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==Descripción General==
 
==Descripción General==
 
El Estero La Huemula es uno de los dos esteros principales que van a formar el Valle del Río Resbalón, cuyo curso es una de las rutas de acceso a las fantásticas Torres del Avellano. Esta caminata remonta su cauce hasta llegar a su nacimiento, alcanzando el portezuelo que lo separa del Valle del Río Sin Nombre.
 
El Estero La Huemula es uno de los dos esteros principales que van a formar el Valle del Río Resbalón, cuyo curso es una de las rutas de acceso a las fantásticas Torres del Avellano. Esta caminata remonta su cauce hasta llegar a su nacimiento, alcanzando el portezuelo que lo separa del Valle del Río Sin Nombre.
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==Época adecuada==
 
==Época adecuada==
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Desde Noviembre a Abril, época donde los colonos llevan animales a las veranadas. El resto del año el paso está obstruido por nieve.
  
 
==Acceso==
 
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===En transporte público y autostop===
 
===En transporte público y autostop===
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No existe transporte público desde Puerto Tranquilo al inicio de la ruta. Se puede tomar cualquier bus rumbo Coyahique y descender en el desvío a Bahía Murta. Desde allí se puede caminar o hacer autostop los seis kilómetros que faltan para el inicio, siguiendo las indicaciones dadas en el ítem anterior.
  
 
==Descripción de la ruta==
 
==Descripción de la ruta==
La ruta comienza cruzando el corral para tomar una vía de vehículos de doble tracción. Inicialmente el camino va casi plano, pero pronto empieza un empinado ascenso en un amplio zigzag. La subida termina casi dos kilómetros después, en una planicie donde hay una vivienda.Se pasa frente a la casa y casi de inmediato se debe dejar la vía y, cruzando un portón, girar a la izquierda para tomar un sendero que se observa a ese costado. El sendero continúa el ascenso, ingresando rápidamente a un hermoso bosque.
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La ruta comienza subiendo unos metros por el ingreso a una vivienda y doblando a la izquierda al llegar a un corral. Se cruza el corral para tomar una vía de vehículos de doble tracción. Inicialmente el camino va casi plano, pero pronto empieza un empinado ascenso en un amplio zigzag. La subida termina casi dos kilómetros después, en una planicie donde hay una vivienda.Se pasa frente a la casa y casi de inmediato se debe dejar la vía y, cruzando un portón, girar a la izquierda para tomar un sendero que se observa a ese costado. El sendero continúa el ascenso, ingresando rápidamente a un hermoso bosque.
  
 
La senda prosigue muy clara y amplia, avanzando por más de un kilómetro bajo grandes árboles; hasta que se observa a mano derecha otro sendero menor pero perfectamente demarcado: debe seguirse por éste, iniciando un empinado ascenso.Tras cerca de trescientos metros con fuerte inclinación, la pendiente disminuye un poco. La senda es bastante amplia, casi como antigua senda de carretas. En algún punto de ella aparece un desvío a la derecha que evita una zona de árboles caídos que se encuentra en el trazado principal; este desvío no figura en el track que avanzó por el camino más amplio pero más incómodo, al final ambos ramales confluyen.
 
La senda prosigue muy clara y amplia, avanzando por más de un kilómetro bajo grandes árboles; hasta que se observa a mano derecha otro sendero menor pero perfectamente demarcado: debe seguirse por éste, iniciando un empinado ascenso.Tras cerca de trescientos metros con fuerte inclinación, la pendiente disminuye un poco. La senda es bastante amplia, casi como antigua senda de carretas. En algún punto de ella aparece un desvío a la derecha que evita una zona de árboles caídos que se encuentra en el trazado principal; este desvío no figura en el track que avanzó por el camino más amplio pero más incómodo, al final ambos ramales confluyen.
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Viene una empinada subida cerca del límite entre la vegetación y los árboles. El sendero es bastante claro, aunque disperso en varios senderitos menores que confluyen posteriormente. Tras aproximadamente trescientos metros se reingresa al bosque donde la senda continúa el empinado ascenso por algo más de un kilómetro. Durante este trayecto se va alcanzando el filo del cerro y desde el último tramo se pueden obtener algunas espectaculares panorámicas de las Torres del Avellano.
 
