Plantilla:Lo Valdes - Refugio Valle Estero Valdes
Desde las faenas de la mina yesera de Lo Valdés, dirigirse hacia el Sur hasta encontrar una huella bien marcada que asciende por una loma, al Este del estero Lo Valdés. Este sendero serpentea entre las rocas, para luego adentrarse en el cajón homónimo, siempre por la margen oriental del estero Lo Valdés.
En pleno invierno o primavera temprana, el estero Lo Valdés estará posiblemente cubierto de nieve, por lo que se puede caminar sobre él, hasta el punto de encuentro con la alternativa tradicional que descrita en el párrafo anterior. Es más cómodo, pero supone el riesgo caer al agua producto del peso sobre la nieve.
Superado el tramo más empinado del comienzo, se pasará junto a unas curiosas hondonadas en el terreno, que el sendero bordea.
Luego de dos horas y media, aproximadamente, se llega a una cruz en mal estado que recuerda a las víctimas del accidente del vuelo Lan 404 de 1965. En este lugar, es posible reabastecerse de agua. Un poco más arriba hay una placa blanca que recuerda la tragedia, dejada por la asociación de Buses de la línea Puente Alto – Santiago. Hacia nuestra espalda, una notable perspectiva del Cerro Arenas, del Morado y del Mesón Alto. Inmediatamente después de la placa se alcanzan las Vegas del Corona (2750m). Acá aparece con claridad el Cerro Diablo hacia el Suroeste. Pocos metros después aparece la única bifurcación: hacia la izquierda (Sur) el valle conduce hacia el cerro Corona, ascendiendo por el estero del mismo nombre. Hacia la derecha (suroeste), el brazo principal, que conduce al Diablo, Dientes del Diablo y Retumbadero Alto. En dos horas más se alcanza la cabecera del valle, donde se puede acampar. Se tiene una excelente vista del volcán San José y de parte del cerro Marmolejo, además de estar rodeados por el circo rocoso de las cumbres antes mencionadas.
Poco antes de este circo de roca final se puede encontrar un antiguo refugio: una caseta roja de madera apta para tres personas, y equipada de una mesa.