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Revisión actual del 15:08 4 dic 2023
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Descripción General
Una ruta que recorre parte de la vieja senda ancestral por la cual se colonizó la margen Norte del Lago General Carrera, llegando hasta el Sector del Río Avellano dónde existen varias opciones no exploradas para continuar. Se observan magníficas panorámicas del General Carrera y de la cordillera del Avellano.
Se parte desde el "pueblo fantasma" de Puerto Cristal, avanzando siempre por un sendero de arrieros bien demarcado, pasando por las viviendas abandonadas de varios de los primeros colonos. Hay posibilidades de avistamiento de cóndores, zorros y huemules.
Época adecuada
Se puede realizar en cualquier época
Acceso
No se llega a Puerto Cristal en vehículo. Es posible hacerlo en bote desde Puerto Sánchez o Puerto Río Tranquilo, en packraft desde Puerto Alarcón, o caminando siguiendo la ruta Puerto Cristal.
Descripción de la ruta
En el poblado de Puerto Cristal se debe buscar la parte alta donde se encontraban la plaza y la escuela. Se toma hacia el Noreste siguiendo en dirección a la fundición, un edificio de ladrillo que se observa ya fuera del poblado. Una vieja vía conduce hacia él, debe seguirse hasta una bifurcación donde se deja atrás la entrada a la edificación, (a mano izquierda), y se sigue por la derecha sobre una amplia explanada que se puede ver a ese costado. Se avanzan doscientos metros por la antigua vía, para cruzar un portón y bajar otro tanto acercándose a un río. Pasada esta distancia, (en una curva cuando el camino dobla a la derecha hacia un terraplén), se debe dejar la vía y seguir un sendero a la izquierda que desciende a la orilla del cauce.
Hay que vadear el río, vado sin mayores problemas en condiciones normales. Una vez en la orilla opuesta hay dos posibles senderos que confluyen: uno que se observa unos cien metros corriente abajo, y otro a la misma distancia aguas arriba. De una u otra forma se debe caminar por las piedras de la ribera y tomar la senda; el track indica el sendero aguas arriba.
La senda comienza a ascender y unos quinientos metros después llega a un sector de praderas donde antiguamente hubo un asentamiento. En este punto el sendero es un poco confuso, pero debe buscarse un poco hacia arriba; es importante asegurarse de encontrar la senda amplia y clara, pues hay varios caminos de vacas que pueden confundir.
Una vez se retoma el camino correcto, se sigue subiendo hacia una prominencia rocosa que se observa en frente. Es un ascenso suave, intercalado con pequeñas bajadas, que en menos de un kilómetro llega a lo alto de la roca, desde la cual se puede observar una buena panorámica del lago y de la próxima playa hacia la que se dirige la ruta. Se inicia entonces un descenso de un kilómetro y medio; inicialmente faldeando el cerro, con pequeños ascensos para rodear obstáculos, culminando en una bajada algo empinada. Al terminar de bajar se llega a una vivienda no habitada, rodeada de álamos y corrales.
Para continuar la ruta hay que llegar a la esquina mas próxima al cerco de madera y doblar a la izquierda: hay una senda no muy demarcada en el inicio, pero que luego se va definiendo claramente. Se cruza un amplio pedregal para llegar aproximadamente en trescientos metros a la orilla de un nuevo río que debe vadearse. Como en el caso anterior, el vado es bastante fácil en condiciones normales.
La senda se acerca ahora a la orilla del lago y continúa siguiendo el contorno del mismo durante más de un kilómetro. El sendero es bastante claro, siempre bastante cerca de la costa del General Carrera. Al cabo de 1.2 kilómetros hay una bifurcación dónde se debe seguir el ramal izquierdo, comenzando a ascender la pequeña prominencia que hay a ese costado.
En trescientos metros más se llega al filo de la loma, donde la senda dobla nuevamente a la izquierda comenzando a bajar hacia un nuevo río al que se llega en doscientos metros de descenso. Hay un nuevo vado sencillo y a continuación otro ascenso de aproximadamente quinientos metros hasta llegar a una planicie con pastizales.
Tras cruzar la planicie comienza el descenso hacia la segunda playa, que aún no se ve. Es una bajada larga y suave, faldeando el cerro y rodeando grandes prominencias rocosas. Después de más de dos kilómetros de descenso se llega a la planicie y ochocientos metros después a una casa abandonada, frente a la playa.
