Quebrada de Guatin
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De la serie "Paseos por el día desde San Pedro de Atacama" |
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Las Cornisas |
Época adecuada
Evitar solo diciembre a marzo, cuando llueve por el invierno altiplánico, cuando el río (que se debe cruzar numerosas veces) podría estar muy crecido.
Descripción General
Extensa caminata por un cañón desértico, con atractivos cactus en su tramo inicial. Aunque el paisaje del resto de la ruta dista de ser espectacular, es una de las pocas rutas cercanas a San Pedro que sin ser alta montaña ofrecen algo de aventura y poquísimos turistas. De hecho, lo normal es no ver a nadie una vez superado el tramo inicial de cactus.
Cómo llegar a San Pedro de Atacama
San Pedro de Atacama se ubica al Este de la Región de Antofagasta, a 311 kilómetros de la ciudad de Antofagasta y 1629 kilómetros al norte de Santiago, todo por ruta pavimentada.
Desde Antofagasta, hay buses frecuentes. Lamentablemente, no hay terminal de buses, por lo que se debe ir a los terminales de las empresas particulares.
Desde Santiago, se aconseja volar a Calama, desde donde son 101 kilómetros de distancia. Hay numerosos transfers en el aeropuerto mismo que llevan hasta el poblado. Son CLP$12000 (US$ 12.5 as of November 2024) solo ida y CLP$20000 (US$ 20.8 as of November 2024) ida y vuelta. También hay buses. Tur Bus es la única que llega hasta San Pedro mismo, las otras compañias solo hasta Calama. Sin embargo, los buses tardan cerca de 22 horas y la diferencia de precio es pequeña (dependiendo de la antelación, el avión puede ser incluso más barato).
Desde San Pedro, se debe tomar la ruta B-245 rumbo al Tatio, de ripio en buen estado. La marcha se inicia en el kilómetro 21 (señalizado), antes de llegar a Guatin y a la bifurcación que conduce a las Termas de Puritama. Es una zona donde el lecho del río es muy amplio, y que coincide con la confluencia de los ríos Puritama y Purifica, que dan así origen al río Vilama,.
No es posible llegar en transporte público, aunque es posible contratar cualquiera de los numerosos tours que salen desde San Pedro de Atacama a las termas, y volver en autostop.
Descripción de la ruta
Desde la carretera (km 0 - 3215m), avanzar hacia el río Vilama. Una vez en el él, los cactus centenarios aparecerán de inmediato en la ribera Este. Algunos tienen varios metros y cientos de años. Sin embargo, de inmediato hay que cruzar hacia la ribera Oeste, sin cactus, para evitar el corte a pique de la Este, y avanzar por un sendero que discurre cercano al río. La zona de alta densidad de cactus se acaba pronto, y no volverá a haber en todo el resto de esta larga caminata.
En el km 1,75 (3150m) se podrá apreciar que el sendero ha subido y se ha alejado del estero. Junto con ello, se podrá observar un sendero muy claro en la ribera opuesta. Hay que dejar la huella, y bajar en diagonal, apuntando directo hacia el punto donde nacer el sendero en la ribera opuesta. Una vez cruzado el estero, la huella será muy clara. Primero asciende suavemente, hasta alcanzar un punto donde se observa el paisaje en toda su amplitud, con el Salar de Atacama abajo a la distancia. Se pasará junto a un cuadrado formado por piedras (km 2,84 - 3095m) y luego se empalmará con una huella vehicular que viene desde la carretera que B-245 que utilizamos para llegar hasta el inicio de la caminata. Existe acá la posibilidad de abortar la caminata larga y realizar la breve Quebrada de Guatin abreviada.
Los siguientes 1,8 kilómetros son siguiendo la huella vehicular por lo que no hay como perderse. Superado eso, se sigue bordeando el cañón por la ribera Este, a poca distancia del estero, por sobre material oscuro. Es un tramo monótono y algo aburrido, aunque con buenas vistas al Volcán Licancabur. El sendero se pierde con facilidad, pues hay numerosas huellas que aparecen y desaparecen, pero mientras uno se mantenga cercano al cañón no hay como perderse.
