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Historia del montañismo en Chile

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Montañismo esporádico la joven república
Benjamín Vicuña Mackenna se refirió a una tentativa chilena al [[volcán Tupungato]], realizada al parecer desde el lado argentino:
{{cita|Uno de nuestros distinguidos injenieros e infatigable explorador de los Andes ha escalado el Tupungato, siguiendo el río de su nombre i por la parte nordeste hasta 5631m. Según esto, nuestro viajero es el que más ha trepado en las montañas de Chile; pues no tenemos noticias de que otros hayan alcanzado altitudes barométricas como la que citamos. Solo en el Ecuador i en el Chimborazo, donde M. Boussingault... alcanzó... a 6004m i A. de Humboldt a 5909 metros sobre el mismo Chimborazo. De consiguiente, éste subió 278 metros más i aquél 373, que la alcanzada por nuestro viajero en el monte Tupungato. El valiente escalador de los Andes es el conocido injeniero José Manuel Figueroa i nos permitimos denunciarlo como medio de conseguir dé a la publicidad sus valiosas observaciones; porque sería sensible se perdiesen para la jeografía trabajos conquistados a trueque de los sacrificios que imponen las ascensiones de las grandes montañas.|Benjamín Vicuña Mackenna}}
 
Esto es todo cuando sabemos de esta tentativa de Figueroa (autor de un texto de geografía de Chile). Se cree que debe haber tenido lugar en el decenio de 1860 o poco después, cuando aún se ignoraba de los vestigios incas en el Llullaillaco.
 En el norte, el padre Sagüez, cura párroco de Vicuña, con un tal Angelino Castro, ascendió a la cumbre del cerro Doña Ana (5690m) en 1870, con fines ''huaqueros''. Es el primer relato escrito de hallazgo arqueológico.{{cita|En una especie de plazoleta hicieron una excavación de poca profundidad, porque el terreno era muy duro y no les dejaba trabajar. No obstante, alcanzaron a extraer una figura de hueso en forma de guanaco y una escultura de plata, al parecer de mujer, semejante a los ídolos de los quechuas.}} 
Seguramente el siglo XIX y los inicios del XX fue la era dorada para los ''huaqueros''. Pero esas ascensiones quedaron en la sombra. Para quienes las realizaban, cuanto menos se supiera de ellas, tanto mejor.