto se debe decidir si continuar por el sendero interior o por la gran playa de Arrecifes. Ambas opciones sirven. Si se toma la interior, se pasa por la panadería Bere, y luego se rodea por la derecha (sin entrar) el camping Bukaru (hamacas $12.000, carpa propia $10.000 pp, carpa arrendada $20.000 pp).

Sigue una zona ancha y lodosa, muy afectada por el intenso tráfico de caballos, y luego el cruce de un estero.

Una vez en el camping de Arrecifes (donde también hay camping, hamacas y un restaurante más lujoso PRECIOS EN FOTO CELULAR) se debe tomar el camino que se interna selva adentro. ATENCIÓN: a solo 60 metros del inicio, justo donde hay una zona de descanso techada, se debe tomar una bifurcación hacia la izquierda. Si no se está atento a esto, con seguridad se seguirá derecho, lo que implica andar por el camino de caballos, mucho más lodoso y menos escénico.

El sendero discurre primero por la selva plana junto al mar, pero los tramos con más barro están recubiertos de pasarelas de madera. En la bifurcación, seguir el sendero de la derecha, indicado por un cartel "sendero a el cañaveral" (el izquierdo también llega, pero es más arenoso).

Sigue una escalera de piedra y un lindo mirador arriba de la roca. Y luego más manglares hasta que se acaba la playa y el sendero se interna en la selva de nuevo, subiendo las rocas por un sector de pasarelas.

Tras el primer ascenso, hay un mirador y descanso, donde suelen vender refrescos.

El tramo final, son pequeñas pero continuos ascensos y descensos. Parte muy significativa de esta sección (tal vez un quinto del total) está recubierto de pasarelas para evitar el barro

• En ningún caso llevar pesados y calurosos zapatos de montaña. Basta con zapatillas livianas o incluso sandalias, provisto que sean de algún tipo que se afirme bien al pies (como crocs).
• En guías un poco más antiguas, se señalaba el tramo Calabazo-Pueblito como peligroso por riesgo de atracos. La situación ha mejorado, pero es preferible preguntar a los guardaparques antes de optar por esta vía.
• Llevar repelente para mosquitos, en especial para el atardecer

Sigue una sección de manglares y cañas, además de espacios de arena.

Se debe pagar $37.500 (US$ 19) por el ingreso al Parque Nacional Tayrona. En la entrada de Zaino, entregan un mapa incluído en la entrada, pero no así en la entrada de Calabazo.