Viene una empinada subida cerca del límite entre la vegetación y los árboles. El sendero es bastante claro, aunque disperso en varios senderitos menores que confluyen posteriormente. Tras aproximadamente trescientos metros se reingresa al bosque donde la senda continúa el empinado ascenso por algo más de un kilómetro. Durante este trayecto se va alcanzando el filo del cerro y desde el último tramo se pueden obtener algunas espectaculares panorámicas de las Torres del Avellano.
  
Finalmente se sale de la vegetación y aparece una panorámica alucinante del valle del Río Murta, el Lago General Carrera y numerosas cumbres dentro de las que destaca el Cerro San Valentín. El sendero se desdibuja un poco al alcanzar la piedra, pero con atención aún se puede distinguir su trazado.El ascenso va disminuyendo la pendiente convirtiéndose en un suave faldeo de subida, un largo trayecto que recorre algunos pequeños tramos de acarreo con piedras sueltas, bastante incómodas para caminar. Aunque no es muy expuesto, este terreno conviene pasarlo con precaución. Tras el acarreo la senda casi desaparece, pero debe continuarse por la pradera a media altura dirigiéndose al portezuelo que se observa al Norte.
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Finalmente se sale de la vegetación y aparece una panorámica alucinante del valle del Río Murta, el Lago General Carrera y numerosas cumbres dentro de las que destaca el Cerro San Valentín. El sendero se desdibuja un poco al alcanzar la piedra, pero con atención aún se puede distinguir su trazado.El ascenso va disminuyendo la pendiente convirtiéndose en un suave faldeo de subida, un largo trayecto que recorre algunos pequeños tramos de acarreo con piedras sueltas, bastante incómodas para caminar. Aunque no es muy expuesto, este terreno conviene pasarlo con precaución. Tras el acarreo la senda casi desaparece, pero debe continuarse por la pradera a media altura, dirigiéndose al portezuelo que se observa al Norte.
  
 
Al avanzar la senda va reapareciendo mientras continúa el faldeo cruzando numerosos arroyos, rodeando el cerro. Las panorámica son estupendas durante todo esta parte del recorrido y es frecuente divisar cóndores. Finalmente. tras algo más de cuatro kilómetros desde que se sale del bosque, se llega al portezuelo donde aparece la hermosa visión del Valle La Huemula. El sendero más o menos claro inicia el descenso y aproximadamente en 1.2 kilómetros se acerca nuevamente al bosque. En ese punto se pierde nuevamente su trazado: hay que buscar descender en una suave diagonal a la izquierda y debe encontrarse una senda no muy clara que inicia un descenso en faldeo con una pendiente moderada.
 
Al avanzar la senda va reapareciendo mientras continúa el faldeo cruzando numerosos arroyos, rodeando el cerro. Las panorámica son estupendas durante todo esta parte del recorrido y es frecuente divisar cóndores. Finalmente. tras algo más de cuatro kilómetros desde que se sale del bosque, se llega al portezuelo donde aparece la hermosa visión del Valle La Huemula. El sendero más o menos claro inicia el descenso y aproximadamente en 1.2 kilómetros se acerca nuevamente al bosque. En ese punto se pierde nuevamente su trazado: hay que buscar descender en una suave diagonal a la izquierda y debe encontrarse una senda no muy clara que inicia un descenso en faldeo con una pendiente moderada.
  
Pasado el medio kilómetro se intercepta otro sendero mucho más notorio que inicia una bajada mucho más empinada; aunque esta senda es bastante clara, debe tenerse atención para no perderla, pues se abre en varios ramales dispersos. Transcurridos casi dos kilómetros desde que se regresó al bosque, se alcanza finalmente la orilla del Arroyo La Huemula.
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Pasado el medio kilómetro se intercepta otro sendero más notorio que inicia una bajada mucho más empinada; aunque esta senda es bastante clara, debe tenerse atención para no perderla, pues se abre en varios ramales dispersos. Transcurridos casi dos kilómetros desde que se regresó al bosque, se alcanza finalmente la orilla del Arroyo La Huemula.
  
