Reserva Paramillo - Reserva La Laja

Revisión del 12:45 13 sep 2023 de Marta.angarita (Discusión | contribuciones) (Descripción de la ruta)

Revisión del 12:45 13 sep 2023 de Marta.angarita (Discusión | contribuciones) (Descripción de la ruta)


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Caminata entre las Reservas Paramillo y La Laja

Mapa de la ruta

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Cuadro Resumen (editar)
Actividad Trekking
Ubicación Colombia, Bogotá
Belleza Impresionante
Atractivos Vistas panorámicas, Bosque, Flora atractiva, Fauna atractiva, Laguna, Río, Formación Geológica, Cascada, Patrimonio Cultural, Parque Privado, Páramo
Duración 2 días
Exigencia física 6.8 dopihoras
Sendero Siempre Claro
Señalización Insuficiente
Infraestructura Hospedaje(s), Camping
Topología Cruce
Desniveles +998, -1108
Distancia (k) 15.18
Altitud media 3120
Habilidades No requiere
Primer autor Marta.angarita
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Perfil Reserva Paramillo - Reserva La Laja

Descripción General

Una ruta muy interesante y hermosa que une dos reservas privadas, ambas dentro de la gran zona de La Reserva Río Blanco - Río Negro. Se transita por hermosos bosques muy bien conservados, pasando por una bonita cascada y una pequeña lagunilla. Finalmente se accede al páramo, en la zona limítrofe con el Parque Nacional Chingaza. Desde la parte alta la panorámica es espectacular, observándose varios poblados, profundos valles, gigantescos macizos montañosos y, muy a lo lejos, la Laguna de Chingaza.

El descenso se lleva a cabo por el antiguo camino de herradura que comunicaba los Llanos Orientales con Bogotá, con tramos de empedrado muy conservados. Si se tiene suerte se pueden observar venados cola blanca y existe también la remota posibilidad de ver un oso de anteojos. Además la zona es bastante apreciada por los ornitólogos, debido a la gran diversidad de aves. Las sendas que se recorren son muy demarcadas; sin embargo se recomienda el uso de GPS, ya que es frecuente la neblina y en la parte alta existen numerosos senderos secundarios.

Época adecuada

Acceso

En vehículo propio

En transporte público y autostop

Descripción de la ruta

Se toma el amplio callejón, donde apenas cien metros después hay un letrero con un diagrama del Sendero Laguna Paramillo, indicando el kilometraje y las cotas de altitud. Se prosigue subiendo con tramos un poco pendientes alternados con otros bastante planos; la senda es totalmente clara, delimitada a ambos lados por alambrado.

Acercándose a un kilómetro de recorrido el sendero comienza a estrecharse, aunque continúa siendo perfectamente demarcado. Llegando al kilómetro y medio, a mano derecha se observa un letrero respecto a la palma boba, (helecho arborescente), en ese punto se debe cruzar el alambrado a ese costado. Se avanzan otros cien metros y nuevamente se cruza un portón de alambre, llegando a la Quebrada Blanca.

Hay un amplio y cómodo puente que cruza la quebrada; en la orilla opuesta el sendero no es muy definido, aparecen diversas opciones en un terreno abierto que, según la temporada, puede estar un poco inundado. Si hay dudas se puede seguir el curso de la Quebrada Blanca hasta encontrar un afluente que viene por el costado derecho; siguiendo el afluente se llega en aproximadamente doscientos metros a un puente de palos que lo cruza. Al otro lado va reapareciendo una senda clara que sube siguiendo el cauce aguas arriba.

El ascenso se va tornando más pendiente, avanzando ahora bajo un hermoso bosque. Pasados los dos kilómetros después del inicio, hay un pequeño desvío a mano derecha: vale la pena seguirlo para encontrar, en menos de cien metros, una bonita cascada.

Tras visitar la cascada se regresa a la senda principal que sigue ascendiendo bajo el bosque. Se avanzan unos cuatrocientos metros bastante empinados, para luego salir a un terreno más abierto donde ya comienza a aparecer la vegetación propia de páramo. Aproximadamente medio kilómetro después se llega a un triple cruce de senderos: siguiendo hacia el frente se llega casi de inmediato a la Laguna Paramillo.

Para continuar hacia La Laja se debe retornar al triple cruce y tomar el sendero que va a la izquierda, (de regreso). A los pocos metros de avance se encuentra un precario refugio: un techo sin paredes con un fogón. El sendero pasa a la derecha del refugio y retoma el ascenso por el bosque. La senda es estrecha pero totalmente clara, deben ignorarse algunos desvíos hacia la quebrada que baja y seguir subiendo por entre la vegetación.