El cañón gira en forma paulatina hacia el Sur, y se dirige hacia otra quebrada menor que ubicada más al Este. Poco antes de llegar, la huella se pierde definitivamente, y pocos minutos más adelante se apreciará como no queda más opción que bajar hasta el lecho mismo, a campo traviesa. Poco antes de llegar al lecho, aparece una huella muy clara. Se aconseja seguirla, lo que conduce a bajar al Vilama mismo, pocos metros antes de la bifurcación (km 7,2 - 2888m). Cruzar el estero y seguir por la ribera Este. Este tramo por el cañón es mucho más atractivo, pero es también la parte más expuesta. Hay varias pasadas incómodas, sobre material suelto y bastante vertical, que requiere de mucha cautela.
De a poco, el cañón va cediendo a terreno más abierto y amable, aunque menos escénico y más aburrido. El estero se cruza numerosas veces, para buscar el sector donde el andar sea más fácil. En torno al km 9,8 el sendero remonta la ladera, y luego se pasa junto a una extrañísima pirca incompleta construida en la mitad de una ladera muy empinada y arenosa (km 10,3 - 2775m). Sigue un tramo plano a cierta altura sobre el Vilama, que pasa por un conjuntos de pircas circulares (km 11 - 2744m) y remata en la confluencia con una quebrada que viene desde el Norte (derecha). Se puede bajar sin problemas por la derecha al lecho de este afluente.
El estero se encajona de nuevo, y la caminata se vuelve de nuevo atractiva por el interior del cañón. Tras cruzarlo una y otra vez en busca de la ribera más amable, llega una pequeña cascada labrada en la roca, punto en que no se puede continuar más por el lecho (km 12,6 - 2700m; salvo que se camine sobre el agua con sandalias). Se debe trepar por la roca de la ribera Este y avanzar paralelo al cauce, lo que resulta el segundo tramo expuesto de la ruta. Se debe caminar con mucha precaución para no caer, aunque la roca es muy rugosa, por lo que no hay mayor riesgo. Son 300 metros en estas condiciones antes de poder retornar al lecho.
Sigue un tramo largo y algo monótono con poca pendiente, primero saltando de un lado al otro para luego "afirmarse" en la ribera Este. Se puede amenizar el tedio bañándose en el río, pues ya se está más bajo y será más tarde, por lo que normalmente la temperatura es más bien alta.
En el km 16,4 (2580m) se cruza el Gasoducto Atacama. Puede parecer una alternativa para dejar antes la caminata, pero la distancia a la carretera es parecida a lo que queda por el cauce del Vilama, y exige subir más.
Tras un tramo amplio y sin novedad, surge el último obstáculo: el estero de encajona de tal manera, que no hay más opción que ascender varias decenas de metros y superar la sección por un tramo rocoso (ribera Este; la Oeste es intransitable). El último de los waypoints que indica "Pirca" (km 17,9 -2564) indica una curiosa barrera de rocas que se ubica en la mitad del descenso de este obstáculo.
Siguen dos codos sucesivos en el río, hasta que se llega a un marco partidor (km 18,5 - 2535m; estructura para dividir el caudal en distintos canales), punto en que existe un camino vehicular secundario. Son solo 510 metros más por esta huella vehicular hasta la carretera, donde se puede hacer autostop (la caminata hasta la plaza de San Pedro implicarían 4,9 kilómetros adicionales).
Tiempo Esperado
Considerar en torno a seis horas de caminata
Permisos / Tarifas
Esta ruta es gratis y no se requiere permiso |
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Recomendaciones
- Llevar toalla
- Es mejor llevar agua que beber del estero.
- Son tantos los creces del estero, que sería muy lento sacarse los zapatos y calzar sandalias cada vez. Una persona ágil puede realizar todos los cruces saltando. Para las personas con poco rechazo (normalmente las mujeres, sin ánimo de ofender a nadie) lo mejor es llevar bastones, de manera de cruzar usándolos como pivote.