La ruta prosigue ahora por una amplia y despejada pradera, siguiendo el curso del cauce aguas arriba. Poco después de medio kilómetro de pasa por un rústico refugio de arrieros detrás del cual un tenue senderito reingresa a la arboleda. Debe buscarse la siguiente bajada a la orilla, después de pasar el refugio: es el primer vado del arroyo, cruce sencillo en una zona donde el río se abre en dos brazos. Se sale a la otra orilla casi frente a unos corrales y se debe continuar nuevamente por la pradera, siguiendo una pequeña senda que prosigue paralela remontando La Huemula. Son poco menos de dos kilómetros de tranquilo avance por el hermoso valle, recreándose en el magnífico panorama que lo enmarca: de los imponentes cerros bajan innumerables arroyos a nutrir la cuenca principal. El sendero es general claro y no existen mayores obstáculos, exceptuando algunas zonas inundadas, según la época de realización de la ruta.
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La ruta prosigue ahora por una amplia y despejada pradera, siguiendo el curso del cauce aguas arriba. Poco después de medio kilómetro de pasa por un rústico refugio de arrieros detrás del cual un tenue senderito reingresa a la arboleda. Debe buscarse la siguiente bajada a la orilla, después de pasar el refugio: es el primer vado del arroyo, cruce sencillo en una zona donde el río se abre en dos brazos. Se sale a la otra orilla casi frente a unos corrales y se debe continuar nuevamente por la pradera, siguiendo una pequeña senda que prosigue paralela remontando La Huemula. Son poco menos de dos kilómetros de tranquilo avance por el hermoso valle, recreándose en el magnífico panorama que lo enmarca: de los imponentes cerros bajan innumerables arroyos a nutrir la cuenca principal. El sendero es generalmente claro y no existen mayores obstáculos, exceptuando algunas zonas inundadas, según la época de realización de la ruta.
  
 
La pradera va terminando y aparece nuevamente bosque. En este punto, al divisar en frente un arroyo más grande que tributa al cauce principal, se debe volver a pasar La Huemula. Nuevamente se trata de un vado sencillo: se recomienda hacerlo un poco antes de la desembocadura del estero mencionado, en un punto donde el caudal también se divide en dos brazos. En la ribera opuesta se debe continuar aguas arriba por el terreno pedregoso vecino al río, durante unos trescientos metros. Transcurrida esa distancia se encuentra una amplia senda que ingresa al bosque, la cual continúa el recorrido. El siguiente trayecto el sendero es un poco difuso, perdiéndose a veces por los tramos inundados o los troncos caídos; pero debe seguirse siempre remontando el estero principal, sin alejarse mucho de la orilla.
 
La pradera va terminando y aparece nuevamente bosque. En este punto, al divisar en frente un arroyo más grande que tributa al cauce principal, se debe volver a pasar La Huemula. Nuevamente se trata de un vado sencillo: se recomienda hacerlo un poco antes de la desembocadura del estero mencionado, en un punto donde el caudal también se divide en dos brazos. En la ribera opuesta se debe continuar aguas arriba por el terreno pedregoso vecino al río, durante unos trescientos metros. Transcurrida esa distancia se encuentra una amplia senda que ingresa al bosque, la cual continúa el recorrido. El siguiente trayecto el sendero es un poco difuso, perdiéndose a veces por los tramos inundados o los troncos caídos; pero debe seguirse siempre remontando el estero principal, sin alejarse mucho de la orilla.
 
  
 
Se avanza poco menos de kilómetro y medio por el bosque y se regresa a la pradera. Poco después viene el tercer vado del río: sencillo como los anteriores, ahora en un solo brazo. Nuevamente se sigue cerca a la ribera, a veces por bosque y otras por pradera, con sendas un poco confusas pero sin obstáculos de consideración. Unos setecientos metros más adelante se cruza el cauce por cuarta ocasión.Sigue un tramo por la ribera, para luego alejarse rodeando una pradera y, antes de un kilómetro desde el cuarto vado, se sale definitivamente del bosque, divisándose en frente el glaciar donde nace el curso principal de La Huemula. La senda avanza hacia dicho brazo por terreno pedregoso, desdibujándose un poco, para cruzar por última vez el estero.
 