El ascenso es largo y casi siempre pendiente. Al cabo de kilómetro y medio desde la lagunilla, se comienza a abandonar el bosque y se va saliendo a vegetación arbustiva de páramo. La senda sigue siendo muy bien definida, continuando el ascenso; a medida que se sube van empezando a predominar los frailejones y el pastizal.

Pasado un kilómetro desde que se salió del bosque, aparecen algunos desvíos. Se debe buscar siempre el sendero de la derecha, que se va dirigiendo al filo de ese costado. Antes de los tres kilómetros, desde la lagunilla, se alcanza dicho filo: el borde del circo glaciar que rodea La Laja. Si está despejado se observa ya la casa de la reserva y los campos que la rodean, un poco después se puede ver el poblado de Fómeque al Suroeste y en segundo plano alcanzan a distinguirse parte de Cáqueza, (al sur de Fómeque), y muy al Suroeste hay una visión parcial del pueblo de Une, en las faldas del gigantesco páramo de Sumapaz.

El sendero prosigue muy claro, continuando el ascenso por el filo por cerca de cuatrocientos metros más. Si está despejado la panorámica es espectacular: a medida que se sube va apareciendo el amplio Valle del Río La Playa, mientras al fondo se divisa la Laguna de Chingaza rodeada de grandes cerros, destacando el Alto del Gorro, (ligeramente al sureste de la laguna), y más al Sur la Serranía de los Organos. Hacia el Norte, distinguiéndose por una antena en su cima, el Alto de la Mina Palacios, al final del Valle alto de La Playa, precedido por El Púlpito y El Diamante. Se observa también la gran media luna que deberá recorrerse para descender a La Laja. Más adelante hacia el suroeste de Fomeque, va apareciendo en el ángulo visual, la población de Ubaque.

Terminada la subida el sendero comienza a bajar siempre por el filo, con pequeños ascensos intercalados. Unos seiscientos metros después de comenzar el descenso hay un paso rocoso un poco abrupto: es fácil de sobrepasar pues la roca es firme y hay como sujetarse.

Pasado este tramo la senda se aleja un poco del filo, faldeando el cerro por la izquierda. Se avanzan así unos trescientos metros hasta una bifurcación en la que debe seguirse el ramal derecho, que en menos de cien metros regresa al filo. Apenas llegando al borde debe doblarse a la izquierda, en un punto donde una piedra oculta la continuación del sendero. Los siguientes cien metros se baja teniendo en frente el río y dando la espalda a La Laja; para transcurrida esa distancia volver a girar a la derecha, encarando de nuevo el filo al que se retorna rápidamente.

La senda prosigue la bajada durante otros trescientos metros, tras los cuales viene el último ascenso: medio kilómetro en el cual se va alejando del borde del circo glaciar, y al final del cual se pierde la visibilidad de la reserva. Terminando esta corta subida, la senda sigue por doscientos metros más descendiendo con una breve subida intercalada. Hay algunos desvíos pequeños, dónde siempre debe tomarse la senda de la derecha.

Transcurrida esa distancia se intercepta un claro sendero que viene subiendo desde el río. Debe doblarse por él a mano derecha, dando la espalda al valle de La Playa. La senda sigue bien definida, en un suave descenso de unos cuatrocientos metros, después de los cuales desemboca en un amplio sendero pedregoso: el antiguo camino de herradura que venía desde los Llanos Orientales hacia Bogotá.

Nuevamente se toma a la derecha el viejo sendero, comenzando el último descenso hacia La Laja. El sendero es amplio y bien demarcado, rodeado de musgos y helechos, siguiendo un surco labrado muchos años atrás. Se descienden alrededor de ochocientos metros hasta encontrar un mirador: si está despejado se puede observar una magnífica panorámica de los poblados de Fómeque y Ubaque, y muy al fondo los grandes páramos de Sumapaz.

Apenas pasado el mirador se observa claramente un desvío a mano derecha: el sendero principal sigue bajando y en cien metros más llega a la entrada de la Reserva La Laja. Si prefiere seguir el desvío de la derecha también se llegaa La Laja, pero siempre girando a la izquierda. Esta segunda opción es ligeramente más larga, pero el sendero es mucho más cómodo de transitar.

Tiempo Esperado

Permisos y Tarifas

Recomendaciones

  • Ejemplo 1
  • Ejemplo 2

Galería de fotos