Valle del Ibáñez
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Descripción General
Una caminata que se interna en el Valle del Río Ibañez, hasta su curso medio en la intersección con el Arroyo Michimahuida. El sendero sigue el curso de viejos caminos madereros, hoy destruidos, pero que sirven para facilitar el paso. Se recorren amplias planicies aluviales dónde se observan los efectos del Volcán Hudson; alternando con tramos de bosque nativo.
Esta ruta sirve como aproximación hacia el Volcán Hudson, y después del Michimahuida presenta otras opciones incluso la de remontar este último. Hay hermosas panorámicas del Volcán, del Valle y los cerros que la enmarcan..
Mountain Bike
La mayor parte del trayecto es terreno bastante abierto y con poca pendiente, razón por la cual resulta muy apropiada para realizarla en bicicleta.
Época adecuada
Desde Octubre a Mayo
Acceso
En vehículo propio
En transporte público y autostop
Descripción de la ruta
Pasando el portón continúa el camino que desciende a cruzar un viejo puente sobre el Río Chiflón. La vía sigue casi tres kilómetros bajo el bosque, hasta llegar a un alambrado y unos corrales. Tras cruzar el alambrado comienza a desaparecer el camino vehicular, aunque aun se observan rastros por tramos. Se debe continuar en línea recta hacia el frente, doscientos metros después conviene desviar a la derecha en vez de seguir la huella de vehículo que llega a una zona bastante pantanosa. El sendero vuelve a confluir más adelante con los rastros del viejo camino que, aún deteriorado e invadido parcialmente por vegetación, se observa claramente en medio de una gran planicie con escoria volcánica..
Poco a poco la senda va ingresando al bosque donde se torna más clara. Hay que ignorar varios senderos que desvían hacia el río y continuar por el amplio sendero principal. Casi dos kilómetros tras el alambrado, se sale a un tramo abierto donde, tras cruzar un pequeño curso de agua, la senda se bifurca. Puede seguirse cualquiera de las dos opciones, ya que pronto confluyen al ingresar de nuevo al bosque.
Unos quinientos metros después de esta bifurcación, se pasa por un refugio que puede servir en caso de mal tiempo. A los cuatro kilómetros del alambrado se llega al primero de los dos únicos puntos donde la senda se torna confusa: una zona pantanosa cercana al río, donde no se ve el sendero. Hay que continuar buscando la orilla del Ibañez, y cien metros después se observan los restos hundidos del antiguo camino. Sobrepasando esa depresión, reaparece claramente la amplia senda.
Se prosiguen aproximadamente dos kilómetros por una gran planicie de escoria volcánica, con algunos pinos y árboles nativos jóvenes; se observan numerosos troncos muertos, producto de la última erupción del Volcán Hudson. Si está despejado, durante este trayecto, al fondo, se puede apreciar este gran cerro con sus imponentes glaciares. A mitad de este tramo hay una bifurcación: ambas sendas confluyen, la de la izquierda es un poco más corta pero pantanosa y más confusa. Para Mountain Bike se recomienda el desvío a mano derecha, donde se observa claramente el trazado del antiguo camino.
Terminando la planicie se debe buscar a la izquierda una senda que da la espalda al río y comienza una pequeña subida. El sendero sigue durante más de kilómetro y medio entre el bosque, con un trazado amplio y claro, hasta llegar a una bifurcación donde debe doblarse a la derecha.
Se pasan las ruinas de un viejo refugio y se continúa avanzando, acercándose nuevamente al río que ya se escucha. Antes de alcanzar el kilómetro desde la bifurcación se llega al segundo y ultimo tramo confuso de la ruta: la senda mas obvia dobla hacia la derecha y en pocos metros desciende al río, pero allí desaparece en medio de terreno inundado. Sin embargo esta opción es válida si no le importa mojarse los pies, basta con seguir por la orilla y estar atento al reingreso del sendero al bosque, pocos metros más adelante, (waypoint senda). Se recomienda esta opción para Mountain Bike ya que la otra posibilidad tiene muchas ramas que pueden dificultar el paso de la bicicleta.
Si prefiere no mojarse los pies, se puede continuar al frente donde varios troncos caídos tapan la senda principal. Hay varios senderitos no muy claros que rodean los obstáculos, son solo aproximadamente cien metros de terreno confuso, hasta reencontrar la senda grande que baja también hacia el río, pero a un terreno más seco. Saliendo a la costa del Ibañez por esta segunda opción, el sendero de reingreso al bosque se encuentra casi de inmediato. Hay también algo de terreno pantanoso pero se puede esquivar dando una pequeña vuelta.
Al volver al sendero, este comienza un breve ascenso a una pequeña meseta. Se avanza ahora por una senda más estrecha pero bien demarcada, aunque hay varios desvíos que esquivan troncos caídos; lo mejor es seguir siempre el rastro de caballo que sigue el terreno más abierto. La ruta transcurre bajo un hermoso bosque nativo durante algo más de un kilómetro, para luego iniciar un nuevo descenso que lleva a la orilla del Arroyo Michimahuida. Siguiendo la costa de este río, en poco más de cien metros se llega a su desembocadura en el Ibañez, lugar donde se aprecian los restos de la última erupción del Hudson. La ruta termina en este lugar; cerca de las orillas del Michimahuida hay buenos lugares para acampar.
Tiempo Esperado
Ida y regreso desde el portón, unas 8 horas. Si no se tiene vehículo 4x4 debe hacerse necesariamente en dos o tres días, por el tiempo de aproximación.
Permisos / Tarifas
Esta ruta es gratis y no se requiere permiso |
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Recomendaciones
- Ejemplo 1
- Ejemplo 2