Se avanza poco menos de kilómetro y medio por el bosque y se regresa a la pradera. Poco después viene el tercer vado del río: sencillo como los anteriores, ahora en un solo brazo. Nuevamente se sigue cerca a la ribera, a veces por bosque y otras por pradera, con sendas un poco confusas pero sin obstáculos de consideración. Unos setecientos metros más adelante se cruza el cauce por cuarta ocasión.Sigue un tramo por la ribera, para luego alejarse rodeando una pradera y, antes de un kilómetro desde el cuarto vado, se sale definitivamente del bosque, divisándose en frente el glaciar donde nace el curso principal de La Huemula. La senda avanza hacia dicho brazo por terreno pedregoso, desdibujándose un poco, para cruzar por última vez el estero.
 
  
 
Del otro lado debe buscarse la continuación bordeando el pedregal y buscando el valle de un arroyo afluente que viene por la derecha. En cerca de medio kilómetro se llega a orillas del afluente cuyas cristalinas aguas contrastan con el color lechoso de La Huemula. En este punto existe la posibilidad de empezar a subir por la orilla sin cruzar el cauce, en caso de que el caudal esté bajo. De lo contrario se deberá vadear nuevamente y empezar a subir por la orilla opuesta del arroyo. Hay un sendero más o menos claro, y excepto nuevamente las zonas anegadas, no hay ningún obstáculo para avanzar.  
 
Del otro lado debe buscarse la continuación bordeando el pedregal y buscando el valle de un arroyo afluente que viene por la derecha. En cerca de medio kilómetro se llega a orillas del afluente cuyas cristalinas aguas contrastan con el color lechoso de La Huemula. En este punto existe la posibilidad de empezar a subir por la orilla sin cruzar el cauce, en caso de que el caudal esté bajo. De lo contrario se deberá vadear nuevamente y empezar a subir por la orilla opuesta del arroyo. Hay un sendero más o menos claro, y excepto nuevamente las zonas anegadas, no hay ningún obstáculo para avanzar.  
  
 
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Tras algo más de un kilómetro de ascenso paralelo al estero, se deja su orilla para seguir rumbo a un obvio portezuelo, que se alcanza en solo seiscientos metros aproximadamente: desde allí se puede apreciar una nueva magnífica panorámica, ahora del Valle del Río Sin Nombre.
Tras algo más de un kilómetro de ascenso paralelo al estero, se deja su orilla para seguir rumbo a un obvio portezuelo, que se alcanza en solo seiscientos metros aproximadamente: desde allí se puede aprendizaje una nueva magnífica panorámica, ahora del Valle del Río Sin Nombre.
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===Tiempo Esperado===
 
===Tiempo Esperado===
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Se aconseja realizar en tres jornadas, de la siguiente manera:
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La primera jornada puede ser hasta pasado el primer portezuelo, hay lugares donde es posible acampar al ingresar al bosque. Otra posibilidad es llegar hasta el comienzo del Valle La Huemula, acampando cerca al refugio, aunque el trayecto puede resultar un poco largo.
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Una segunda jornada desde el sitio de campamento hasta el segundo portezuelo, ida y retorno.
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Tercera jornada desde el campamento al inicio.
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{{Sin permisos}}
 
{{Sin permisos}}
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Se aconseja pedir permiso para pasar por la vivienda del inicio del recorrido
  
 
==Recomendaciones==
 
==Recomendaciones==
* Ejemplo 1
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{{checklist|Checklist de equipo tipo 9: mediamontaña no técnica, sin caminata sobre hielo, sin o poca nieve, con acampe}}
* Ejemplo 2
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* Las dos primeras horas de recorrido no tienen agua, tomar las precauciones.
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==Galería de fotos==
 
