Quebrada Chorrera
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[[Archivo:Lagun chorrv.jpg|miniaturadeimagen|Pequeña lagunilla en tramo inicial]
Descripción General
Una ruta corta y sencilla, siguiendo los rastros de antiguos senderos muy demarcados pero ya abandonados. Se baja por el curso de la quebrada Chorrera, comenzando el trayecto en zonas típicas de páramo con una pequeña lagunilla, y terminando en un exuberante bosque altoandino, dentro de un profundo cajón con pequeños saltos y pozos escondidos.
Hay posibilidades de avistamiento de cóndores y venados cola blanca. Esta ruta puede combinarse con Cerro Negro de Mayasquer.
Época adecuada
Se puede realizar en cualquier época, pero se recomienda de Junio a Octubre, época seca. Con lluvias torrenciales los días previos, el vado puede complicarse
Acceso
En vehículo propio
Desde la ciudad fronteriza de Tulcán, capital de la Provincia del Carchi, se toma la vía pavimentada rumbo al poblado de Tufiño, una vez allí se continua rumbo Oeste por la misma vía. En tres kilómetros mas, (desvío a balneario termal Aguas Hediondas), termina el pavimento y debe proseguirse por ripio en regular estado siguiendo la carretera que lleva a Maldonado.
Pasados aproximadamente 34 kilómetros desde Tulcán se encuentra señalizado a mano derecha el desvío rumbo al refugio del Volcán Chiles, pasado el cual comienza un descenso. Se bajan aproximadamente cinco kilómetros hasta que se observa una casa vacía a mano izquierda.
Después de la casa la vía continúa descendiendo algo más de un kilómetro y luego emprende una pequeña subida, (alrededor de trescientos metros). Aproximadamente medio kilómetro después de terminado este breve ascenso, hay una entrada vehicular a mano derecha. Se debe estar atentos ya que no es muy notoria. Según el tipo de vehículo, es posible bajar por esta entrada menos de cien metros, hasta un pequeño prado donde puede dejarse estacionado el vehículo.
En transporte público y autostop
Descripción de la ruta
Después de la casa la vía continúa descendiendo algo más de un kilómetro y luego emprende una pequeña subida, (alrededor de trescientos metros). Aproximadamente medio kilómetro después de terminado este breve ascenso, hay una entrada vehicular a mano derecha. Se debe estar atentos ya que no es muy notoria. Según el tipo de vehículo, es posible bajar por esta entrada menos de cien metros, hasta un pequeño prado donde puede dejarse estacionado el vehículo.
Siguiendo el borde del prado por la derecha se observa una vía amplia que debe ignorarse ya que regresa a la carretera, un poco después se encuentra un bien demarcado sendero que comienza a descender, este último debe seguirse.
La senda presenta varias bifurcaciones que vuelven a confluir, hay que buscar siempre el paso más despejado de vegetación, pues algunos tramos corresponden al sendero antiguo que ha ido hundiéndose y tapándose con matorrales. De cualquier manera es fácil encontrar la ruta correcta, con algunas partes donde aún es bastante amplia y otras dónde se forma un surco pronunciado.
Alrededor de seiscientos metros después del inicio, se sale a un sector de praderas por el que se desciende para llegar rápidamente a la Quebrada Chorrera. Se debe vadear el curso de agua: excepto en épocas de muy bajo caudal, es necesario mojarse los pies; pero a menos que haya crecientes, el vado es sencillo, con el agua abajo de la rodilla. En la orilla opuesta la senda prosigue amplia y clara, ascendiendo suavemente un corto tramo.
Al cabo de unos trescientos metros el sendero comienza a hundirse entre pastizales, hay un paso paralelo al surco de la senda, el cual facilita el avance. Antes de transcurrir medio kilómetro desde el vado se llega a una pequeña lagunilla: inmediatamente después se debe dejar el surco amplio del antiguo camino y buscar a la derecha un sendero pequeño pero bien demarcado.
Se continúa faldeando el cerro en descenso entre pajonales, alejándose un poco de la quebrada. Mientras se avanza se puede observar el terraplén del antiguo sendero perdiéndose en el profundo cajón en medio de un intrincado bosque. En este sector abundan los senderos secundarios paralelos, pero todos llevan el mismo rumbo.
Al cabo de aproximadamente un kilómetro desde el vado, se termina el pajonal y se llega a un sector de praderas. El sendero se desdibuja un poco, aunque se puede pasar por cualquier sitio ya que no hay obstáculos, es mejor encontrarlo, (hacia la izquierda), para eludir tramos inundados. Se desciende cerca de medio kilómetro por la pradera acercándose bastante al curso de la quebrada pero sin llegar a ella.
Transcurrida esa distancia se ingresa a un corto tramo de bosque, volviendo pronto a salir a pradera. En los siguientes cuatrocientos metros el sendero transcurre alternando pequeños prados con reductos de bosque, hasta cruzar un pequeño humedal. Poco después termina la pradera y la senda ingresa definitivamente al bosque, dónde desaparece rápidamente. Antes de el ingreso al bosque debe descenderse por el prado hacia la quebrada, en un tramo sin sendero, siguiendo rastros de vacas.
Cuando el potrero termina hacia abajo, hay que buscar el descenso a la orilla del cauce por entre el bosque: la entrada es bastante escondida, se encuentra en la esquina derecha del prado, (ver foto), e inmediatamente se toma debe girarse a la izquierda, buscando un surco muy pequeño pero bien marcado, que desciende en una fuerte pendiente.
Son solo cincuenta metros para llegar al borde de la quebrada que corre por un hermoso cajón en medio de un exuberante bosque, se observan varios pequeños saltos y un magnífico y cristalino pozón donde se puede tomar un baño.
Tiempo Esperado
Unas tres a cuatro horas el recorrido completo
Permisos / Tarifas
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Esta ruta es gratis y no se requiere permiso |
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Recomendaciones
- Ejemplo 1
- Ejemplo 2
Galería de fotos
Comentario de foto de ejemplo
