Circuito Mirador de Mañihuales

Ascenso a un promontorio rocoso situado en posición privilegiada para contemplar el Valle del Río Ñirihuao en la zona de confluencia con el Mañihuales, a poca distancia de el poblado del mismo nombre. Además de las excelentes panorámicas del entorno, se puede llegar a una hermosa cascada que cae por la roca, poco antes del mirador. También existe la posibilidad de avistamiento de cóndores y se observaron numerosos rastros de zorros en el recorrido.

La ruta se inicia por un antiguo sendero en desuso, único tramo ligeramente complejo, sin senda clara, pero trayecto bastante corto: menos de un kilómetro. Transcurre luego entre praderas y finalmente toma una senda de pioneros perfectamente demarcada que asciende casi hasta el mirador. Se presenta la posibilidad de un retorno más tranquilo por una huella que sigue el curso del Ñirihuao.

Se puede realizar en cualquier época

En vehículo propio

Se parte desde Coyahique rumbo Puerto Aysen, ruta pavimentada en regular estado. Tras aproximadamente 50 kilómetros, se encuentra a mano derecha el llamado cruce Viviana, desvío señalizado hacia Villa Mañihuales y Puerto Cisnes, el cual debe tomarse.

Avanzando por el pavimento cerca de 50 kilómetros se llega a la población de Mañihuales, donde se debe doblar a mano derecha la esquina anterior a la Copec. Se continúa hacia el cerro por cuatro cuadras y se dobla ahora a la izquierda una cuadra más para llegar a la calle General Marchant. Unos pocos metros después de esta calle se observa a mano derecha una estrecha entrada de ripio que es el inicio de la ruta. No vale la pena avanzar por ella: son solo cien metros y no hay espacio para estacionar

En transporte público y autostop

Desde Coyahique se puede tomar cualquier bus con destino Puerto Cisnes, Puyuhuapi o La Junta. Descender en Villa Mañihuales y seguir las indicaciones dadas en el item anterior.

Tomando el camino vehicular se avanzan cerca de cien metros hasta un santuario, a continuación del cual hay un portón cerrado que debe cruzarse. Se pasa al lado de un acueducto y en cien metros más termina la vía de vehículos. Debe buscarse a mano izquierda un pequeño sendero que se interna en la pradera que s

e observa hacia adelante. Aunque la senda desaparece casi de inmediato, no hay mucha posibilidad de extraviarse, basta con seguir por el pasto ascendiendo en medio del cajón. Cuando se realizó esta ruta los pastizales estaban bastante altos, pero la dirección a seguir era obvia pues las paredes laterales impiden cualquier desvío.

Tras aproximadamente cuatrocientos metros de pradera se ingresa a bosque, apareciendo un esbozo de senda. Aunque hay bastantes ramas obstruyendo el paso, el trazado de la senda se puede distinguir claramente a nivel del piso: hay varios tramos embarrados, pues el estrecho cajón guarda mucha humedad. Doscientos metros después de ingresar al bosque la senda se torna un poco mas definida y, antes de medio kilómetro de zona boscosa, se vuelve a salir a pradera, terminando el tramo más confuso de la ruta.

En terreno abierto el sendero se define ligeramente a la izquierda, siguiendo un alambrado. Antes de medio kilómetro de pradera se cruza el alambre, en una zona donde el cerco está caído,(waypoint alamb). Cruzado el cerco se tomó un sendero a mano izquierda que sube a una pequeña planicie y continúa bordeando un nuevo alambrado, descendiendo luego al valle del Río Ñirihuao, que se observa abajo a la izquierda. Esta zona de praderas admite cualquier posibilidad de avance, lo importante es llegar al extremo Noreste del pastizal, donde el río se encuentra con el cerro que se tiene a la derecha.

Pasado cerca de un kilómetro y medio desde que se dejó el bosque, se llega a un canal que va por el valle. Se pueden avanzar cerca de ochocientos metros siguiendo el curso de agua, para luego buscar cualquiera de varios senderos que se dirigen a la derecha, hacia el rincón del río con la montaña.

Poco después de los cuatro kilómetros desde el inicio, se llega al río. Unos metros antes de alcanzar su orilla hay que encontrar una senda bastante bien demarcada que empieza a ascender faldeando el cerro. Se sube siguiendo el curso del cajón del Ñirihuao, del cual se tienen algunas bonitas panorámicas. El sendero es ahora una antigua senda amplia y clara, con algunos tramos excavados en la roca, trabajados incluso con algunos contrafuertes para contener zonas de derrumbes.

Transcurrido algo más de un kilómetro por este sendero, la ruta comienza a alejarse del río y se inicia un amplio zigzag trepando la ladera del cerro. Unos dos kilómetros después del inicio de esta senda, hay una bifurcación: conviene tomar el ramal derecho, que está mas libre de vegetación.

Casi medio kilómetro después de la bifurcación se intercepta una senda mucho más amplia. En este punto la ruta hace una U, girando a la de derecha para devolverse hacia el Oeste. Se puede tomar la senda amplia, pero conviene mas seguir subiendo unos pocos metros por la pradera para interceptar otro sendero menor que va más alto. Si no se tiene GPS es importante tener bien ubicado este punto para el retorno; la senda interceptada es mucho más notoria que aquella por la que se llega.

Continuando ahora, tras doblar a la derecha, se atraviesan praderas siguiendo el contorno de la pared rocosa que se observa a mano izquierda, aunque un poco alejado de ella. Se comienza a observar una gran cascada que escurre por dicha pared, bajo la cual se pasa aproximadamente medio kilómetro después de la U en la que se cambia la dirección. En este tramo la senda alta es bastante clara y pasa a menos de cincuenta metros de la caída de agua, de modo que vale la pena acercarse para apreciarla mejor.

Continuando por el sendero antes de medio kilómetro se llega a un pequeño promontorio desde el cual aparece la panorámica de Mañihuales junto con el Valle bajo del Ñirihuao, y parte del Valle del Río Mañihuales, enmarcado por magníficos cerros. El sendero termina allí, al borde de las paredes rocosas desde la que se observa la excelente vista, pudiendo también apreciarse claramente la posibilidad sugerida para el regreso.

Retorno

Para volver se puede realizar esta opción más sencilla y ligeramente más corta. Al regresar a la orilla del Ñirihuao se debe continuar por un bien demarcado sendero que sigue la ribera Sur. Antes de medio kilómetro el sendero desemboca en una huella vehicular que pasa frente a un par de viviendas y continúa atravesando grandes praderas.

Al cabo de un poco más de kilómetro y medio de avance, se llega a un portón donde se inician la propiedad correspondiente a las viviendas señaladas. Sería el punto máximo hasta dónde podría llegar un vehículo que pueda pasar a buscarlo, en caso de no tenerlo se deberá continuar por la vía cerca de otro kilómetro y medio hasta llegar al pueblo.

Tiempo Esperado

Alrededor de cuatro horas ida y regreso.

• Ejemplo 1
• Ejemplo 2

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