==Galería de fotos==
 
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File:ejemplo.jpg|Comentario de foto de ejemplo
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Archivo:Casct.jpeg|Pequeña cascada llegando al portezuelo
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Archivo:Senmurt.jpeg|Senda en el tramo inicial, después de pasar la última vivienda
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Archivo:Fvllmurt.jpeg|Valle Murta, panorámica desde el ascenso
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Archivo:IMG 8026 copy 1600x898 075837.jpeg|Panorámica del Cerro San Valentín desde el ascenso
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Archivo:Port1 res 075635.jpeg|Avanzando hacia el Portezuelo entre los valles del Murta y La Huemula
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Archivo:NOport1 075642.jpeg|Panorámica al Noroeste desde el portezuelo
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Archivo:Pradhuem 075647.jpeg|Praderas en el Valle de la Huemula
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Archivo:Casfhuem 075651.jpeg|Cascadas nutriendo el Estero La Huemula
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Revisión actual del 15:40 21 may 2024

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Glaciares donde nace el Arroyo La Huemula, que formara el Río Resbalón

Caminata al Nacimiento del Río Resbalón

Mapa de la ruta

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Cuadro Resumen (editar)
Actividad Trekking
Ubicación Chile, Coyhaique
Belleza Impresionante
Atractivos Vistas panorámicas, Bosque, Fauna atractiva, Río, Formación Geológica, Cascada
Duración 3 días
Exigencia física 9.7 dopihoras
Sendero Tramos sin sendero
Señalización Inexistente
Infraestructura Inexistente
Topología Ida y Retorno por la misma ruta
Desniveles +1398, -453 (±1851)
Distancia (k) 21.43 (ida y vuelta)
Altitud media 1000
Habilidades No requiere
Primer autor Marta Angarita
Descargar KMZ/GPX Debes registrarte para descargar. Formulario es BREVISIMO
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Perfil del trek al Nacimiento del Río Resbalón
Valle Murta, panorámica al Noroeste desde el ascenso
Primeras panorámicas de las Torres del Avellano subiendo hacia el acarreo
Panorámica al Norte desde lo alto
Panorámica al Sur desde la senda: (izq a der): Desembocadura de los ríos Resbalón, Murta y el Engaño
Primer portezuelo
Valle La Huemula
Río La Huemula
Uno de los numerosos vados de La Huemula
LLegando al final del Valle La Huemula
Valle del Río Sin Nombre desde el segundo portezuelo

Descripción General

El Estero La Huemula es uno de los dos esteros principales que van a formar el Valle del Río Resbalón, cuyo curso es una de las rutas de acceso a las fantásticas Torres del Avellano. Esta caminata remonta su cauce hasta llegar a su nacimiento, alcanzando el portezuelo que lo separa del Valle del Río Sin Nombre.

Como era de esperarse recorriendo esta alucinante zona, las panorámicas son impresionantes: el Valle del Murta, el Valle La Huemula, Las Torres del Avellano, El Cerro San Valentín, el Lago General Carrera, entre otros muchos panoramas estupendos. Innumerables arroyos y cascadas nutriendo los cauces principales, y algunos cóndores sobrevolando las grandes cumbres.

El recorrido transcurre básicamente siguiendo los senderos utilizados por los lugareños para llevar sus animales a las veranadas. No hay ningún tipo de señalización y existen algunos tramos confusos, por lo que se recomienda el uso de GPS o el seguimiento atento del texto.

Época adecuada

Desde Noviembre a Abril, época donde los colonos llevan animales a las veranadas. El resto del año el paso está obstruido por nieve.

Acceso

En vehículo propio

Desde Puerto Río Tranquilo se toma rumbo Norte por la carretera austral, ruta 7, ripio en regular estado. Después de aproximadamente 25 kilómetros se dobla a la derecha, cruce señalizado hacia Bahía Murta, pavimento en buen estado.

Se avanza por esta vía un par de kilómetros hasta un obvio cruce a mano izquierda, ripio en regular estado. Se debe ingresar por este camino avanzando cuatro kilómetros hasta el tercer guardaganado. El siguiente ingreso a mano derecha es el inicio de la ruta

En transporte público y autostop

No existe transporte público desde Puerto Tranquilo al inicio de la ruta. Se puede tomar cualquier bus rumbo Coyahique y descender en el desvío a Bahía Murta. Desde allí se puede caminar o hacer autostop los seis kilómetros que faltan para el inicio, siguiendo las indicaciones dadas en el ítem anterior.

