Petroglifos de Poza Azul

Una corta pero muy atractiva caminata que recorre cuatro diferentes sitios con petroglifos antes de bajar a un refrescante y hermoso pozón que viene precedido por una "pequeña gran cascada", de poco caudal, (épocas de sequía), pero de gran altura.

El sendero tiene tramos muy bien demarcados, (los que conducen a la poza), pero otros tramos con sendas de cabras, incluyendo un corto campo traviesa de escasa dificultad. Se recomienda el uso de GPS para poder ubicar fácilmente los petroglifos

Se puede realizar en cualquier época

En vehículo propio

Desde Illapel se toma la ruta D 81 rumbo la población de Salamanca. Poco antes de llegar a esta última población se debe tomar a mano izquierda el desvío señalizado como Los Boldos, ruta pavimentada bastante estrecha pero en buen estado. Se avanza por ella alrededor de doce kilómetros hasta el poblado de Cunlagua, donde se debe desvíiar nuevamente a la izquierda tomando el acceso hacia el Sector denominado Las Jarrillas. Hay un rústico letreroque indica "Poza Azul".

Tras un corto trecho termina el pavimento, iniciando un tramo de ripio en regular estado, pero apto para todo tipo de vehículo. Aproximadamente seis kilómetros después de terminar el asfalto, se llega a ka Escuela y la Posta de Las Jarrillas. Unos trescientos metros después debe buscarse a mano izquierda el acceso al sendero. Aunque hay un letrero no es muy obvio desde el camino vehicular.

En transporte público y autostop

Desde Illapel hay frecuentes buses rumbo Salamanca. En la esquina Noroeste de la plaza de armas de Salamanca salen dos buses diarios rumbo Cunlagua de Lunes a Sábado a las 12m y 4 p.m. Los días Lunes, Miércoles y Viernes, el bus enlaza con un furgón que llega hasta Las Jarrillas, sitio de inicio de la ruta. Otros días será necesario caminar o hacer autostop desde Cunlagua.

La ruta comienza siguiendo un sendero bien demarcado después del letrero. Se avanza   faldeando el cerro, regresando sobre el camino vehicular por el que se ha llegado al inicio y que se puede observar claramente hacia abajo. Tras aproximadamente ochocientos metros de ascenso bien señalizado y con algunos letreros ilustrativos sobre el entorno, se llega a una planicie con unos corrales.

Girando a la derecha se ve una caseta y letreros con recomendaciones para el sendero, a pocos metros hay un kiosko con mesitas y un mirador del Valle de la quebrada Jarrillas. Una flecha indica la dirección a seguir para llegar a la poza, pero esta ruta se describe visitando inicialmente los petroglifos. Para ello debe tomarse un sendero a la derecha, que continúa subiendo el cerro.

El sendero se divide en varios caminos de cabras, lo importante es seguir ascendiendo por el filo por aproximadamente quinientos metros hasta un pequeño plano donde hay unos corrales de piedra. En este punto se observaron los primeros petroglifos: en una pequeña piedra un poco después de los corrales, apartada de cualquier senda

Pasados los corrales y el primer petroglifo, debe dejarse el ascenso por el filo y buscar un sendero hacia la izquierda que comienza a faldear el cerro, manteniendo la cota de altitud casi constante.  Comienzan a observarse las grandes paredes que enmarcan la caída de agua que está sobre la Poza Azul, la senda va acercándose a ellas unos cuantos metros por arriba, hasta que cruza la quebrada por su parte superior.

Pasado el cauce se asciende cerca de cien metros hasta alcanzar un pequeño plano. En el mismo instante que se llega arriba debe buscarse a la derecha la segunda piedra con petroglifos. El lugar también puede reconocerse por algunos corrales de piedra, (ver foto). En este punto el track presenta algunos pequeños desvíos innecesarios que se realizaron buscando nuevos petroglifos que no se encontraron.

Se debe continuar por una pequeña senda que va descendiendo paralela al curso de la quebrada, pasando un tramo corto ligeramente obstruido por la vegetación. De nuevo el sendero se acerca al curso de agua, ahora justo encima de las gran caída que resulta impresionante contemplar desde este ángulo. Subiendo cerca al borde de la pared, sin cruzar la quebrada, aparecen dos nuevos sitios con petroglifos, los más fáciles de observar.

Después de las piedras con las figuras, comienza el descenso a la poza. En un principio hay un pequeño sendero que se va desdibujando rápidamente. Los últimos cien metros de descenso son prácticamente a campo traviesa, guiándose por caminos de cabras. Aunque es una bajada empinada y un poco resbalosa, hay suficiente vegetación para frenar y evitar que resulte muy complicada.

El campo traviesa termina cuando se intercepta una senda bastante definida que debe seguirse  hacia la izquierda. En menos de cien metros se llega a una bifurcación: hacia la izquierda se interna en el cajón de la quebrada para llegar, en otros cien metros, al pie de una "pequeña gran caída" pues aunque su caudal es bajo, su altura es imponente.

Una vez contemplada la cascada, se regresa a desvío y tomando a la derecha se llega a la Poza Azul, donde se puede tomar un refrescante baño. Desde la poza el sendero continúa muy claro, faldeando el cerro en ascenso, para llegar nuevamente al mirador y emprender el regreso.

Tiempo Esperado

Alrededor de dos horas el recorrido completo

• Ejemplo 1
• Ejemplo 2

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