La continuación de la ruta debe buscarse detrás de la casa. Hay varios senderos que suben el cerro, pero conviene buscar el que va más a la derecha, que resulta más cómodo para caminar. De cualquier manera las sendas confluyen tras un empinado y pedregoso ascenso que culmina antes de un kilómetro. El track en algunos tramos presenta ligeros desvíos para evitar un poco la piedra de la senda principal.
El descenso se inicia por una hondonada rodeando un pequeño prado que parece haber sido una lagunilla que se secó. Se ingresa a un tramo de bosque bastante bonito, la vegetación es un poco más cerrada, pero el trazado de la ruta es bien demarcado; aproximadamente un kilómetro después de iniciar la bajada se sale de la hondonada apareciendo nuevamente la panorámica grandiosa del lago.
Se continúa faldeando el cerro en descenso, con algunas subidas para rodear las grandes rocas que abundan; comienza a verse a lo lejos la puntilla donde desemboca el Río Avellano. Tras más de tres kilómetros de bajada, se llega a una nueva playa en una amplia bahía, con un par de pequeñas cascadas cercanas: es el sitio denominado El Tornillo dónde se encuentran los restos de otra vivienda. Hay árboles frutales, y buen aprovisionamiento de agua, se recomienda como posible sitio de campamento.
Para continuar la ruta rumbo al Sector del Río Avellano, se debe salir desde la casa pasando por un refugio de troncos caído y buscar el paso del arroyo que viene desde la cascada más visible. Cruzando el arroyo hay que buscar acercarse al lago. La senda en este tramo es un poco confusa, pero siguiendo el contorno de la costa, sin llegar a la orilla, se va reencontrando. Unos trescientos metros después se cruza otro estero que viene de otra bonita cascada, en condiciones normales el cruce de estos arroyos no requiere mojarse los pies puede llevarse a cabo saltando entre las piedras.
Tras pasar el segundo arroyo el sendero comienza a subir alejándose del lago, entre vegetación arbustiva, con frecuente presencia de plantas espinosas. A medida que se asciende se va observando cada vez mejores panorámicas del lago en ambas orillas. Se sube algo más de un kilómetro un poco empinado, y luego se comienza a ingresar al bosque.
El ascenso continúa bajo el bosque, con algunos pequeños tramos abiertos que van haciéndose más escasos a medida que se asciende. Son aproximadamente tres kilómetros y medio de subida, para rodear una enorme prominencia rocosa. Los últimos cuatrocientos metros del ascenso la senda va saliendo del bosque y tornándose bastante pedregosa; en ese tramo el track registra un atajo que se tomó al regreso para evitar un paso ligeramente expuesto.
Terminando la subida se reingresa al bosque, iniciándose un empinado descenso. Durante el trayecto se va observando por tramos el valle bajo del Río Avellano, y su desembocadura, además de dos grandes islas en medio del lago. El tramo final de la bajada la pendiente se suaviza y se entra en una hondonada muy bonita, con hermosos bosques rodeados de grandes rocas.
Tras aproximadamente dos kilómetros de bajada, se sale finalmente del bosque. La senda se torna un poco indefinida pero hay que seguir por la hondonada a mano derecha, rodeando una zona pantanosa. Pocos metros después se vuelve a ver el sendero bien notorio por el que se caminan unos cuatrocientos metros más aproximándose al valle del Río, hasta llegar a una encrucijada de caminos. En este punto termina la ruta pues se abren varias posibilidades: a la derecha una senda bien demarcada conduce hacia la desembocadura del río, a la izquierda siguiendo sendas por pastizales se puede llegar a la casa de varios colonos e incluso continuar hacia el sector de la cordillera del Avellano. Estas opciones no se exploraron por requerir varias jornadas más de caminata.
Tiempo Esperado
Se recomienda realizar en tres días. Una primera jornada de cinco a seis horas hasta la Playa el Tornillo. Una segunda jornada ida y regreso desde allí al Avellano, aproximadamente seis horas, y regreso desde el Tornillo a Puerto Cristal , tercera jornada.
Permisos / Tarifas
Esta ruta es gratis y no se requiere permiso |
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Recomendaciones
- Checklist: Aunque sepas perfectamente lo que debes llevar, es preferible chequearlo al empacar. Esta ruta ha sido clasificada como Checklist de equipo tipo 4: ruta de baja altitud, sin nieve ni frío, con acampe.
- Respecto a la indumentaria es conveniente tener en cuenta que abunda la vegetación espinosa como calafate y rosa mosqueta.