Descripción de la ruta

La ruta comienza subiendo unos metros por el ingreso a una vivienda y doblando a la izquierda al llegar a un corral. Se cruza el corral para tomar una vía de vehículos de doble tracción. Inicialmente el camino va casi plano, pero pronto empieza un empinado ascenso en un amplio zigzag. La subida termina casi dos kilómetros después, en una planicie donde hay una vivienda.Se pasa frente a la casa y casi de inmediato se debe dejar la vía y, cruzando un portón, girar a la izquierda para tomar un sendero que se observa a ese costado. El sendero continúa el ascenso, ingresando rápidamente a un hermoso bosque.

La senda prosigue muy clara y amplia, avanzando por más de un kilómetro bajo grandes árboles; hasta que se observa a mano derecha otro sendero menor pero perfectamente demarcado: debe seguirse por éste, iniciando un empinado ascenso.Tras cerca de trescientos metros con fuerte inclinación, la pendiente disminuye un poco. La senda es bastante amplia, casi como antigua senda de carretas. En algún punto de ella aparece un desvío a la derecha que evita una zona de árboles caídos que se encuentra en el trazado principal; este desvío no figura en el track que avanzó por el camino más amplio pero más incómodo, al final ambos ramales confluyen.

Aproximadamente un kilómetro después de la última bifurcación, se llega a un alambrado que debe cruzarse, saliendo del bosque e ingresando a una pradera. Los siguientes cuatrocientos metros la pradera alterna con la arboleda, hasta volver a salir a terreno abierto. Al salir existen diversos senderos que confunden el rumbo, el más marcado lleva a un refugio de arrieros. Debe buscarse ascender por el borde de la vegetación, ignorando un giro innecesario que existe en el track y buscando el waypoint up donde la senda reapareció al buscarla.

Viene una empinada subida cerca del límite entre la vegetación y los árboles. El sendero es bastante claro, aunque disperso en varios senderitos menores que confluyen posteriormente. Tras aproximadamente trescientos metros se reingresa al bosque donde la senda continúa el empinado ascenso por algo más de un kilómetro. Durante este trayecto se va alcanzando el filo del cerro y desde el último tramo se pueden obtener algunas espectaculares panorámicas de las Torres del Avellano.

Finalmente se sale de la vegetación y aparece una panorámica alucinante del valle del Río Murta, el Lago General Carrera y numerosas cumbres dentro de las que destaca el Cerro San Valentín. El sendero se desdibuja un poco al alcanzar la piedra, pero con atención aún se puede distinguir su trazado.El ascenso va disminuyendo la pendiente convirtiéndose en un suave faldeo de subida, un largo trayecto que recorre algunos pequeños tramos de acarreo con piedras sueltas, bastante incómodas para caminar. Aunque no es muy expuesto, este terreno conviene pasarlo con precaución. Tras el acarreo la senda casi desaparece, pero debe continuarse por la pradera a media altura, dirigiéndose al portezuelo que se observa al Norte.

Al avanzar la senda va reapareciendo mientras continúa el faldeo cruzando numerosos arroyos, rodeando el cerro. Las panorámica son estupendas durante todo esta parte del recorrido y es frecuente divisar cóndores. Finalmente. tras algo más de cuatro kilómetros desde que se sale del bosque, se llega al portezuelo donde aparece la hermosa visión del Valle La Huemula. El sendero más o menos claro inicia el descenso y aproximadamente en 1.2 kilómetros se acerca nuevamente al bosque. En ese punto se pierde nuevamente su trazado: hay que buscar descender en una suave diagonal a la izquierda y debe encontrarse una senda no muy clara que inicia un descenso en faldeo con una pendiente moderada.

Pasado el medio kilómetro se intercepta otro sendero más notorio que inicia una bajada mucho más empinada; aunque esta senda es bastante clara, debe tenerse atención para no perderla, pues se abre en varios ramales dispersos. Transcurridos casi dos kilómetros desde que se regresó al bosque, se alcanza finalmente la orilla del Arroyo La Huemula.

La ruta prosigue ahora por una amplia y despejada pradera, siguiendo el curso del cauce aguas arriba. Poco después de medio kilómetro de pasa por un rústico refugio de arrieros detrás del cual un tenue senderito reingresa a la arboleda. Debe buscarse la siguiente bajada a la orilla, después de pasar el refugio: es el primer vado del arroyo, cruce sencillo en una zona donde el río se abre en dos brazos. Se sale a la otra orilla casi frente a unos corrales y se debe continuar nuevamente por la pradera, siguiendo una pequeña senda que prosigue paralela remontando La Huemula. Son poco menos de dos kilómetros de tranquilo avance por el hermoso valle, recreándose en el magnífico panorama que lo enmarca: de los imponentes cerros bajan innumerables arroyos a nutrir la cuenca principal. El sendero es generalmente claro y no existen mayores obstáculos, exceptuando algunas zonas inundadas, según la época de realización de la ruta.

La pradera va terminando y aparece nuevamente bosque. En este punto, al divisar en frente un arroyo más grande que tributa al cauce principal, se debe volver a pasar La Huemula. Nuevamente se trata de un vado sencillo: se recomienda hacerlo un poco antes de la desembocadura del estero mencionado, en un punto donde el caudal también se divide en dos brazos. En la ribera opuesta se debe continuar aguas arriba por el terreno pedregoso vecino al río, durante unos trescientos metros. Transcurrida esa distancia se encuentra una amplia senda que ingresa al bosque, la cual continúa el recorrido. El siguiente trayecto el sendero es un poco difuso, perdiéndose a veces por los tramos inundados o los troncos caídos; pero debe seguirse siempre remontando el estero principal, sin alejarse mucho de la orilla.

Se avanza poco menos de kilómetro y medio por el bosque y se regresa a la pradera. Poco después viene el tercer vado del río: sencillo como los anteriores, ahora en un solo brazo. Nuevamente se sigue cerca a la ribera, a veces por bosque y otras por pradera, con sendas un poco confusas pero sin obstáculos de consideración. Unos setecientos metros más adelante se cruza el cauce por cuarta ocasión.Sigue un tramo por la ribera, para luego alejarse rodeando una pradera y, antes de un kilómetro desde el cuarto vado, se sale definitivamente del bosque, divisándose en frente el glaciar donde nace el curso principal de La Huemula. La senda avanza hacia dicho brazo por terreno pedregoso, desdibujándose un poco, para cruzar por última vez el estero.

Del otro lado debe buscarse la continuación bordeando el pedregal y buscando el valle de un arroyo afluente que viene por la derecha. En cerca de medio kilómetro se llega a orillas del afluente cuyas cristalinas aguas contrastan con el color lechoso de La Huemula. En este punto existe la posibilidad de empezar a subir por la orilla sin cruzar el cauce, en caso de que el caudal esté bajo. De lo contrario se deberá vadear nuevamente y empezar a subir por la orilla opuesta del arroyo. Hay un sendero más o menos claro, y excepto nuevamente las zonas anegadas, no hay ningún obstáculo para avanzar.

Tras algo más de un kilómetro de ascenso paralelo al estero, se deja su orilla para seguir rumbo a un obvio portezuelo, que se alcanza en solo seiscientos metros aproximadamente: desde allí se puede apreciar una nueva magnífica panorámica, ahora del Valle del Río Sin Nombre.

Tiempo Esperado

Se aconseja realizar en tres jornadas, de la siguiente manera:

La primera jornada puede ser hasta pasado el primer portezuelo, hay lugares donde es posible acampar al ingresar al bosque. Otra posibilidad es llegar hasta el comienzo del Valle La Huemula, acampando cerca al refugio, aunque el trayecto puede resultar un poco largo.

Una segunda jornada desde el sitio de campamento hasta el segundo portezuelo, ida y retorno.

Tercera jornada desde el campamento al inicio.


Permisos / Tarifas

Gratis-y-sin-permisos.png Esta ruta es gratis y no se requiere permiso

Se aconseja pedir permiso para pasar por la vivienda del inicio del recorrido

Recomendaciones

Galería de fotos